JOE BIDEN Y AMÉRICA LATINA

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Foto: Cortesía IQ Latino

Es innegable que el futuro económico- comercial, social y geopolítico de América Latina recorrerá  nuevos rumbos una vez que el gobierno de Joe Biden se instale en la presidencia de los Estados Unidos,  a partir de enero de 2021. Debemos recordar que el voto latino fue determinante, para su triunfo, en estados como Florida, Texas, Nevada y Arizona y que el tema migratorio no pasará  inadvertido para las nuevas autoridades.

La nueva relación entre el próximo gobierno estadounidense y Latinoamérica es  un asunto que ha despertado el interés de académicos, politólogos, sociólogos, analistas internacionales, la prensa y decenas de actores, que en su mayoría coinciden en afirmar que sí habrá cambios de formas y enfoques, al estilo de Barack Obama. Es decir, la diplomacia dará paso a la amenaza o intimidación.

Entre tanto, hay voces que manifiestan que no habrá tales cambios y que deberíamos bajar las expectativas, toda vez que la política internacional de los Estados Unidos es política de Estado y no de gobierno. Además, hay que recordar que en el 2021 varios países de la región  elegirán nuevos mandatarios, posiblemente, de ideologías políticas contrarias a la de Biden.

En todo caso, las secuelas de la pandemia producida por el Covid-19 y su reconstrucción serán temas que captarán la atención de  los mandatarios de toda América. Además,  la presencia más activa de China y Rusia en América Latina quizás logre  despertar el interés de Washington hacia su “patio o parque trasero”.  Asimismo, la posibilidad que se reediten las protestas sociales ocurridas a finales de 2019, en varios países latinoamericanos.

Amerita recordar que los planes de Biden para América Latina expresados en su campaña se enfocaron al combate a la corrupción, el cambio climático y el fomento de las inversiones.

Al respecto, Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos,  nos da su visión sobre este hecho que tanto nos preocupa a los latinoamericanos.

1.- ¿Hasta qué punto se podría hablar de transformar, con Joe Biden, la agenda estadounidense respecto a su relación con América Latina?: quizás el cambio de tono, morigerar sanciones en contra de Cuba o Venezuela,  dejar la intimidación y hasta instalar el respeto mutuo, como deberían ser las relaciones internacionales.

Hay que fijarse, sobre todo, en la historia y en los antecedentes para darse cuenta cómo sería el Gobierno de Biden, respecto a sus relaciones con América Latina.

Recordemos que fue, justamente, el gobierno de Obama y Biden el que declaró a Venezuela “como amenaza extraordinaria”. Es decir, fueron ellos los que empezaron con el  proceso de bloqueo mucho más acentuado con respecto a Venezuela. Este sería el antecedente grueso.

Otro antecedente histórico es que los demócratas, en general, han sido mucho más guerreristas en la historia de  Estados Unidos respecto a su relación con el mundo. Si la pregunta va en el sentido de que va a ver un mayor diálogo o va a cesar el bloqueo económico a Venezuela o va a ver una cara más amable; al respecto, pienso que habrá más amabilidad pero el cuchillo listo para la puñalada artera por la espalda.

Otra característica de los demócratas es que son mucho más inteligentes y astutos. Quizás no tengan las formas bruscas de Donald Trump, pero a la vez que te sonríen te están atacando. Este es el típico accionar de los demócratas. Así obró Obama en su gobierno con hechos concretos, por ejemplo nunca cerraron la cárcel de Guantánamo a pesar de que ofrecieron.

Hay otros hechos concretos: Trump amenazó con invadir Venezuela pero nunca lo hizo. Es el único presidente que en 80 años no ha invadido ningún país. Lamentablemente, la gente se olvida de este detalle. No estoy defendiendo a Trump, estoy destacando hechos concretos. Trump intentó retirarse de Afganistán y Siria pero hay un fuerte “establishment” que demuestra que no es tan fácil retirarse de esas guerras, que han durado mucho tiempo, y que Trump las llamó “guerras interminables”.

Si hay esperanzas de que Biden vaya a establecer un gobierno más amable respecto a Nuestra América, ojalá sea así. Pero la historia y los antecedentes contradicen tal aspiración.

Otro hecho concreto es el Gabinete que está conformando Biden, en  los puestos claves está colocando gente que tiene antecedentes guerreristas que produjeron intervenciones militares en el pasado.

Terminar con el mandato de Nicolás Maduro en Venezuela  va a  ser el interés mayor del gobierno de Biden. Cuando Obama aflojó el bloqueo contra Cuba no lo hizo de buena gente. Lo hizo porque 50 años de un típico bloqueo no dio resultados y con esa nueva estrategia intentaron hacer lo mismo pero de otra forma. Ellos nunca dejarán de socavar la soberanía y la independencia de nuestros países. Cambiarán los estilos, los métodos, las formas. En este sentido los demócratas son muy estratégicos.

2.- Entre las prioridades que anunció Biden en su administración, no consta América Latina. Sus prioridades giran alrededor de la recuperación económica, equidad racial, cambio climático y la lucha contra el Covid-19.

Obviamente, los enfoques de política interna son diferentes, en este caso la lucha contra el Covid-19. Pero también son asuntos de forma porque los intereses de las farmacéuticas no cambian.

Biden en sus primeras declaraciones dijo que Estados Unidos tutelará al mundo, lo que significa que va a ver una política global, imperial, de intervención. Al contrario de Trump se preocupó más en la recuperación económica interna, en que las industrias regresen a los EU para generar empleo. Esta es la razón por la que Trump no ha dejado de ser popular en los EU, él sigue siendo electoralmente muy fuerte.

