Indignación y nostalgia causó, a una gran mayoría de ecuatorianos, la decisión de las autoridades gubernamentales de chatarrizar vagones del Tren Trasandino ecuatoriano, otrora símbolo del comercio y desarrollo entre regiones de Ecuador. Hoy en día, considerado un bien histórico, cultural y patrimonial que empezó a rodar en junio de 1908, por la voluntad política del ex presidente Eloy Alfaro Delgado, conocido como «El Viejo Luchador».
En realidad, el ferrocarril ecuatoriano no fue una simple máquina de transporte. Su trayectoria histórica guarda gestas y episodios que se inscriben en la historia nacional, en vista de que fue un ícono de la modernización del Estado (1908), símbolo de la unidad nacional de ese entonces. Para ser más tarde el transporte en el que fue traído prisionero Eloy Alfaro, desde Guayaquil a Quito, donde fue asesinado en 1912 de forma cruel, por las huestes conservadoras de aquella época.
En la presidencia del Rafael Correa Delgado (2007-2017) se convirtió en el TREN CRUCERO, que hacía travesías turísticas, desde los Andes hasta la Costa ecuatoriana, permitiendo a los pasajeros vivir experiencias inolvidables, pues recorría paisajes majestuosos, en cómodos vagones del siglo XX, completamente restaurados; además, con la posibilidad de contactarse con la gente asentada en las diferentes paradas, adquirir artesanías y degustar platos típicos. Ahora, esos mismos pueblos están aislados y abandonados a su suerte.
El tren, ícono de la ingeniería del siglo XIX y a principios del XX, fue declarado en 2008 como “Monumento Civil y Patrimonio Histórico, Testimonial y Simbólico” del Estado ecuatoriano. En 2010, el gobierno del ex presidente, Rafael Correa, creó la Empresa Pública de Ferrocarriles del Ecuador (FEEP), que generó 21 mil empleos y 1400 emprendimientos comunitarios.
La rehabilitación del ferrocarril fue una política de Estado, cuyo costo fue de aproximadamente USD 370 millones. Su uso fue exclusivamente turístico, recorría 6 provincias del país, a través de 12 rutas.
Su historia
El ferrocarril fue concebido por el ex presidente, García Moreno, (1861). En 1873 entró en servicio y recorrió apenas 91Km, desde Yaguachi hasta Milagro (provincia del Guayas). En 1895 la obra fue retomada por Eloy Alfaro ya como presidente del país. Tomó contacto con el financista y constructor estadounidense Archer Harman, quien accedió a construir el tren más difícil del mundo.
¿Por qué el más difícil del mundo? En primer lugar porque es un tren trasandino, es decir un transporte que debía unir dos regiones, como son la Costa con la Sierra, superando obstáculos naturales como la cordillera de Los Andes, cuyas elevaciones superan los 5 mil metros sobre el nivel del mar.
Hay un sitio de particular atracción la: Nariz del Diablo (provincia de Chimborazo), lugar marcado por la temeridad y la tragedia. Empero, espectacular por las emociones encontradas que produce su travesía Una montaña de roca completamente perpendicular a 1900 msnm. Los ingenieros de la época a punto dinamitazo abrieron una trocha en esta zona y colocaron las paralelas de acero hasta completar un zigzag de casi dos km, convirtiéndose en cuestión de minutos en el tramo más corto para unir la Sierra y la Costa.
En este lugar el viajero podía experimentar variedad de climas y entornos naturales y, sobre todo, sentirse muy seguro del viaje. El sitio ostenta una visión de ensueño por los contrastes naturales, y cómo experimentados maquinitas los sorteaban, de manera magistral.
A decir de los técnicos esta fue una obra de ingeniería atrevida que fue posible por la férrea voluntad de Eloy Alfaro y Harman.
Dolorosamente, aquí perdieron la vida miles de trabajadores jamaiquinos e indígenas andinos, los que fueron enterrados en fosas comunes o improvisados cementerios.
El mismo Archer Harman no pudo ver su magna obra, pues falleció en 1911, en Virginia, en medio de especulaciones sobre su muerte.
La restauración también fue titánica, cuyo ingrediente principal fue la paciencia por la laboriosidad que implica esta tarea. En 2012 fue entregada la obra al pueblo ecuatoriano por parte del gobierno de Correa. Los pueblos que más se beneficiaron económicamente fueron los que se orillan en la ruta del tren.
Su reconstrucción tuvo reconocimientos mundiales, tal es así que se lo llamó “El tren más hermoso del mundo”. Además, fue objeto de estudios por universidades de prestigio como la de Oxford, que la calificó como un “ejemplo de rehabilitación y desarrollo”.
