ECUADOR APUESTA A LA LECTURA

Haruki Murakami estará en Quito en la Feria Internacional del Libro

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Así es,  con el arranque del Plan Nacional de Promoción del Libro y la Lectura  José de la Cuadra,  liderado por  el Ministerio de Cultura y Patrimonio, se cristalizará la aspiración final de que la sociedad ecuatoriana sea partícipe y beneficiara de esta actividad que contempla la publicación, difusión y promoción de libros, así como el uso de espacios convencionales y alternativos para la lectura.

¿Pero por qué y para qué  fomentar esta práctica se preguntarán mis lectores/as? Bueno, pienso que deberíamos remitirnos a lo que nos dicen los escritores ecuatorianos respecto a este importante hábito, como por ejemplo Iván Eguez  “el libro es una misteriosa fruta que se abre para dar placer y experiencia de vida”.

Va más allá y afirma  “Cada libro leído es una adquisición de nuestro espíritu, pues, luego de terminarlo ya no somos los mismos, somos más humanos, es decir mejores. Ser mejor significa ser más de uno mismo y menos de los poderosos, ¿por ello será que se dice: más libros más libres?”.

De su parte, el periodista Leonardo Parrini asegura “aprender a leer es, ni más ni menos, adentrarnos en el corazón y el pensamiento de otros que escriben  libros, poemas, cuentos, relatos, en fin, historias referidas a millones de personas que desfilan en las páginas en sus travesías vitales”.

Además asevera “entonces, leer es mucho más que una fuente de placer. Es también manantial de conocimientos, de aprendizaje y saberes misteriosos que, a la luz de un texto bien escrito, nos abre la ventana al  mundo y cierra una puerta a la ignorancia”.

Ahora bien, volviendo al Plan,  su objetivo más importante es devolver un derecho ciudadano conculcado durante décadas, han señalado las autoridades de las instituciones estatales que se han aliado para fortalecer este Plan liderado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio, mismo que además pretende incentivar a los ciudadanos para que lean por placer y no por obligación.

Según un estudio del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC, los ecuatorianos leen entre el 65% y 85%, pero este dato no es tan cierto porque se trata de una lectura instrumental, esto quiere decir una lectura obligatoria, académica, y de lo que se trata es que los ecuatorianos lean por su propia voluntad e interés, con total libertad, afirma el director el Plan Edgar Allan García, en entrevistas concedidas a medios de comunicación.

En cuanto al financiamiento del Plan, García explicó que se requiere unos USD 40 millones para los cuatro años de gestión de este gobierno, sin embargo por las circunstancias económicas este presupuesto ha sido reducido considerablemente a USD 18 millones hasta el 2021.

De paso, les contamos que el próximo noviembre se realizará la Feria Internacional del  Libro de Quito, como todos los años, la cual contará como invitado especial al afamado escritor japonés Haruki Murakami, considerado el mejor novelista de la actualidad.

Sus obras han ganado premios como el Franz Kafka y el Jerusalem e incluso ha sido considerado candidato al Premio Nobel de Literatura en varias ocasiones.

En fin, creo que es mejor apreciar  la opinión del mentor de este Plan, el escritor y analista político, Edgar Allan García, quien nos dará a conocer sus aspiraciones en cuanto a su empeño a que la sociedad ecuatoriana se empodere de este hábito tan significativo.

– ¿Cuál fue la principal motivación que le llevó a emprender  el  Plan Nacional de Promoción del Libro y la Lectura, y hasta qué punto cuenta con la voluntad política para llevarlo adelante?

