Una maravilla llamada alcachofa

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Los alimentos industriales cargados de azúcar, simuladores o saborizantes estabilizadores y grasas saturadas del tipo trans, unidos a una cultura de nutrición incorrecta, hacen que el hígado se llene de grasa y no procese el colesterol correctamente.

En la lucha contra el aumento de peso, el colesterol alto, el metabolismo bajo —con aumento de glucosa en sangre— y el ácido úrico alto, son el día a día en la atención a pacientes. En la búsqueda de soluciones se han creado drogas para bajar el colesterol, como las estatinas, así como fármacos para bajar la tensión arterial y regular la glucosa en sangre (metformina, insulina). Pero, justo antes de utilizarlos, debiera incentivarse el uso de un maravilloso producto natural, la cynarina, presente en la planta de alcachofa.

Cuentan que Zeus se enamoró de una bella joven y se la llevó al Olimpo. Sin embargo, la chica extrañaba mucho a sus padres y fue a visitarlos sin permiso del dios. Este se enfadó y la castigó convirtiéndola en flor. La joven se llamaba Cynara, y de ahí viene el nombre de la apreciada flor.

La legendaria planta, de la cual se consume su flor, es una deliciosa herramienta en la prevención de los males antes citados, debido a la Cynara (cinarina). Esta sustancia hace disminuir la producción endógena de colesterol malo, aumentando las bilis y arrastrando los desechos por el colon. Además, nivela la glucosa en sangre y baja los niveles de ácido úrico.

Beneficios: fuente de calcio y fósforo para los huesos, mejora la función cardiaca, altas proporciones de potasio, y bajas de sodio; disminuye la presión arterial, rica en vitaminas B1, B3, B5 y B6, además de la C; baja en azúcares, alto valor antioxidante, depurativo hepático, renal y sanguíneo; propiedades antiedad, por la capacidad de alcalinizar el organismo; digestivo eficaz, antirreumático, antigrasas, en especial en dietas de adelgazamiento. Esta planta puede nivelar los niveles de colesterol malo y de triglicéridos en sangre, tal como hacen las estatinas usadas hoy en día, pero sin los efectos colaterales de estas.

Se puede consumir en ricas ensaladas, en arroz con alcachofa, tiras de pollo y almendras, o rehogadas con jamón y huevos. Acompañada de una copa de vino, es una estupenda cena.

Además, puede prepararse una infusión de alcachofa. O hervir dos o tres en dos litros de agua, por 15 minutos. Dejar enfriar y tomar un vaso después de las comidas principales. También el extracto de alcachofa en cápsulas como forma de suplementación (de 600 hasta 1200 mg), dos después de las comidas.

No obstante, lo importante es mejorar el estilo de vida, solo tomar alimentos saludables, controlar el peso y examinar con tu médico el colesterol y los niveles de azúcar. También puedes valorar con un nutricionista la posibilidad de otros usos de esta maravillosa planta.

www.DrLuisMontel.com

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