Aunque aún se discuten los orígenes del Carnaval, para nadie es desconocido, que en lo que sí nos hemos puesto de acuerdo es que este es un periodo de permisividad e incluso de cuestionamientos a la moral religiosa, en el que la gran mayoría de los pueblos del mundo occidental, lo disfrutan con bailes, cánticos, disfraces e inclusive descanso.
Fiesta pagana que posiblemente tenga sus raíces en las antiguas Saturnales romanas (festejos en honor a Saturno), en las celebraciones por la finalización de la siembra de invierno y la fertilidad de un nuevo ciclo o en homenaje al toro Apis en Egipto. Se conoce, también, que existen evidencias de que el pueblo sumerio ya realizaba este tipo de festejos hace 5.000 años.
En el cristianismo adquirió el nombre de Carnaval por el hecho de alejarse de comer carne los días previos hasta el miércoles de ceniza, fecha en que inicia la cuaresma (40 días hasta el domingo de resurrección) periodo de abstinencia, recogimiento y ayuno. Para el cristiano de la época medieval el Carnaval era la representación del paganismo, donde el pueblo se ocultaba bajo máscaras y disfraces para los bailes y comilonas desenfrenadas, además se sacrificaban animales para atraer fortuna.
Abdón Ubidia, destacado escritor ecuatoriano se refiere al Carnaval en los siguientes términos: “fiesta de los instintos, del jolgorio, de la carne y de los desafueros paganos. Nace con los griegos pasa por los bacanales romanos y llega hasta nosotros con los excesos cariocas y, desde luego, con los nuestros no menos auténticos ni profundos”.
CARNAVAL EN ECUADOR
Esta celebración la trajeron a Ecuador los conquistadores españoles en el siglo XV. Esta fiesta pagana adoptó las particularidades de cada país, según sus propios ritos, creencias y culturas, en nuestro caso, de los indígenas andinos y afro ecuatorianos.
Al respecto Patricio Sandoval, investigador del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural asegura que las raíces del Carnaval ecuatoriano están vinculadas con la fiesta indígena de fin de año solar o Paucar Hautay, una de las cuatro más grandes del año. Es decir es la culminación de un ciclo agrícola y el inicio de otro.
El Carnaval de los mestizos, en contraste con los rituales indígenas, termina dando inicio a la cuaresma. Entre tanto, el carnaval indígena constituye una fiesta popular ligada con la tierra y la religiosidad, con un fuerte componente comunitario que robustece el sentido de la organización.
Los mestizos aprovechan la cercanía del Carnaval para ofrecer al Niño Jesús su devoción a través de las misas, así se afianza el priostazgo y se conserva el canto, las coplas, la comida y el juego con agua y polvo. El agua en las culturas andinas cumple con un papel sagrado, enfatiza Sandoval.
El connotado historiador, Jorge Núñez Sánchez, en su artículo Los orígenes del Carnaval Andino dice “El Carnaval fue, pues, un hermoso aporte de la cultura popular europea a la cultura popular americana, de su “gentes del común” a nuestras “gentes de abajo”, de su canalla a nuestra indianidad, negritud y cholerío. Pero no es menos cierto que nuestra cultura popular no se limitó a recibir este regalo de la cultura popular europea y asimilarlo a su vida, sino que lo enriqueció con sus propios símbolos y signos festivos. De este modo, ahí donde el mar de fondo era la cultura india, como en el país de Quito, el Carnaval se llenó de ritmos, melodías, palabras y sabores indígenas, y ahí donde predominaba culturalmente el negro, como en el Brasil o en el Caribe, la fiesta se convirtió en un jolgorio de la vida colonial- el blanco pobre, el indio, el negro y el mestizo- una vez que estuvieron inmersos en el mundo carnavalesco le insuflaron su particular aliento y su propio sentido festivo.
Creo necesario mencionar también otro elemento aportado al Carnaval por los humildes y oprimidos de esta parte de América: el sentido libertario de esta festividad. Es verdad que el Carnaval trajo ya desde Europa un sentido igualitario, que rompía por unos días, al amparo del anonimato creado por las máscaras, las barreras sociales entre nobles y plebeyos. Pero en América ese original “sentido igualitario entre blancos” se profundizó y transformó en un sentido libertario de siervos indios y esclavos negros a sus amos blancos”.
De otra parte, este año en el país, la agenda carnavalesca trae una amplia gama de opciones que van desde corsos, shows artísticos, ferias gastronómicas y de emprendimientos, concursos de coplas, desfiles, elección de reina del carnaval, grandes manifestaciones culturales, baños en cascadas, paseos a caballo, venta de artesanías, caminatas, deportes extremos, reposo en quintas o haciendas antiguas, etc.