No obstante, en la actualidad no pasa de ser un recuerdo remoto, toda vez que el pasado mes mayo el mandatario, Lenin Moreno Garcés, decidió extinguir la empresa de Ferrocarriles de Ecuador. Moreno dispuso su liquidación y dejó en la desocupación a cientos de trabajadores, precisamente, durante la emergencia sanitaria. Ahora 10 empresas privadas están interesadas en comprar este patrimonio.
Respecto a la chatarrización, miles de ecuatorianos observaron videos en los que se evidenciaban que vagones del tren eran llevados desde Riobamba,(provincia de Chimborazo) a Salcedo (provincia de Cotopaxi) para su chatarrización. El gobierno desmintió que sean bienes patrimoniales y sostuvo que eran piezas que permanecían arrumadas, desde hace 20 años. En todo caso, el traslado de estos vagones se hizo con completa discrecionalidad, sin embargo hubo gentes que pudo grabar este episodio y lo denunció.
Como corolario de esta decisión incompresible, el Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, (INPC), Joaquín Moscoso, fue removido de su cargo, por su defensa de este patrimonio cultural ferroviario. La remoción vino desde el ministerio de Cultura y Patrimonio, a cargo de Angélica Arias, ministra encargada.
Moscoso considera que la remoción tiene que ver con los pronunciamientos públicos firmes que hizo en procura de que este bien patrimonial de interés histórico y cultural sea preservado de conformidad a lo que ordena la Constitución y la Ley de Cultura.
El Ministerio de Cultura y Patrimonio, de su parte, en su página web expresó que existen ciertos procesos técnicos “que no han sido llevados con eficiencia y oportunidad” por el INPC. Añade que según los informes del propio INCP, dichos vagones no son parte del patrimonio nacional. Moscoso, al respecto, sostuvo que desde el INPC se informó que aunque los vagones chatarrizados no forman parte del inventario del proceso declaratoria patrimonial, ellos tienen interés cultural.
De su parte, seis Prefectos del país, firmaron una carta de intención para rescatar los bienes patrimoniales del Ferrocarril. Esta iniciativa le dieron a conocer al presidente Moreno, con el fin de evitar que se pierda uno de los patrimonios culturales de Ecuador y también reactivar económicamente a esta cadena productiva.
Los firmantes son los prefectos de las provincias de Pichincha, Imbabura, Cotopaxi, Tunguragua, Chimborazo y Guayas, quienes demostraron su interés en reactivar el ferrocarril, por lo que le pidieron al mandatario haga el traspaso de los activos y la gestión de los bienes patrimoniales.
Al concretarse esta aspiración, se reactivaría económicamente a quienes formaban parte de la cadena productiva. Según datos del Tren Ecuador, 322 familias viven por empleo formal y más de 2 mil familias viven de emprendimientos a lo largo de las líneas ferroviarias, además este servicio genera un impacto de más de 20 mil empleos en el sector turístico nacional urbano.
Reacciones
Pavel Égüez, destacado pintor ecuatoriano, dio a conocer la posición del colectivo “UNES, ARTES Y PATRIMONIO”, conformado por artistas y escritores, a través de un comunicado que en su parte medular dice: “9.- Exigimos a la Ministra de Encargada, Angélica Arias, emita una resolución ministerial que- acogiendo el informe técnico del Instituto Nacional de Patrimonio, INPC- determine la suspensión inmediata de todo proceso de chatarrización, fundición y venta de bienes del tren. Que la Ministra de Turismo, Rosy Prado de Holguín, explique y transparente las razones que llevaron a la decisión de vender y chatarrizar bienes del patrimonio cultural del Estado, así como abandonar las estaciones de la Red Ferroviaria del Ecuador. Que la Asamblea Nacional, entidad encargada de fiscalizar los actos correspondientes a la función pública, investigue a los funcionarios que han permitido el desmantelamiento, abandono y destrucción de la infraestructura ferroviaria nacional. 10.- Al ocaso de este gobierno, y a solo tres meses de elecciones presidenciales no se puede ejecutar procesos de venta y privatización de empresas estratégicas del Estado. De ahí que demandamos la suspensión de todos los procesos encaminados a privatizar- concesionar el Tren Patrimonial, que haya emprendido el Ministerio de Turismo, entidad encargada de la infraestructura ferroviaria, equipos y derechos de propiedad y marcas registradas».
Amables lectores/as, este es otro dolor que se suma a los ya existentes en el país. Juzguen ustedes quiénes tienen la razón en este acontecimiento.