¿Qué hacer si mi hijo “moja la cama”?

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Orinarse en la cama es un «accidente» muy común entre niños, adolescentes y adultos, y causa vergüenza y problemas psicológicos. A «mojar la cama» sin poder controlarlo, aunque se intente, se le conoce como enuresis o incontinencia urinaria.

Entre sus características está la emisión repetida de orina durante el día o la noche, en la cama o en la ropa. En la mayor parte de los casos, ocurre de forma involuntaria, aunque en raras ocasiones es intencional.

Se considera enuresis cuando la persona se orina al menos dos veces por semana, durante un mínimo de tres meses. O cuando tiene un malestar clínicamente significativo o sufre deterioro social, académico, laboral…

Hay tres tipos:

-La nocturna, durante el sueño, es la más frecuente. Ocurre casi siempre en el primer tercio de la noche.

-La diurna ocurre mientras estamos despiertos. Es más frecuente tras los nueve años de edad. Suele ocurrir en las primeras horas de la tarde en los días de escuela. A veces se debe a una resistencia a usar el inodoro por ansiedad social o por una preocupación relacionada con la actividad escolar o del sueño.

-La nocturna y diurna combina los dos tipos anteriores.

¿Hasta qué edad es normal que un niño moje la cama? Si es muy pequeño, no se puede hacer un diagnóstico de enuresis. La persona debe haber alcanzado una edad en la que se espera el control de la orina. El niño debe tener al menos cinco años de edad.

Si tiene retraso mental, debe tener una edad mental de al menos cinco años. Estamos hablando de edad «mental», o sea que el niño con retraso puede tener una edad cronológica de quince años, pero su edad mental es de cinco. Esto debe ser evaluado.

También es importante determinar que la incapacidad de «contener la orina» no se deba a los efectos fisiológicos directos de un diurético, ni a una enfermedad médica como la diabetes, espina bífida…

¿Cómo puede afectar la enuresis al niño?

-Limita sus actividades sociales. Por ejemplo, que no pueda dormir fuera de casa.

-Afecta su autoestima.

-Crea un grado de ostracismo social al que le sometan sus compañeros. Se siente rechazado o ridiculizado por los demás.

-Problemas emocionales por el sentimiento de cólera, unido al castigo y el rechazo ejercido por sus padres y cuidadores.

 

Si su niño sufre este trastorno, lo primero que debe hacer es descartar alguna dolencia física o enfermedad, y después buscar ayuda de un experto en psicología infantil o un terapista familiar. Casi siempre es un síntoma de otros problemas emocionales o familiares subyacentes.

www.NancyAlvarez.com

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Nancy Álvarez es doctora en psicología clínica con maestría y post grados en terapia familiar, de pareja y sexual, también tiene una maestría en Programación Neurolingüística (PNL) y es hipnoterapeuta. Actualmente cursa un doctorado en Sexualidad en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, impartida por la Universidad de Almería de Andalucía, España. En la actualidad se encuentra en Educación.

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