CARNAVAL DE GUARANDA
¡Al golpe del carnaval, todo el mundo se levanta! es el estribillo del himno popular del Carnaval guarandeño, uno de los más representativos, de la zona andina, provincia de Bolívar, a cuatro horas de Quito.
Para los guarandeños, su carnaval es una expresión cultural auténtica, de honda tradición popular que une la cultura indio-mestiza, y que da paso a la cuaresma una manifestación religiosa. Las coplas y el juego con agua son lo más distintivo de este carnaval.
Se dice que las coplas guarandeñas tienen su origen en los versos y canciones prehispánicas. Estas coplas son letras populares que mencionan a la felicidad, las costumbres, el amor, el desamor, la tristeza, la algarabía, el enamoramiento, etc. He aquí una copla guarandeña:
¡Por vos bonita, por vos señora,
por vos bonita, por vos señora,
guarandeñita, me muero yo.
Qué bonito es Carnaval!
El historiador Luis Baca nos cuenta que cada año en Guaranda se eligen al Taita y Mama Carnaval que son los priostes de la fiesta, es decir los que auspician económicamente la farra. Hacen la entrada al centro de la ciudad a caballo, con un gallo en sus manos; de igual manera que lo hacía el cacique Guaranga de la primitiva tribu de los guarangas que poblaron esta zona.
Los guarangas organizaban la gran fiesta para dar gracias a la tierra y a la naturaleza con música, danzantes y disfrazados. Se entonaban canciones y se invitaban a otras tribus a unirse a la celebración. Los invitados se pintaban la cara, se vestían con ropajes especiales, se polvoreaban la cara con harina blanca y bailaban al son de bombos, tambores, pingullos y rondadores.
Entre los participantes de esta fiesta está el “pájaro azul”, un aguardiente típico de la región interandina. Bebida alcohólica de color azulado, de ahí su nombre, incluye también entre sus ingredientes hojas de naranja, caldo y carne de gallina, mandarina y anisado de caña.
Hoy en día, en Carnaval, los guarandeños y los visitantes casi no se descansan. Todo el tiempo lo emplean en los bailes populares, en el canto de coplas y la comida. El “Carnaval de Guaranda” es el himno popular de esta celebración que se lo canta con suma emoción y orgullo. El último día se efectúa el “entierro del carnaval”, acto simbólico representado por un pequeño féretro que es arrojado al río Guaranda hasta verlo desaparecer.
EL CARNAVAL DE AMBATO O FIESTA DE LAS FRUTAS Y DE LAS FLORES
Esta celebración tiene una connotación diferente, pues, se la realiza en recordación a la determinación y valentía de la gente del lugar para vencer los dolores que deja una tragedia. Fue creada a partir del terremoto que asoló a ese sector del país, en agosto de 1949. En 1951, en Centro Agrícola del cantón Ambato dio inicio a estos festejos, en la que se pondera la fecundidad de sus tierras, al ofrecer bellas flores y frutas de todos los colores y sabores.
Ambato está ubicada en la provincia de Tungurahua, que tiene atractivos para quienes tienen apego por los deportes de aventura o extremos, en la ciudad de Baños de Agua Santa y sus alrededores. O quienes deseen darse baños con aguas termales que brotan de las estribaciones de nuestra cordillera andina.
CARNAVAL DE COLTA
A decir del historiador Baca, los festejos de carnaval en Colta, provincia de Chimborazo, tiene su origen en la hacienda conocida como La Merced. Al lugar concurrían los indígenas de la región ataviados con disfraces o ropa de fiesta, acompañados por los sonidos de la bocina y rondadores.
Al son de estos sonidos, los indígenas danzaban, danza que más bien era un trote fuerte y enérgico. Acontecimiento campesino que agradecía a la vida y la tierra. Las mujeres cargadas a sus hijos sostenían banderas, bebían chicha a la voz de jahuay jahuay.
En la festividad no faltaban los “huarmi Tukushca”, hombres disfrazados de mujeres; hombres disfrazados de policías o militares quienes se burlaban de los agentes que cuidaban el orden; había grupos que rezaban el “bendito” y llevaban consigo colgado un palo donde había aves, cuyes y otros animales.
También participaba el Taita Carnaval, hombre que simulaba a un anciano, quien desfilaba acompañado de disfrazados de gorilas y negros. Ellos jugaban al “gallo compadre” que consistía en colgar un gallo en una cuerda que se bamboleaba, los asistentes trataban de agarrarlo pero con los ojos vendados.
CARNAVAL DE GUAMOTE
Guamote, ciudad situada en la provincia de Chimborazo, a 30 minutos de Riobamba, en su celebración se venera a San Carlos, el personaje central es el Rey del Carnaval, quien cubierto de una capa y montado a caballo preside la fiesta con sus embajadores. Es la costumbre que el rey reciba en su casa cuyes, chanchos, frutas, bebidas, etc. El rey y sus embajadores, con estos productos, elaboran las comidas típicas del Carnaval como papas con cuy, mote con fritada, chicha de jora hecha de maíz, el ají de cuy.