Con Biden  no habrá  grandes diferencias, quizás habrá matices en el comportamiento de los actores, ya que en el fondo EU sigue siendo imperio.

3.- Casa adentro,  Biden prometió a los hispanos, en su campaña electoral, enviar al Congreso el proyecto de Ley llamado “Ruta hacia la Ciudadanía”, a través del cual unos 11 millones de extranjeros indocumentados, en los EU, serían normalizados.

Esta fue una promesa de Barack Obama que no la cumplió. Al respecto hay un manejo mediático que nos hace creer que los demócratas son más democráticos, pero en el fondo no es así. Obama fue el mandatario estadounidense que más deportó gente, esto dicen las estadísticas. Ahora,  se espera que ojalá por el bienestar de los latinoamericanos que están allá se cumpla lo anunciado por Biden. Al respecto soy escéptico ya que siempre están pensando en cerrar las puertas a la migración, toda vez que la consideran una amenaza.

4.-También prometió que se aprobaría el proyecto “Dreamers” impulsado por Barack Obama, que beneficiaría a unos 700.000 jóvenes.

Ojalá lo cumpla.

5.- – En el caso de Centroamérica, la política exterior tendría que ver con la inmigración y el derecho de asilo.

Más atención le darán a la inmigración. Los intereses de EU se centran mucho en frenar la migración de latinoamericanos hacia los EU, esto no cambiará, la construcción del muro va a seguir ya que esto obedece a  una política de Estado de los EU.

6.- Además prometió enviar USD 4.000 millones que se destinarían al Triángulo del Norte de Centroamérica, conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador, con el fin de detener la migración a los Estados Unidos y la violencia que se dan en esos países.

La mejor política anti migratoria sería que los gobiernos de Centroamérica no sean neoliberales,  generen empleo, desarrollo económico y sean democráticos. Esta política debería apoyar los EU y no al neoliberalismo como sucede ahora. Con eso mucha gente no tendría ningún interés de migrar a los EU.

7.- Respecto al  combate al narcotráfico, no debemos pasar por alto que Biden fue uno de los arquitectos del Plan Colombia, al que destinaron USD 10.000 millones, para seguridad y lucha contra el narcotráfico.

En días anteriores, la Comisión Bipartidaria de Republicanos  y Demócratas del Congreso de los EU declararon que el Plan Colombia es un fracaso. La siembra,  comercialización, exportación  de la cocaína en Colombia sigue creciendo.

El Plan Colombia tuvo otros objetivos, básicamente, geoestratégicos. En el fondo la lucha contra el narcotráfico es falsa, no hay políticas serias, sociales y económicas  contra el narcotráfico tendientes a que ese fenómeno no se reproduzca. Al narcotráfico se lo utiliza como herramienta geopolítica y geoestratégica para intervenir en los países, este es el punto. Ya vamos desde hace un siglo con esta típica estratégica de combate a las drogas.

Realmente, los que se benefician con este fenómeno son los mismos EU, donde se lava dinero, donde un kilo de cocaína en Colombia cuesta un precio mínimo al  llegar a los EEUU se multiplica varias veces.

10.- Otro caso es la relación con Brasil, en torno a la postura de Jail Bolsonaro de desforestar la Amazonía que, prácticamente, es el pulmón vegetal del mundo.

Donald Trump y Bolsonaro tuvieron una relación cercana. Bolsonaro se dio gusto  burlándose de las elecciones de los EU y  en forma irónica preguntó “ya terminaron las elecciones en los EU”.

Respecto a Biden, Bolsonaro dio declaraciones fuertes  al decirt “siempre se puede hablar a través de la pólvora”. Entonces no creo que vaya a ver relaciones fraternas entre Brasil y EU. A pesar de que son dos mandatarios de derecha, en sus declaraciones los dos han expresado contradicciones.

11.- Otras de sus preocupaciones con respecto a Latinoamérica serían su relación con Nicaragua y  México.

El presidente mexicano, Manuel López Obrador, hasta la presente no felicita a ningún presidente, porque el órgano encargado de oficializar y  dar por terminado el proceso eleccionario todavía no se ha pronunciado. Manuel López  junto con Putin todavía no han felicitado a nadie. A mi parecer las relaciones de Biden con López van a ser un poco tensas.

12.- Biden ofreció convertir a Puerto Rico en un estado de la UNION, con un plan para reactivar la economía.

Esa es una aspiración histórica de los gringos de acabar de colonizar y conquistar Puerto Rico. Empero, el pueblo tendría que decidir si someten o no  a esas pretensiones.

13.-  Considera que se revalorará la gestión de la OEA y el BID, estos dos organismos continentales.

La OEA no va a dejar de ser el Ministerio de Colonias, eso no va a cambiar. El BID se va a convertir en una herramienta más de condicionamiento geopolítico para los países de América Latina.

 

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periodista profesional ecuatoriana graduada en la Universidad Central de Ecuador. Tiene una amplia experiencia en Comunicación Institucional. Ahora ha incursionado en el periodismo con la misma vocación y empeño que lo hizo como Relacionadora Pública de importantes instituciones y personajes de nuestro país. Muy interesada en los acontecimientos políticos, culturales, sociales e históricos que se suceden en el día a día en Ecuador, se permite trasladar a ustedes el pensamiento, sentir y hechos de nuestro país Ecuador, para que los hermanos latinoamericanos estén oportunamente informados y motivados a para seguir adelante en la construcción de la Patria Grande.

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