El país ha gastado millones en los sistemas de escrutinio electrónico, en anuncios televisivos, en promociones políticos de los diferentes candidatos, en la Junta estatal de elecciones y todo el aparato gubernamental que se paraliza en esta época. Todo ese gasto se pudo haber usado para subir el presupuesto de las pensiones o para matar los ratones del Departamento de Educación que aparecieron esta semana y todos salieron corriendo del edificio. Gastamos millones para elegir a los candidatos que prometen hasta las chancletas con tal de ganar un escaño en la cámara, senado y alcaldías.
Nos da vergüenza porque se le sigue mintiendo a la gente para que crean en sus candidatos como si fueran una estatua de la Virgen la cual uno le tiene fe y le admira esperando algún resultado positivo de las oraciones. O sea, la política en la isla es más por fe que otra cosa según nos ha mostrado la historia. Todo es basado en hechos que podemos corroborar con solo ver la gente en la televisión que arrestan cuatrienio tras cuatrienio. Lo gracioso es que si los acusados y arrestados son de un partido en específico, entonces sus compañeros de partido restantes se hacen los ciegos, rompen todas las fotos en la oficina donde aparecen con el individuo acusado, lo niegan como Judas diciendo a los cuatro vientos, “No sé quién es ese corrupto”. Esto es a pesar que se paseaban juntos en el capitolio e iban a las fiestas y actividades para recolectar fondos.
En adición a esto, vemos como ahora andan todos los políticos de carrera bien asustados al ver que los candidatos independientes nuevos para gobernador y senadores saben de tecnología y están bien fuertes en las redes sociales. Lo bueno de la tecnología nueva y las redes sociales es que los partidos no pueden meterse a cambiar los resultados ni pueden comprar a los que lo publican. Tal parece que tampoco pueden engañar a los miles de jóvenes que se dan cuenta del pillaje y la corrupción partidaria existente.
Si le preguntamos a los candidatos de los partidos principales, cada uno de ellos dice que el ganó las elecciones. Todavía no se sabe a ciencia cierta quien va a ganar en las elecciones. Especialmente cuanto tienen candidatos independientes que no responden a presiones de ninguna índole.
Lo que no se han dado cuenta todos los políticos de carrera y el país completo todavía es que la Junta de Control ya ganó las elecciones en Puerto Rico el día que fue impuesta por el Congreso de los Estados Unidos de Norte América. Tenemos un panel de siete (7) gobernadores con un control absoluto del gobierno, del presupuesto y todas las agencias. Es la primera vez que tenemos personas que no fueron electas por los ciudadanos del país de forma democrática.
Aun así, nos dejan hacer unas elecciones para simular una democracia que no existe actualmente. Tenemos que darnos cuenta que nos mienten los políticos que dicen tener un plan financiero.
Esto debido a que los números y plan financiero del 2014 entregados por el gobernador actual a la junta de control están incompletos y llenos de errores. Todavía estamos descubriendo que también los municipios tampoco han reportado la verdad sobre sus finanzas y están actualmente en quiebra total. Como prueba de esto tenemos al municipio de Toa Baja el cual se le embargaron sus finanzas según el periódico local de la isla.
Esto es solo el comienzo del descubrimiento de la verdad de las finanzas de la isla. La junta va a tener una tarea ardua con las finanzas del país. Ellos van a trabajar para que los inversionistas obtengan su dinero lo más pronto posible. Para que esto suceda hay que hacer un nuevo gobierno temporero federal sin acceso a los corruptos ni a ninguno de los legisladores electos.
Los que salgan electos serán figurines que tendrán que jugar por cuatro años en el capitolio, sin dinero para gastar en fiesta baraja y botella, sin asesores y compartiendo una secretaria para todos. Lo que se haga en ese tiempo no tendrá relevancia ni valor alguno para el pueblo.
El gobernador o gobernadora electo en noviembre 2016, si sacan un 40% o menos no se pueden considerar como un resultado democrático ya que debería ser más de un 50% del electorado y tendríamos que ir a una segunda ronda. Pero esto no va a pasar en Puerto Rico debido a que ya el congreso nombró por decreto a la Junta de Control Fiscal para que gobierne la isla, acabe con las mentiras, identifique y saque los ineptos y cuadre las finanzas del país. Los Estados Unidos de Norte América no les creen a los políticos de carrera debido a sus malas experiencias y la falta de conocimiento.
El comisionado ó comisionada residente que salga electo no tendrá valor alguno en Washington, DC. Las promesas que se hacen por radio y televisión son un cuento de hadas que da vergüenza. Los comisionados residentes de Puerto Rico no pueden votar en el Congreso de los Estados Unidos, no tienen poder alguno sobre el congreso para hacer nada y dependen de otros para que lo dejen hablar si es posible. Ellos solo van a actuar y a trabajar en cosas que son rutinarias y de índole administrativo.
El gobernador o gobernadora que sea electo este noviembre tendrá un éxito rotundo debido a que la junta no le dejará robar, hacer chanchullos no elegir lo que hay que hacer. La Junta de Control Fiscal impuesta tendrá la última palabra de lo que se va a hacer en Puerto Rico en el 2017.