Durante años he venido reclamando por la falta de un Plan Nacional de Lectura en mi país, por eso consideré un gran logro que la Ley de Cultura la convirtiera en mandatoria para el estado ecuatoriano. Cuando el ministro Raúl Pérez Torres, al principio de este gobierno, me pidió que tomara el timón de ese barco, no dudé un segundo en aceptar. En realidad, era lo único que podía sacarme de mi zona de comodidad que llevaba como escritor y terapeuta, y lo asumí, desde el principio, como un deber cívico, como una forma de plasmar un sueño. Había que hacer algo con urgencia por los niños, los jóvenes, los adultos mayores, en especial los más marginados. No ha sido fácil, el mundo burocrático y sus lógicas no es un lugar en el que me sienta cómodo, tampoco la  situación política actual es la ideal, pero yo estoy donde tengo que estar como estaría un soldado en una trinchera, luchando por servir a mi pueblo y abrir puertas para la lectura, que es lo mismo que despertar conciencias, promover la creatividad y la sensibilidad social de las grandes mayorías.

– ¿Cuál es el universo que atiende este Plan?

El Plan Nacional del Libro y la Lectura José de la Cuadra es reciente, en realidad tiene personería y presupuesto desde enero de este año apenas, pero hemos diseñado algo muy grande cuya única limitación es el presupuesto. Cuanto mayor sea o se incremente, podremos llegar a más lugares del país porque el modelo es muy bueno y completo. Para lograr ampliarnos hemos realizado acercamientos fructíferos con el Ministerio de Educación, el Ministerio de Inclusión Social, el Ministerio de justicia, y otras entidades públicas y privadas, porque aparte de las publicaciones y las ferias regionales, nacionales e internacionales de las que estamos a cargo, hemos planificado crear tambos de lectura en plazas públicas, en las aulas hospitalarias, en los centros de detención, en los «Sí bebés» y en una gran cantidad de espacios convencionales y no convencionales, tanto para adultos como para niños. Hemos pensado, al mismo tiempo, en formar mediadores de lectura y mantenerlos en los tambos leyendo en voz alta, motivando a la gente a leer, prestándoles libros. Queremos también que los locutores de radio y los presentadores de televisión se detengan un momento dentro de su plática diaria y lean un texto literario en voz alta, que los megáfonos de los estadios difundan lecturas en los entretiempos, que haya radionovelas y series de tv basadas en obras ecuatorianas, que las madres les lean a sus hijos desde que estos están en sus vientres, que se incremente la labor de los book-tubers y las formas alternativas de lectura como los comics, los audiolibros y las obras en braille, que tengamos bibliotecas virtuales con miles de libros que puedan ser «bajados» y, al mismo tiempo, contemos con una red ecuatoriana de bibliotecas. La ilusión, en suma, es que la lectura sea un hecho cotidiano.

– ¿De qué manera han reaccionado o respondido los diversos actores que intervienen en este proceso, en especial  los docentes? Toda vez que el ministerio de Educación es parte importante en este emprendimiento.

Parte fundamental de la formación de mediadores de lectura son los docentes, hacia allá estará dirigida una línea importante de nuestros esfuerzos, porque la literatura tiene que dejar de ser una materia para ser lo que en esencia nunca ha dejado de ser, una pasión, un vuelo libre  para la libertad, una experiencia transformadora. Estamos en constantes reuniones con funcionarios del Ministerio de Educación para que los docentes reciban en el cercano futuro nuestros talleres seminarios y, al mismo tiempo, se revea la forma en que está enseñando Lengua y Literatura.

– ¿Cuáles son sus expectativas respecto a los resultados de este Plan?

Las expectativas son enormes, pero la evaluación se deberá realizar al cabo de una década. Para tener una base confiable, hemos firmado un convenio con la Organización de Estados Iberoamericanos para hacer un primer gran mapeo del estado de la lectura en el país. Ese será el punto de partida para la siguiente evaluación. A Colombia le tomó diez años lograr avances en materia de lectura. Es preciso mucha paciencia y coherencia en las políticas en torno a este tema. Recordemos que nosotros éramos, y es vergonzoso decirlo, el único país de la región sin un Plan Nacional de Lectura. Ahora estamos empezando algo histórico que aún no sabemos dónde llegará, pero que queremos soñar con que logrará hacer una gran diferencia respecto del pasado y el presente.

– ¿Afirman que la lectura es una “gimnasia del pensamiento?

