Último adiós a un ser extraordinario: Gottardo Alejos Calderón

Desde hace unas semanas Pochita y yo nos sentimos muy preocupados al conocer el estado de salud de Gottardo Alejos Calderón.

Gotta, como se le llamaba cariñosamente, fue para nosotros una persona muy especial, más que un amigo, fue un verdadero hermano para toda nuestra familia. Gotta, partió a la eternidad en la madrugada del 3 de julio, a los 83 años de edad. 

Al mencionarlo, se me viene a la memoria, momentos inolvidables y largas conversaciones, su admirable lucidez, su risa contagiante, con un enorme sentido del humor, recordábamos sus anécdotas de juventud, como las serenatas junto con sus amigos, y su inseparable guitarra, en los barrios huamanguinos, otras veces hablábamos del ayer que nos dejó recuerdos y añoranzas, rememorando la vida de nuestros padres. 

Sus hijos Hugo y Martha adoraban a su padre, y muy queridos por toda la familia, permanecieron a su lado hasta darle su último adiós. 

Hugo, hacía turnos en la clínica con la ayuda de sus hijas Paola y Ximena y Karina su inseparable esposa. 

Martha, cariñosamente la llamamos Nina, que vive en España, al enterarse del estado de salud de su papá, no vaciló en tomar el primer vuelo y llegar hasta el lecho donde su padre la esperaba. 

“Gotta, fue un hombre maravilloso, un gran padre y un gran hermano y un gran amigo. Él vivirá en nuestros corazones y su ejemplo nos servirá de guía a todos nosotros y a todas las generaciones. Ahora él goza del amor y misericordia de Dios. Bendito sea por siempre”, expresa Walter Alejos Calderón, su querido hermano. 

Gotta, nació el 22 de febrero de 1939, en Ayacucho en el mes de los carnavales y la ciudad de las Iglesias y la música andina. 

Hizo sus estudios en el colegio Bartolomé Herrera en San Miguel en Lima, y posteriormente se graduó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Como Ingeniero Químico, fue un connotado profesional por muchas décadas   obteniendo amplia experiencia en certificaciones mineras. Contratado por prestigiosas empresas mineras a nivel internacional, Alejos Calderón, también siguió trabajando dando asesoría de alta calidad. Recibió varias distinciones, una de ellas del municipio de Jersey City en los Estados Unidos. 

Su padre fue Baldomero Alejos, reconocido fotógrafo peruano del siglo pasado, y su querida madre María Julia Calderón Najarro, conocida cariñosamente como “mama Rita”, una maestra en la elaboración de panes en Huamanga. 

Gotta, disfrutaba de la vida campestre al lado de sus seres queridos en su linda villa de Chaclacayo. Sufrió un tremendo dolor cuando su amada esposa Juanita Cerdán de Alejos, falleció, hace más de 15 años. 

Sus compañeros de promoción 1965 de la universidad San Marcos, del Colegio de Ingenieros, capítulo Ingeniería Química, amigos y familiares, parientes fuera del país, enviaron sus condolencias a la familia a través de las redes sociales. 

En la Iglesia Santuario Arquidiocesano del Sagrado Corazón, en Surco, se celebraron los servicios fúnebres el domingo pasado. Sus restos mortales reposan en el cementerio Campo Fe de Huachipa. 

“Dejas un vacío enorme entre nosotros, pero que junto a nuestros otros seres queridos acaba de partir el segundo padre que me regaló Dios. Tío Gotta, GOTTARDO Alejos Calderón, los que te conocen saben bien que has sido el ancla de esta familia, de los que partieron y nos está cuidando desde arriba”, escribió a través de las redes sociales, su sobrino Ángel Martínez Cerdán. 

 GOTTA, DESCANSA EN PAZ!!