PUERTORRIQUEÑOS DESTACADOS EN NEW JERSEY: LYDIA TRINIDAD, ABANDERADA EN EL DESARROLLO HUMANO

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“Muchas personas no saben defenderse. Tenemos que ayudarlos. Darles el mejor trato, por más que sus problemas sean pequeños o grandes”

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Cuando la atractiva joven Lydia Trinidad, salio de Puerto Rico a los 18 años de edad, para trasladarse la ciudad de Perth Amboy, sus sueños y proyectos iban mucho más lejos y tal vez ella misma jamás se imaginó.

Lydia Trinidad, durante 31 años, puso alma vida y corazón por la comunidad hispana al desarrollar un deslumbrante trabajo como directora ejecutiva de la Asociación Puertorriqueña para el Desarrollo Humano (Puerto Rican Association for Human Development PRAHD) creada hace 42 años.

En mayo de 1974, un grupo de líderes comunitarios y profesionales preocupados por brindar ayuda a las familias con bajos recursos, se interesaron y crearon esta agencia sin fines de lucro. Mathías E. Rodríguez, conocido abogado y exjuez puertorriqueño y actual miembro de la junta, fue instrumental en su fundación.

Al cabo de 42 años de creación, esta organización es una de las agencias modelo. PRAHD acaba de realizar su banquete anual Roberto Clemente. Robert Durso es el actual presidente de PRAHD mientras que Ivonne López, su directora ejecutiva.

Si hay que honrar a Lydia Trinidad, lo menos que se puede pensar es bautizar una calle de Perth Amboy con su nombre, nos dijeron varios residentes de Perth Amboy, que conocen la trayectoria y el trabajo descomunal de Lydia en  esta ciudad, que hoy cuenta con cerca de 60 mil habitantes y el 78 por ciento de hispanos.

 

 

LA LOCUTORA Y ESCRITORA GILDA MIRÓ Y LYDIA TRINIDAD DIRECTORA DEL CENTRO 2009 EN UNA DE LAS ACTIVIDADES DE PRAA
LA LOCUTORA Y ESCRITORA GILDA MIRÓS Y LYDIA TRINIDAD DIRECTORA DEL CENTRO EN UNA DE LAS ACTIVIDADES DE PRAA EN EL AÑO 2009

 

De Manatí a Perth Amboy

Lydia Trinidad, nacida en Manatí, conocida como la Atenas de Puerto Rico, nos cuenta acerca de su labor en esta agencia de servicios. Ya retirada por su salud está dedicada a su vida hogareña.

Sus padres Evangelista y Pedro Trinidad tuvieron 13 hijos y ella es la  última. Perdí a sus 5 hermanos. Casada con Joe Trinidad, tiene dos hijos Joe y Carmen. Posteriormente contrajo matrimonio con el locutor puertorriqueño Julián Báez.

“El don de ayudar a nuestra gente lo he sentido desde muy joven cuando crecí en Manatí con mi madre Evangelista. Todo el mundo llegaba a nuestra casita en busca de ayuda, ella era cariñosa con todos, algunas personas venían para que les pusieran inyecciones. He seguido sus pasos y ustedes pueden ver los logros en PRAHD y sus programas”.

Por el año 1981, es cuando Lydia empieza a trabajar con esta agencia puertorriqueña en Perth Amboy. Previamente se había graduado de la Universidad de Montclair en Psicología.

En Perth Amboy en los años 70 había muchos inmigrantes que no necesitaban hablar inglés para poder vivir y trabajar. La discriminación, la falta de servicios y viviendas eran los problemas de los recién llegados.

“Muchas personas todavía no saben defenderse en nuestra comunidad. Tenemos que ayudarlos. Darles el mejor trato, por más que sus problemas sean pequeños o grandes”, asevera Lydia.

 

Belleza y piropos…

Su belleza física y su don de gente le ayudaron en su vida como administradora de una organización a veces complicada en su administración y recursos humanos. Hay anécdotas que pasan por su mente al momento de nuestra entrevista.

“Recuerdo un día que estuve entrevistando al personal para la agencia. Juan Cartagena (padre del reconocido abogado Juan Cartagena del mismo nombre) solicitaba un empleo y de manera muy respetuosa me hizo halagos. “Por sus piropos usted no podrá conseguir un empleo le dije al señor Cartagena”. Finalmente fue contratado para trabajar en el programa de personas mayores.