Es mucho más que eso. Gimnasia sería si se tratara de un crucigrama o de una trivia. La lectura es un escape que, curiosamente, te ayuda a encontrarte, una forma de incrementar la inteligencia pero también la conciencia, la imaginación, la creatividad, la percepción del mundo y la sensibilidad social. A través de las historias que leemos, nos sumergimos en otros mundos, nos acercamos a sicologías complejas, a destellos de sabiduría y dramas personales que de otra manera no viviríamos. La lectura nos permite penetrar el mundo de una forma que solo con ella podemos lograr. Cuando se trata de temas que van más allá de la literatura, cuando hablamos de historia, ciencia o sociología, los conceptos se graban de manera más profunda y permanente que si lo viéramos en un documental. Y puesto que no hay lectura sin escritura, toda lectura de un texto nos impulsa a escribir nuestras propias experiencias que resultan, a final de cuentas, una terapia para entender o soportar los rigores de vivencias duras, difíciles de procesar.

– ¿La lectura es una apuesta contra el olvido?

Sí, contra el olvido, por supuesto, pero también sirve para olvidar ciertos aspectos de la cotidianidad personal, en favor de realidades alternativas que de otra forma se nos escaparían. Yo digo que es una forma de vivir muchas vidas en una.

– ¿La lectura nos hala  al deseo de escribir?

Como te decía antes, un verdadero lector no puede resistirse al deseo de escribir también, aunque solo sea para sí mismo. Y en esa experiencia tan íntima, tan suya, descubre que puede sacarse espinitas del alma, rearmar el rompecabezas de su vida, ponerle música y poesía a lo que antes solo era silencio y vacuidad.

–  ¿Nuestros compatriotas residentes en el exterior fueron tomados en cuenta en este Plan?

Qué bueno que me recuerdas este aspecto. El Plan Nacional de Lectura tiene diseñado, a partir de 2019, una serie de actividades en coordinación con la Cancillería, las embajadas y consulados, para los ecuatorianos residentes en varios países. Queremos, por ejemplo, crear clubes de lectura, con libros de autores ecuatorianos, tanto de literatura infantil como adulta. No queremos que se olviden o se avergüencen de sus raíces, tenemos que llegar a ellos con obras que los estremezcan y, al mismo tiempo, les hagan tomar consciencia de nuestra enorme riqueza cultural.

–  Hay gente que señala que no lee porque considera que los libros tienen un costo elevado para su economía , ¿cómo llegar a estos estratos con esta noble actividad?

La lectura en los sectores donde predomina la tradición oral es difícil, sí, por eso queremos contar con la ayuda de las radios comunitarias para transmitir lecturas en voz alta a esos sectores de la población, pero es solo el comienzo, poco a poco, a través de los llamados «libros dulces» las nuevas generaciones entrarán en el disfrute de la lectura. No queremos una lectura que sea obligatoria ni  calificada, sino que parta de una motivación propia, de una búsqueda personal. Que la población tome consciencia de que se trata de un derecho que no puede ser conculcado nunca más. Pasará algún tiempo hasta que eso se logre, claro, pero tenemos no solo la ilusión sino las estrategias necesarias como para lograrlo.

Estos son las ideas claras y precisas de Edgar Allan García que nos induce a pensar sobre las diferentes dimensiones de esta actividad tan plena y rica en sensaciones y emociones. Finalmente, la palabra la tienen ustedes estimados/as.

 

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periodista profesional ecuatoriana graduada en la Universidad Central de Ecuador. Tiene una amplia experiencia en Comunicación Institucional. Ahora ha incursionado en el periodismo con la misma vocación y empeño que lo hizo como Relacionadora Pública de importantes instituciones y personajes de nuestro país. Muy interesada en los acontecimientos políticos, culturales, sociales e históricos que se suceden en el día a día en Ecuador, se permite trasladar a ustedes el pensamiento, sentir y hechos de nuestro país Ecuador, para que los hermanos latinoamericanos estén oportunamente informados y motivados a para seguir adelante en la construcción de la Patria Grande.

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