Se mantiene la tradición de realizar la pampa mesa, comida común regada en una larga sábana sobre una mesa o en el suelo que ofrece el rey en el patio de su casa a los visitantes de la comunidad. Otra costumbre es cantar coplas humorísticas que a veces se convierte en una especie de batalla verbal, entre hombres y mujeres.
No debemos olvidar el desfile de comparsas que bailan al son del ritmo de las bandas de pueblo y carros alegóricos que recorren las principales calles de la ciudad. Los principales personajes de este recorrido son los embajadores, alcaldes, jochantes, fundadores, pendoneros, alwahanos, katik, warmi tukushka, vaqueros, wakra warmi, entre otros
Se suman al desfile, las corridas de toros de pueblo, juegos tradicionales como las peleas de gallos. Finalmente se “entierra” al Carnaval que simboliza que esta fiesta “falleció”, en el ataúd se coloca sobras de comida, huesos de animales, licores y una persona se disfraza de viuda y todos acompañan al entierro del Carnaval.
Esta es una de las coplas que se cantan en Guamote:.
Ay mi preciosa longuita
Sirva, sirva el canelazo
Para celebrar con agüita
El carnaval de Chimborazo.
Que ya no queremos carioca
En nuestra fiesta profana
Mejor un beso en la boca
Y un polvito al pie de la ventana
Así se canta el carnaval.
TAITA CARNAVAL EN CAÑAR
Cañar es la provincia situada en el sur de Ecuador. Para los indígenas cañaris, el Taita Carnaval es un ser supremo que representa la abundancia, él bendice y augura buenas cosechas.
Los indígenas se disfrazan de Sahgshu samarru, un hermoso traje de fiesta. Animan la farra con música producida por el sonido del pingullo (instrumento elaborado con hueso de venado); el huajairo, especie de flautín y el duco un instrumento de viento. Con estos instrumentos se canta a la tierra, a la naturaleza, a los animales como el cóndor, la vaca barrosa, la mula etc. nos cuenta el historiador Luis Baca.
Además, las canciones expresan agradecimiento y alabanzas que dedica el Taita Carnaval a las mujeres. También se recuerda que el Taita Carnaval es un ser que viene de lejos, enviado del lejano Oriente para visitar al pueblo cañari; demostrando de esta forma que el carnaval es un evento muy espiritual.
En la noche del martes de carnaval se realizan ceremonias para reencontrarse con los espíritus de los antepasados, llamados malkus.
OTRAS CELEBRACIONES
En la zona costera tenemos a la provincia de Esmeraldas situada en el norte, limitando con Colombia, aquí el carnaval se juega con agua y espuma, también se realizan actividades culturales internacionales afro americanas. Especial interés despierta el Marimbódromo o festival de la marimba que tiene como escenario a Atacames.
En Quito, existe una agenda intensa de actividades, programada por el Municipio de la capital y Museo Nacional de Ecuador, (MUNA), este último invita a los turistas a acercarse a admirar la exposición, “Máscaras, Celebración y Transformación” que exhibe piezas arqueológicas, fotografías, sonidos e indumentaria que atestiguan de la función y el origen de la máscara y el disfraz, en algunas festividades ancestrales y contemporáneas en el Ecuador, a propósito del carnaval que se celebra en el país. También se podrá aprender las técnicas tradicionales para realizar esta artesanía, informa un boletín de prensa de esta Institución.
Asimismo comunica que sus puertas estarán abiertas al público los cuatro días del feriado, desde el 22 al 25 de febrero, desde las 10h00 hasta las 16h00, la entrada es gratuita y sus visitas son guiadas.
En la ciudad más poblada del país, Guayaquil, provincia del Guayas, conocida como la “Perla del Pacífico” se programan una serie de actividades culturales que incentivan el turismo hacia ese lugar. En esta provincia en el balneario de Montañita se realizan competiciones de surf.
La Amazonía tiene como principal punto de atracción la provincia de Pastaza y su capital Puyo, donde el contacto con la naturaleza es su fuerte. Se tiene la opción de conocer la selva y practicar raftin en las aguas del río Pastaza, o un paseo en canoa por el río Puyo. Se puede vivir la experiencia de recorrer cuevas y cavernas formadas hace miles de años.
La provincia de Cotopaxi, ofrece programaciones especiales como la posibilidad de conocer sitios turísticos, en este caso, la laguna del Quilotoa, ascender al Cotopaxi u otras elevaciones menos altas.
En fin, Ecuador abre su abanico de opciones para visitar sus cuatro mundos. Este ha sido apenas un vistazo a cada uno de ellos, los cuales con sus sorpresas y magia nos esperan.