Árboles Caídos, Abundantes Peligros

Un estudio de Rutgers llama la atención acerca de riesgos posteriores a una tormenta para los trabajadores del cuidado de árboles y provee recomendaciones de seguridad

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Los trabajadores de cuidado de árboles tienen uno de los trabajos más peligrosos en los Estados Unidos, regularmente encontrando alturas, condiciones resbaladizas, ramas caídas, equipo filoso y cables eléctricos

Mientras el cambio climático aumenta el riesgo en los árboles por tormentas severas, insectos, enfermedades, sequías e incendios, un estudio de la Universidad de Rutgers enfatiza la necesidad de mayor seguridad en las operaciones de cuidado de árboles.

Según resultados publicados en la revista American Journal of Industrial Medicine, trabajadores empleados por expertos en el cuidado de árboles y arbolistas con licencia fueron más propensos a recibir capacitación en salud y seguridad y en el uso de equipos de protección personal que empleados de empresas que no forman parte de la red de la arboricultura profesional. La investigación también muestra que los trabajadores de habla hispana a menudo tenían poco entrenamiento o no usaban equipo de protección personal.

Los trabajadores de cuidado de árboles tienen uno de los trabajos más peligrosos en los Estados Unidos, regularmente encontrando alturas, condiciones resbaladizas, ramas caídas, equipo filoso y cables eléctricos. La incidencia de lesiones aumenta después de las tormentas cuando «cazadores de tormenta» no calificados con sierras eléctricas y empresas de paisajismo ofrecen sus servicios a propietarios desinformados. Algunos municipios también tienen dificultades para manejar el daño a árboles con mano de obra capacitada inadecuadamente y equipos gastados. Anualmente, las lesiones causadas por el cuidado de árboles son responsables de cerca de 80 muertes de trabajadores y al menos 23,000 lesiones por sierras eléctricas atendidas en departamentos de emergencia. Muchas de esas lesiones son el resultado de capacitación y equipos inadecuados.

«Existe una idea equivocada de que la extracción de árboles es un trabajo que require poca habilidad, pero nada podría estar más lejos de la verdad», dijo Michele Ochsner, anteriormente de la Escuela de Administración y Relaciones Laborales de Rutgers. «Manejar árboles derribados por la tormenta sin ocasionas lesiones a personas o propiedades envuelve una variedad de habilidades técnicas y conocimiento acerca de cómo responden diferentes especies de árboles en las diferentes estaciones y condiciones climáticas».

Desde el huracán Sandy en 2012, Ochsner, junto con Elizabeth Marshall, epidemióloga ambiental y ocupacional de la Escuela de Salud Pública de Rutgers, y Daniel Lefkowitz, del Departamento de Salud de New Jersey, han estado analizando datos de vigilancia después de tormentas para evaluar los riesgos de lesiones relacionadas al trabajo con árboles. También realizaron entrevistas a expertos en cuidado de árboles privados y municipales para entender la experiencia de Sandy y sugerir formas para mejorar la seguridad.

Las tormentas y largas horas subsiguientes exacerban los riesgos significativos del trabajo. «Las brigadas de cuidado de árboles manejan miles de árboles caídos después de un huracán o incluso de la tormenta de nieve reciente. Se necesita conocimiento, equipo adecuado y coordinación para hacerlo de manera segura», dijo Marshall.

Aunque actualmente no existe un estándar de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional para la poda de árboles, las compañías deben cumplir con todas las normas generales de la industria establecidas por la red de asociaciones nacionales, regionales y estatales, dijo Marshall. Señaló que New Jersey aprobó recientemente una ley integral de licencias para ayudar a los consumidores a contratar empresas de cuidado de árboles que sigan los estándares del estado.

«Nuestras entrevistas con los trabajadores de cuidado de árboles revelaron una serie de recomendaciones para planificar previo a tormentas mayores», dijo Marshall. «Por ejemplo, las empresas y los municipios deben garantizar el mantenimiento adecuado del equipo, que los empleados estén debidamente capacitados en su lengua materna y que se les provea equipo de protección personal. Los consumidores deben trabajar con un profesional de cuidado de árboles con licencia para identificar árboles dañados o mal plantados y eliminar árboles y ramas muertas antes de la próxima gran tormenta. Entonces estarán listos cuando llegue el mal tiempo y los árboles caigan».

El equipo de investigación de Rutgers trabajó con un grupo asesor que representa muchos aspectos de la industria del cuidado de árboles. Uno de los socios era New Labor, un centro de trabajadores de New Jersey que representa a muchos trabajadores que hablan español. Louis Kimmel, Director Ejecutivo, declaró: «Cuando los árboles se caen, solicitamos ayuda a los profesionales de la industria del cuidado de árboles. También les pedimos que brinden capacitación en salud y seguridad a su mano de obra. Limpiar después de una tormenta no debe significar comprometer la salud y seguridad de los trabajadores para hacer el trabajo más rápido. Los trabajadores no deberían sacrificar sus propias extremidades cuando recorten y quiten las ramas de los árboles.»

 

 

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