El antropólogo peruano Edilberto Jiménez, testigo de la violencia terrorista que azotó Perú en la década de los 80, recopiló en su reciente libro su forma de interpretar los sufrimientos padecidos por los peruanos en tiempos de la pandemia del Covid-19 que provocó miles de muertos y niños huérfanos.
Conocido como un ingenioso dibujante y maestro de los retablos ayacuchanos, Jiménez presentó recientemente “Nuevo Coronavirus y Buen Gobierno” (2021) cuyo título se asemeja a “Nueva Crónica y Buen Gobierno”, escrito en 1615 en la época de la conquista española por Felipe Guamán Poma de Ayala, quien relató con dibujos a mano los sufrimientos de miles de indígenas en el virreinato del Perú.
”La desgracia es para los de menos de tener, quienes más padecen este dolor humano”, afirmó Jiménez, al dibujar a pulso cerca de 750 bocetos, de los cuales escogió un centenar de impactantes ilustraciones para su nuevo libro, coeditado por el fondo editorial del Instituto de Estudios Peruanos y la Embajada de España en Perú.
“En un momento donde las estadísticas y los números ostentan la representación definitiva de la realidad estas imágenes muestran cómo en la vida íntima y en la muerte invisible, podemos observar las fallas estructurales de nuestra comunidad nacional”, comentó el estudioso Víctor Vich, profesor de estudios culturales de la Universidad Católica del Perú, quien escribió el prólogo del libro del artista y antropólogo.
Desde el mes de marzo del 2020, Jiménez, vivió de cerca los estragos de la pandemia en las calles, hospitales, mercados de su distrito y barrios limeños. Había llegado desde Ayacucho a su casa, en San Juan de Lurigancho, y se encontró con un horror: sus familiares y vecinos habían sido víctimas del virus y en ese entonces no se habló de una vacuna y de inmunización contra este flagelo mundial.
En 2005, Jiménez publicó su primer libro: “Chungui: violencia y trazos de memoria”, en el cual narra mediante cientos de dibujos sus testimonios de los sobrevivientes en Oreja de Perro, epicentro de los horrores de la guerra interna entre el grupo terrorista Sendero Luminoso y las fuerzas armadas.
El primer dibujo de su nuevo libro muestra la reacción de una familia de la clase trabajadora que mira estupefacta el anuncio televisivo del inicio del estado de emergencia y la cuarentena obligatoria para evitar la expansión del virus, dispuesto por el gobierno peruano en el 2020.
“Yo siempre pensé que estuve en una guerra maldita ante un enemigo invisible. Decididamente me enfrenté al virus con mi lápiz (fusil), mi cuaderno (escudo), caí, lloré, sufrí. Recibí el valor de los compañeros para mejorar y seguir en esta batalla interminable”, sostuvo Jiménez en comunicación vía internet.
Otras escenas recogidas por sus dibujos a manos, nos muestran a moribundos frente a la puerta de un hospital colapsado, a la policía persiguiendo a palos a los vendedores ambulantes que salen a las calles a ganar algunas monedas para comer, a millones de desempleados o a una familia que observa morir al padre por falta de oxígeno.
“El momento doloroso que sentí, es cuando cayó abatido cerca de mí un hombre de edad, y la gente se alejaba diciendo es coronavirus, luego llegó la ambulancia y se llevó quién sabe volvió a la vida o se convirtió en cenizas. Después vi tantos momentos de dolor, y no paré de seguir dibujando”, explica el conocido antropólogo ayacuchano.
Jiménez afirma que, aunque el virus es mortal, ha visto dos tipos de pandemia: una para el pobre y otra para el que tiene dinero. “Vivimos una completa desigualdad, el pueblo sigue buscando justicia, salud, educación”. Según Vich, los personajes que aparecen en los dibujos de Jiménez, muestran la injusticia cruel de la vida peruana.
Jiménez, quien sufrió en carne propia al ser contagiado con el coronavirus, no desistió en seguir dibujando y reuniendo testimonios con un lápiz y una libreta “También sentí ese dolor cuando salí positivo y luego aislado de la familia, con economía precaria, pero no baje la resistencia, lo gané y perdí el miedo a coronavirus, aprendí a vivir y ayudar a los que contraen tal virus”, nos cuenta en su correo electrónico desde la ciudad de Lima.
El mensaje principal del trabajo realizado por Jiménez, es evidenciar la desigualdad económica que afectó violentamente al más pobre. Es una obligación leer este libro cuyo valor es registrar los hechos irreversibles de la pandemia en la historia peruana, en tiempos donde el calendario señala la conmemoración del Bicentenario de la independencia como república.