Es imperativo e innegable que el Sistema de la Universidad de Puerto Rico vive en el pasado. Su enfoque es basado en los trabajos que ya no existen, una economía robusta que ya no existe, en una administración gigante y gastos de presidencia que no se justifica, y en tipo de estudiantes que no existen. Mientras el resto de las universidades del mundo buscan interconectarse con el mundo globalizado y digital, la Universidad de Puerto Rico sigue con sus objetivos como si viviéramos en los años de 1950. Continua con sus funciones para gastar dinero en posiciones, en comités de personal que bloquea cualquier facultad con ideas nuevas y que vaya en contra del partidismo interno.
El nepotismo cruzado y directo es la orden del día en la Universidad de Puerto Rico cuando vemos a quien y como se recluta personal. Realmente no existe un plan enfocado al desarrollo del estudiante nuevo de Puerto Rico. Los currículos siguen siendo los mismos de hace 30 años. Actualmente, la Universidad tiene programas con poquitos estudiantes y se niegan a cerrarlos para transformarlos en programas que verdaderamente estén enfocados a carreras y trabajos futuros. Mientras tanto se sigue gastando dinero en algo que no beneficia a nadie y aporta a la quiebra educativa que existe actualmente.
Las ofertas de programas están en desventaja cuando lo comparamos con lo que ofrecen algunas universidades privadas y del extranjero. Ya hay universidades que tienen matricula en línea de todos los países del mundo mientras Puerto Rico sigue con el horario de finca de caña y se niega a abrir programas nuevos en línea de forma agresiva para aumentar su matricula. Los horarios de la Universidad y los días de su oferta siguen igual. Cuando llegan los viernes, todos brillan por su ausencia para que no haya clase. No nos explicamos la lógica de este arreglo interno.
Les recomiendo que al hacer este cambio de transformación de cursos y ofertas no debe ser con profesores que no sepan la metodología apropiada para ofrecer cursos en línea donde se motiva al estudiante y se le ofrecen laboratorios virtuales y desarrollos de proyectos con relevancia usando inteligencia artificial, inteligencia virtual. Deben cambiar los entrenamientos y certificaciones para dar cursos en línea. El entrenamiento no debe ser darle certificación de como usar TEAMS o Moodle. Eso es un grave error. Solo saber usar estas herramientas no garantiza la eficiencia de un profesor en la metodóloga educativa necesaria y diferente que requieren las clases en línea.
La universidad debe ir integrando la inteligencia artificial, la realidad aumentada, la realidad virtual, la energía renovable, sistemas de alimentación y producción de comida en fincas verticales usando edificios abandonados para laboratorios y la combinación de todas las tecnologías en sus nuevos cursos locales y al extranjero. El gasto mayor debe ser en proveer servicios de calidad a los estudiantes y en becas nuevas para estudiantes sobresalientes sin ingresos. El proveer chofer y carros nuevos para llevar administradores y facultad a las reuniones debe eliminarse del todo. Especialmente cuando la gasolina esta incrementando exponencialmente. Estamos seguros que si le dicen al administrador ó a la facultad que usen su propio auto, mejor no van a la reunión y la hacen por internet.
Tampoco las decisiones de nuevo cambio de los departamentos académicos deben ser solo con los mismos miembros de la facultad que crearon el problema y que llevan en los comités académicos y administrativos mas de 20 años bloqueando cualquier facultad nueva que quiera transformar el sistema. Esos miembros de comités de personal actuales que llevan muchos años bloqueando la entrada a personas innovadoras deben servir en el comité con tiempo limitado para evitar los abusos y control de la misma facultad en la toma de decisiones.
Los candidatos a nuevos presidentes de la Universidad de Puerto Rico les deseo suerte si creen que van a cambiar el burro institucional con las pezuñas enterradas en la burocracia inmóvil. Si sueñan que van a buscar dinero nuevo debe ser con programas y proyectos nuevos. El Sistema de la Universidad de Puerto Rico tiene que cambiar su estructura administrativa a nivel central y regional y ponerse al día de forma rápida automatizando sus funciones. Sus funciones, procesos y procedimientos deben ser rápidos y eficientes usando inteligencia artificial. Cada día, el Sistema de la Universidad de Puerto Rico sigue perdiendo estudiantes por la falta de transformación hacia el futuro. La ley universitaria actual necesita ponerse al día con los aspectos mundiales y cambios en la sociedad actual.
La transformación tampoco se hace contratando a la Microsoft, a Google y otras compañías extranjeras por cientos de millones de dólares. Recuerden que esos son herramientas que funcionan de forma excelente si tienen un buen proyecto universitario. Ellos no lo van a preparar para Puerto Rico.
La transformación tampoco puede descansar solo en las manos de personas que no desean innovar y cambiar el sistema universitario público arcaico actual. Cuando se ha tratado de cambiar acusan al gobierno de intervenir con la autonomía universitaria. Si la autonomía universitaria actual es un estorbo que no deja progresar ni servir al pueblo, pues hay que intervenir.
Ya es tiempo de eliminar tanto oficial administrativo que su función es firmar papeles, reunirse con personas sin ningún resultado y aprobar formularios para luego almacenarlos en los armarios de metal en un edificio abandonado. Esos sistemas de formas repetitivas de papel con 20 firmas para comprar algo y aprobar alguna plaza deben cambiar a una electrónica y rápida.
La meta debe ser educar a los estudiantes en carreras nuevas del futuro que tienen potencial mundial. También debe enfocarse en re educar a los profesionales actuales que están en desventaja porque no han mejorado sus destrezas para ser mas eficientes en su trabajo.
Nuevamente, reitero que la Universidad de Puerto Rico debe transformarse y abrir la institución de forma virtual al mundo de forma agresiva. Una vez cambie este modelo arcaico, entonces podrá buscar dinero externo para seguir mejorando al darle servicios de excelencia al mundo.
