COMPORTAMIENTO DE LA JUVENTUD EN PUERTO RICO Y ESTADOS UNIDOS

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Tomando en consideración las conductas de riesgo en diferentes categorías; en este segundo reporte consideramos el uso del alcohol desde las edades de 13 años hasta los 18 años según el reporte de la CDC en Atlanta  (Entidad Americana que regula en Atlanta diferentes tipos de drogas) 2017.

En nuestro primer artículo analizamos las conductas de nuestros adolescentes tomando en consideración la conducta y riesgos en el área sexual. Llegando a los 16 años, la conclusión es que los jóvenes están tomando mayores riesgos en su conducta sexual e incrementando de por sí las enfermedades transmisibles sexualmente y en un ritmo sin control. Los resultados de la investigación nos indican que en Puerto Rico 16.5% de los adolescentes entrevistados reportaron haber conducido un auto, por lo menos 30 días antes de realizar la investigación bajo los efectos de bebidas embriagantes. El 68% de los que usaron alcohol indicaron haberse emborrachado 30 días antes de la entrevista. Estos números indican que existe un aumento vertiginoso en el uso de alcohol en adolescentes de 13 a 18 años, incluyendo y llegando al punto de producir un evento de intoxicación alcohólica en el proceso.

En Puerto Rico estamos presentando mucha atención al uso de drogas lícitas e ilícitas pero, estamos perdiendo de vista que el uso del alcohol va en un alza en gran escala sin que el gobierno esté atento o esté tomando acciones sobre la situación del alcoholismo entre adolescentes lo cual no siendo legalmente prohibido, está más accesible a los adolescentes en cualquier lugar. Aunque existe una ley que regula la edad en la cual un adolescente puede ir a un comercio a comprar productos con alcohol; esto es muy conocido ya y se ha visto en noticias televisadas y en diarios del país donde se han suscitado peleas, agresiones y hasta asesinatos donde el alcohol ha sido el detonante de estos incidentes. Dicho en otras palabras: la ley existente se ha convertido en letra muerta en nuestro país.

Visto de otra manera, existen una serie de estudios donde los resultados indican que la enfermedad llamada alcoholismo; estas personas comenzaron con el uso del alcohol en sus años de la adolescencia. Otro punto importante es el impacto negativo del alcohol en la salud de nuestro pueblo. El alcohol ha sido un ente que ha costado muchas vidas, ya sea en las enfermedades colaterales que surgen en sus usuarios, en hospitalizaciones, enfermedades crónicas, físicas y mentales.

La percepción social del alcohol en nuestro país no ve esta substancia como una peligrosa al extremo que en la televisión anuncian la cerveza como sustituto del agua y cito: “si usted tiene sed, para combatir el calor tómese una cerveza marca X,” insinuando que para combatir la sed y el calor, la cerveza es la solución a esta necesidad básica de nuestro cuerpo que es el consumir agua. Hemos llegado a la percepción social y soslayar poner una bebida que incluye alcohol como sustitución al agua. Nada lejos de la verdad el poder que pueda tener una cerveza para solucionar una deshidratación versus el agua es muy mínima. En este proceso, vemos el poder que tienen las compañías de publicidad para que se cambien las percepciones donde pueden hacer ver un ejercicio negativo como uno positivo, beber alcohol para eliminar la sed.

Como ya se aprobó en la isla el uso de marihuana medicinal para múltiples condiciones médicas, me atrevería a decir que en solo unos pocos años veremos en la televisión puertorriqueña anuncios aludiendo que el cannabis medicinal cura la ansiedad, la depresión y otras enfermedades mentales eliminando los profesionales de la salud que se dedican a tratar estos problemas.

Entiendo que las autoridades tienen que levantar bandera roja ante la situación sobre el uso del alcohol en incremento de nuestros adolescentes. Además de las autoridades, las diferentes entidades que agrupan los profesionales de la salud y salud mental también deberían salir a trabajar con este serio problema.

 Dr. Miguel Cruz López

Psicólogo Clínico

Edf. La Palma

Suite 4-D

Mayagüez, P. R.

787-832-0881

 

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Psicólogo Clínico Nació en Mayagüez, P.R., estudió su bachillerato en el Recinto Universitario de Mayagüez y su doctorado en Psicología Clínica en la Universidad de Syracuse en Nueva York. Trabajó por 35 años como Catedrático en la Universidad de Puerto Rico como profesor de Psicología del Desarrollo. Fue profesor de Psicología en la Universidad Católica de P. R., Universidad Interamericana y Escuela de Medicina de la UPR. Ha sido profesor invitado en el área de Behavioral Science en la Universidad Autónoma de Guadalajara, Escuela de Medicina. Ha realizado investigaciones en el área de Violencia Escolar. Participado en varios Congresos de Psicología como Conferenciante. Escrito diferentes artículos en el área de Psicología en los diarios de mayor circulación en la isla. Tiene práctica privada como Psicólogo en el cuarto piso del Edificio La Palma Oficina 4D en Mayagüez, Puerto Rico desde el año 1980. 787-832-0881.

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