Temblor sacude a Puerto Rico

0
2272

Aumentan la incertidumbre y el temor ante los sismos

(San Juan, PR) Un fuerte temblor de 5.9 grados en la escala de Richter sacudió la Isla hoy sábado a las 8:54 de la mañana.  El sismo tuvo una magnitud preliminar de 6.0, con una intensidad máxima de VIII en Guánica y una ubicación a 14.87 kilómetros al Sur de Peñuelas. El temblor se sintió en la República Dominicana y en las Islas Vírgenes estadounidenses.

Sectores de Lares, Adjuntas, Ponce y San German perdieron el servicio debido al sismo. La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) dejó saber que unos 5,000 abonados se vieron afectados. Anunció además que disminuyó la producción de energía a la mitad para evitar que el sistema vuelva a colapsar para autoprotegerse por los temblores.

“Tembló fuerte como por 15 segundos. Fuerte, fuerte, fuerte. No podía sostenerme en pie. Este lo sentí más que el de 6.4”, explicó una nerviosa Ángela Acevedo de San Germán.

“Fue horrible, yo estaba en la cocina cuando todo comenzó a temblar”, dijo Frazuas Crespo de Carolina. “Corrí a ver a mis hijos. Esto no está fácil”.

“Terrorífico es lo único que puedo decirte. Esto es aterrador”, dijo Nancy Acosta de Lajas. “Me iba a bañar, me había quitado la blusa. La casa se estremeció. Salí corriendo en sostén”.

“Dios ten piedad de Guánica.  Mi pueblo está destruido, parece una zona de guerra. El miedo no nos deja descansar. La tierra no para de temblar. Este sismo se sintió más fuerte que el de 6.4 y duró más”, expresó un asustado Jorge Rodríguez.

“Yo no puedo más, esto está fuera de control, entiendo es un fenómeno natural, pero esto sigue subiendo”, señaló María Martínez de Guayanilla.

La Red Sísmica informó que desde el 28 de diciembre Puerto Rico ha sido sacudido por 1,300 temblores, de los cuales 115 se han sentido y 77 han sido mayores de 3.5 grados.

La región más afectada por los movimientos telúricos es la región suroeste del país que incluye los municipios de Cabo Rojo, Lajas, Sabana Grande, San Germán, Hormigueros, Mayagüez, Guánica, Yauco, Guayanilla, Peñuelas y Ponce. Se han reportado daños en pueblos de la montaña como Maricao, Jayuya, Utuado y Orocovis. Los temblores de mayor intensidad se han sentido en todo el archipiélago borincano que incluye las islas de Puerto Rico, Vieques, Culebra, Mono, Monito, Desecheo, varios islotes menores y cayos.

Hasta el presente se han reportado tres muertes asociadas a los temblores, la primera en Ponce, la segunda en Yauco y la tercera en Guayanilla.

La gobernadora Wanda Vázquez Garced visitó la región suroeste ayer en compañía de la comisionada residente Jennifer González y del senador republicano por Florida Rick Scott. La mandataria indicó que gracias a Scott había hablado con el presidente Donald Trump y que este le aseguró que liberaría recursos económicos para hacerle frente a la catástrofe.

Trump había dicho anteriormente que no le otorgaría más fondos a Puerto Rico para esta crisis porque el gobierno federal a través del Departamento de Vivienda y Desarrollo Comunitarios (HUD por sus siglas en inglés) le había desembolsado 9, 7 mil millones de dólares al gobierno en septiembre pasado. Esta asignación era parte de una asignación del Congreso para reforzar la preparación de desastres naturales tras los desastrosos pasos de los huracanes Irma y María.

Empero, hasta hoy día HUD solo ha enviado a la Isla alrededor de $ 1.5 mil millones de los mencionados fondos.

Trump alega que el gobierno de Puerto Rico es incapaz de administrar adecuadamente los recursos federales. A lo que se le añade sus acusaciones de que los políticos isleños son corruptos.  

“No creo que Trump nos vaya a ayudar. No lo hizo cuando María ahora lo hará menos”. Dijo Zoé Soto de Yauco.

“Ricardo Rosselló destruyó las relaciones de la Isla con Washington”, expresó José Santiago de Ponce. “Las constantes mentiras, su hambre de poder y la corrupción rampante de sus asociados nos han perjudicado. Esa sabandija es el culpable de que no se provea ayuda a las familias necesitadas”.

