Está claro que el gobierno central sigue castigando y empobreciendo a los residentes de la isla por falta de conocimiento y usando el engaño como herramienta. El empobrecimiento de los ciudadanos se convierte en injusticia cuando vemos como la gente tiene que decidir en pagar la energía eléctrica o comer.
El costo de la energía eléctrica se ha duplicado en los últimos dos años. Ahora, encima de ese aumento, se pretende añadir un costo para poder pagar la quiebra de la empresa que no pudo administrar sus fondos de operación de forma correcta y que todavía continua con las practicas que la llevaron a la quiebra.
Podremos exponer las razones por las cuales los puertorriqueños no deben pagar ni un centavo de la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica que esta en la corte de quiebra en estos momentos.
Primera razón es que ninguno de los residentes de la isla hizo el préstamo millonario de la AEE.
Segunda razón es que los mas que le deben dinero por uso de energía eléctrica a la Autoridad de Energía Eléctrica son las mismas agencias del gobierno central y alcaldías de los 78 pueblos de la isla.
Tercera razón es que se le dan incentivos a los hoteles y paradores de la isla para que paguen menos dinero de lo que cuesta la energía eléctrica.
Cuarta razón es que la Autoridad de Energía Eléctrica no le cobra o les cobra a los miles de residentes de los residenciales públicos de la isla.
Quinta razón es que se le dan incentivos para que paguen menos a las industrias farmacéuticas y otras fabricas con la condición de que se queden en la isla.
La suma de todos esos incentivos y regalías de energía eléctrica se ha acumulado junto a los prestamos que hicieron algunos gobernadores para mantener la Autoridad de Energía Eléctrica a flote.
También se hicieron préstamos para bajar el costo de la energía de manera ficticia para luego ahora pasarle la cuenta al pueblo que no tuvo nada que ver con esas decisiones.
De que hay que pagar la deuda, es claro que si, pero hay que ver cuales de esos prestamos eran garantizados y cuales no. Los que no eran garantizados no se deben pagar. Los otros deben ser divididos entre el gobierno central y las alcaldías para que no perjudiquen al pueblo que no hizo el préstamo y que ya esta empobrecido por todos los aumentos.
La Junta de Control Fiscal está a cargo de negociar esa deuda lo cual es totalmente absurdo. Los miembros de esa junta no van a defender a los puertorriqueños. Le toca al gobernador negarse totalmente a empujar esa deuda al pueblo. Deben pelearlo a favor de las personas que ahora mismo todavía no tienen energía eléctrica. Se debe negar a pagar los 9 billones de dólares por una Autoridad de Energía Eléctrica con una infraestructura que no vale hoy día ni 3 billones.
La junta está ahí impuesta por el congreso y ellos deciden. Le toca a todo puertorriqueño comunicarles a sus legisladores para que eleven su protesta y pidan quitar esa deuda del todo. Si hay que pagar ese préstamo de AEE, entonces debe ser el gobierno central y los alcaldes que paguen por esa deuda quitando agencias del gobierno central que ya son obsoletas y promoviendo nuevos proyectos con el fin de ayudar a la economía. El aumento en el costo por la electricidad va a seguir subiendo para todos los que queden pegados al sistema eléctrico porque miles de familias ya están poniendo paneles solares y baterías en sus casas lo cual le resta ingresos a la LUMA.
El gobierno central debe incluir el desarrollo de una industria de paneles solares y baterías.
LUMA no lo va a ser porque le quita ingresos de sus ganancias. También el plan del gobierno central debe incluir la generación de electricidad usando la basura que tiene los 21 vertederos de la isla. Esto se puede hacer de forma segura y sin contaminar el ambiente.
En conclusión, que no se el pueblo quien pague el préstamo de la AEE y que poco a poco se salgan del sistema LUMA.
