Las ventas de Fiat Chrysler en el 2016 han deprimido a algunos de la marca y levantado el ánimo a otros. Varios modelos tuvieron que ser descontinuados, y las marcas importadas andan pululando por los concesionarios tratando de ser querido y comprado por algún valiente.
Pero no todo es tristeza en FCA, ya que tiene un as en la manga y es una de las mejores marcas posicionadas del mundo, JEEP.
Me acuerdo el día que La antigua Corporación Chrysler adquirió la marca Jeep, junto con los activos restantes de su propietario American Motors, en 1987. La automotriz anuncio la compra en el barco USS Alabama, que estaba anclado en la ciudad de Mobile, justo en el estado de Alabama.
Me acuerdo que dos periodistas Italianos que estaban al lado mío, se quedaron dormidos por la presentación tan larga y tediosa.
También me acuerdo cuando un periodista americano me dijo «Estos de Chrysler están locos, como van a comprar esa compañía, que no tiene un solo modelo atractivo».
Casi cierto, American motor tenía unos autos que mejor olvidarlos, como el Pacer y el Hornet, pero tenía el Jeep. Y le dije al periodista americano, “Mira que jeep también está en la compra”. Me contesto: “Si, pero cuantos Jeep pueden a vender”
Y el Jeep no estaba en su mejor apogeo, pero era una marca histórica que las guerras no han olvidado, y los jóvenes respetaban.
Y Chrysler se dio cuenta y empezó a sacar partido del “atractivo” de su nombre, y fabricó todo tipo de modelos, en su mayoría limones, que lanzó al mercado continuamente. Pero así y todo, y con la menor fiabilidad posible, Jeep sigue siendo una marca de culto y muy atractiva.
Y las automotrices hacen lo que sea para cautivar a los jóvenes, y ellos aman a Jeep, y con el auge de los SUV’s, y el patrocinio del equipo de fútbol Italiano Juventus, la marca Jeep está más caliente que nunca.
Jeep se ha convertido en la marca más vendida de FCA (Fiat Chrysler) en Norteamérica, con más cuota de mercado en los Estados Unidos que Hyundai, Mercedes-Benz, Subaru, Buick, GMC o Jaguar y Land Rover combinados.
Y la mayoría de analistas del mercado de automóviles sugieren que Jeep está más caliente que nunca.
Las ventas del Jeep en realidad tuvieron una fuerte caída en el último trimestre de 2016, en comparación con el año anterior, pero para los expertos fue una señal de éxito.
Basado en gran medida en la creciente fuerza global de su marca, Jeep redujo sustancialmente las ventas a granel menos rentables, sobre todo a las flotas de alquiler. Luego la producción de los viejos modelos Compass y Patriot acabó finalmente en septiembre.
Los Compass y Patriot abarcaban la línea más vendida de Jeep, así y todo la marca terminó el año con un récord de casi un millón de ventas.
El nuevo Compass del 2017, no es perfecto, pero según los críticos, (ya que FCA no nos invita a sus eventos por criticar la baja fiabilidad de algunas marcas como Fiat y Alfa Romeo), este nuevo modelo es mucho mejor que los anteriores Compass, que en verdad no han salido muy buenos.
Para los que pudieron probarlo, este Jeep Compass está mucho mejor posicionado para competir con compactos como el Ford Escape, Kia Sportage y el Hyundai Tucson.
El otro componente del auge del Jeep, es su expansión mundial. Las ventas mundiales superaron los 1,4 millones en 2016, y el potencial de Jeep en China, Europa y otros países, es inagotable, y está empezando a ser aprovechado.
Pero hay más, ya que un nuevo Wrangler se avecina, además de un Grand Cherokee, y se espera una pickup mediana para el 2019 y nuevos Wagoneers y Grand Wagoneers para el 2020.
Los analistas esperan que Jeep llegue a 2 millones de ventas anuales para finales de 2018, con 3 millones, para 2021.
En FCA están pensando en seguir cultivando al Jeep, mientras los modelos Chrysler y Dodge siguen pululando con sus seguidores, y los Fiat y Alfa Romeo bailando la tarantela, esperando ver algunas nuevas reacciones de los Milenios e hispanos, que pudieran darle un empuje a las marcas italianas.
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