Los políticos han sido duramente criticados por hacer de esta tragedia una oportunidad fotográfica para sus campañas políticas. Jennifer González ha sido una de las más fustigadas por enviar ayuda con su nombre en cada uno de los paquetes a ser distribuidos.

Muchos criticaron al aspirante a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Pedro Pierluisi Urrutia, por andar con un fotógrafo que le tomaba fotos cada vez que abrazaba o conversaba con un damnificado.

La gobernadora Wanda Vázquez Garced no ha estado exenta de críticas por su apoyo a José Ortiz, director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica. Ortiz, que a pesar de haberse disculpado con el pueblo por sus incongruencias sobre la situación energética no cuenta con las simpatías de la mayoría de los ciudadanos y ha sido catalogado como un mentiroso compulsivo. Seguidores de su rival político, Pierluis, acusan a la gobernante de intentar sacar ventaja política de esta situación para salir airosa en las primarias partidistas del PNP.

Otras figuras políticas han visitado la región, pero han mantenido un perfil bajo. Así mismo lo han hecho algunos artistas.

Por otro lado, la ansiedad, el desasosiego y el temor continúan aumentando entre los residentes del suroeste, especialmente en Guánica.

“Nos dijeron que no iba a ver temblores mayores de 5, pero vino este. Siguen subiendo. Esto no pinta bien. Estamos en la calle y no sabemos que hacer”, dijo Juan Martínez de Guánica.

“Los encamados y enfermos necesitan atención. Los médicos y los psicólogos no dan abasto”. Señaló Johnny Flores de Ensenada. “La economía que estaba agonizante, se desplomó. El área turística de Caña Gorda no tiene acceso por los derrumbes, la carretera 333 está a punto de colapsar. Es una tragedia apocalíptica”.

“Esto aquí no para. Muchos se han ido porque no podemos confiar”, añadió José Zapata. “No puedo irme a ningún sitio, no tengo a quien acudir. No culpo a los más jóvenes por largarse para otros pueblos o Estados Unidos. El miedo nos corroe el alma y nos mata el cuerpo”.

Ayer mi amiga, la educadora, Dra. Waleska Avilés, fue con sus hijos a llevar unos suministros y artículos de primera necesidad a Guánica. Como maestra, tuvo que acercarse a la Escuela Agripina Seda, que queda a dos minutos de donde está el campamento de refugiados. Tabto ella, como sus hijos quedaron abrumados ante el desplome del edificio y lo que pudo haber ocurrido si hubiese habido estudiantes.

“No pude aguantar mis llantos y arrodillarme para decirle que respeto la naturaleza, pero sobre todo darle las gracias como madre y maestra porque ocurrió en el momento donde todos estábamos juntos en nuestros hogares”, escribió Avilés en su cuenta de Facebook.

“¡Eres maravilloso mi Señor!”

“A todos mis colegas (maestros) nos espera mucho trabajo para que nuestros estudiantes puedan entender y trabajar sus emociones, debemos tener fuerzas. Dios nos bendiga y bendiga a Puerto Rico”, concluyó el mensaje de la educadora.

Las clases en Puerto Rico se reanudarán el 22 de enero, cuando se espera haya concluido la revisión ocular de las estructuras educativas. Solo abrirán los planteles que no tengan daños estructurales.

“No confío en esta revisión al garete, puede haber daños internos que no se vean a simple vista”, dijo Juan Rodríguez de Lajas. “Es más, el gobierno debe llevar a cabo una revisión de edificios públicos, carreteras, puentes y toda estructura que pueda afectar la vida de los ciudadanos”.

 

 

 

Compartir
Artículo anteriorTemor, frustración y normalidad
Artículo siguienteBienes patrimoniales recuperados en el exterior se exhiben en el Centro de Investigación de la Memoria y el Patrimonio
Félix Cruz posee una larga trayectoria como periodista en Nueva Jersey-Nueva York y Puerto Rico. Es además historiador, gestor cultural, escritor, orador, educador y asesor gubernamental. Posee un doctorado en Comunicación Social con concentraciones en Periodismo Escrito y Lenguaje Corporal y está terminando un segundo doctorado en Historia de Puerto Rico y el Caribe en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Doctorado en Historia de Puerto Rico y el Caribe.

Dejar respuesta