“En PRAHD, había muy pocos programas al comienzo y decidí salir para obtener fondos y recursos financieros. Iba muy seguido a Trenton y me juntaba con otros directores de agencias. Necesitábamos tener ayuda para las personas mayores y centros de cuidado infantil, la población aumentaba y había mucha necesidad” recuerda Lydia.

 

“En el Congreso Boricua de New Jersey donde yo acudí conocí a varias mujeres y hombres puertorriqueños muy entregados al servicio comunitario. ‘Una de ellas era la líder puertorriqueña Ida Castro, yo le tenía mucho respeto y me impresionaba cuando ella hablaba”. Ida Castro, ocupó posiciones muy importantes en el gobierno federal y estatal.

En Trenton, recuerda Lydia, se crea el Hispanic Director Association para unir a las agencias hispanas y trabajar en una sola agenda. Se reunían con los legisladores, directores de programas estatales y gobernadores de turno.  Guillermo Maldonado (Guillo) y Daniel Santo Pietro, fueron sus directores ejecutivos más conocidos en esta organización que cerró sus puertas ante de llegar la Administración Christie.

 

En una actividad del programa de la Tercera Edad
En una actividad del programa de la Tercera Edad

Credibilidad y largas jornadas de trabajo

“Cuando yo empecé a trabajar en PRAHD puse todas mis energías. Salía de la agencia a las 2 de la madrugada. Después las cosas iban mejorando sin embargo mis jornadas diarias terminaban a las 11 de la noche”, rememora Lydia.

“Por nuestra dedicación, la agencia iba creciendo. El personal que teníamos era de lo mejor, muy responsable, daban su tiempo con dedicación y esmero. Eso ayudó a crear y aumentar la credibilidad en nuestra agencia”.

Las personas voluntarias en PRAHD dieron un ejemplo de solidaridad humana. “Me demostraron que yo podía confiar en más de 40 personas que no se iban a sus casas hasta no terminar sus tareas diarias, en voluntarios y me siento muy orgullosa”.

Con el tiempo, PRAHD no sólo daba servicios en Perth Amboy sino en otras ciudades del condado de Union, Middlesex, y el sur de New Jersey. “Nuestras oficinas satélites dieron excelentes resultados gracias a nuestra credibilidad. Nos ofrecían programas y tenían confianza en nosotros”, puntualiza Lydia.

La conocida directora ejecutiva de esta agencia asevera que durante su gestión en PRAHD pudo lograr obtener recursos para 22 programas y al final quedaron 18.

” Todo lo hicimos pensando en nuestra comunidad”.

 

PRAHD con propias instalaciones

Lydia con su visión de pisar suelo, puso su capacidad en buscar recursos para que la agencia sea dueña de sus propias instalaciones.

“La agencia tenía un local muy pequeño al comienzo. Vi por conveniente hablar con la junta de directores para ampliar sus instalaciones cuando nuestros servicios empezaron a crecer. Nos propusimos buscar fondos mediante actividades, comidas, reuniones. Hicimos presentaciones en el teatro y recuerdo cuando invitamos a Yomo Toro y otros artistas de esa época”. Lydia consiguió dinero para los pagos iniciales en compra del local en la Calla Primera (First Street) donde hoy se encuentra la agencia.

“Con el paño en la cabeza, fui a limpiar los pasillos y los pisos de este lugar por muchos años cerrado junto con mis voluntarios”.

Posteriormente, Lydia, hizo esfuerzos para que la agencia pudiera adquirir dos viviendas al costado del mismo local y otra vivienda en la avenida Madison para el funcionamiento de la escuela infantil. “Todo eso lo compramos durante mi gestión”.

 

Incendio destruye su vivienda.

Hace 4 años, se registró un incendio en la vivienda de Lydia en la avenida Kelly que le causó daños personales y materiales. “Me salvé de milagro”, recuerda con tristeza. Su esposo para salvarse tuvo que escapar del fuego por una de las ventanas y saltar, porque sufrió danos en las rodillas y las costillas.

La salud de Lydia se empeoró y debió recibir tratamiento por más tiempo, hecho que le obligó a separarse gradualmente de sus obligaciones en la agencia puertorriqueña.

“Hoy me dedico a mi familia, a mis nietos y cuido mi salud. Mi trabajo no ha sido en vano. He cumplido con mi comunidad”, nos dice antes de despedirse.

 

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