La canción dice: “¡qué bonita es Barcelona!” Y así lo es, lo cual la hace muy popular entre viajeros conocedores. La capital de Cataluña, Barcelona es un imán turístico –con más de nueve millones de visitantes hospedados en hoteles de la ciudad por una noche o más para disfrutar de sus encantos en el 2019, según cifras de la oficina de turismo. Su popularidad viene de sus siete playas con más de tres millas en las costas del Mediterráneo, su excelente comida y vinos, su singular arquitectura y sus muchos puntos de interés.
Qué ver: Un sitio perfecto para comenzar una visita a Barcelona es Las Ramblas, posiblemente la calle peatonal más famosa de España, que lleva del Monumento a Cristóbal Colón hasta la Plaza de Cataluña y está colmada de cafés al aire libre, “estatuas vivientes,” tiendecitas de souvenirs y flores. También está coronada con un mercado de fama mundial, fundado en el 1840, La Boquería.
La Boquería, un mercado bajo techo lleno de colorido, es ideal para un almuerzo o para hacer un paréntesis refrescante, quizás disfrutando de un emparedado con jamón y quesos locales y un batido hecho con frutas frescas durante una excursión por la ciudad. A la venta hay todo tipo de vegetales, frutas, pescados, mariscos, carnes, aceitunas, nueces y mucho más –cada día 200 comerciantes ofrecen sus productos y mercancías en el mercado.
Otro punto de gran interés en Barcelona es La Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia en Plaza de la Seu, en el Barrio Gótico de la ciudad. En estilo de renacimiento gótico, es bella, con dos torres y la tumba de la mártir Santa Eulalia, patrona de Barcelona, en la cripta. En un patio interior los visitantes pueden ver el Pozo de los Gansos, que data del Siglo XV. En ese patio viven a sus anchas 13 lindos gansos blancos que simbolizan las 13 torturas que sufrió la santa.
Y naturalmente, nadie se va de Barcelona sin dedicarle bastante tiempo a su arquitectura, que como la de ciudades como Brasilia y Valencia es excepcional y está relacionada mayormente a las obras maestras de un arquitecto, el modernista Antoni Gaudí, su hijo nativo más famoso (en el caso de Brasilia el arquitecto es Niemeyer, en el de Valencia es Calatrava). Gaudí, quien dejó su huella en Barcelona a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, desarrolló un estilo muy suyo caracterizado por la libertad de forma y la unidad orgánica –al parecer no le gustaban las líneas rectas. Una vez señaló que “Nada se inventa, pues está escrito en la naturaleza primero.”
Gaudí nació en el 1852 y la naturaleza fue su musa. Su estilo incorpora paredes y techos curvos, columnas retorcidas, arcos parabólicos, chimeneas espirales y estructuras simbólicas, con frecuencia creando formas inspiradas en huesos de animales, en árboles y plantas. Frecuentemente utilizaba pedazos y fragmentos de cerámica y vidrio. Gaudí trabajó casi totalmente en Barcelona y puso el sello de su estilo distintivo en la ciudad.
Entre las visitas obligadas a la arquitectura de Gaudí en Barcelona se encuentra La Sagrada Familia, una basílica neogótica comenzada en el 1882 y que seguía en construcción cuando Gaudí murió en el 1926 –todavía es un trabajo en curso que se espera se termine en el 2026. Esta icónica iglesia, que se ha convertido en un símbolo de Barcelona, tendrá 18 torres (12 para los Apóstoles, cuatro para los Evangelistas, una para Jesús y una para María. Consagrada como basílica por el Papa Benedicto XVI en el 2010, tiene bellos vitrales y un sorprendente “bosque” de árboles esculpidos en su interior –algo que rara vez se ve en una iglesia.
Parc Guell, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, otra de las obras maestras de Gaudí es un parque público en Carmel Hill en el distrito de Gracia con jardines y obras del arquitecto creadas entre el 1900 y el 1914, incluyendo un largo banco en forma de serpiente adornado con pedacitos de cerámica.
Otros imperdibles de Gaudí incluyen la Casa Batlló, que data del 1904-06 con temática de San Jorge y el dragón (con un dragón en la azotea) y que la gente local llama “la casa de los huesos” pues parece representar esqueletos y huesos. Expertos han calificado su estilo “orgánico” como “una sonrisa arquitectural.” Se encuentra en el Paseo de Gracia en el corazón de Barcelona. La Pedrera, a veces llamada Casa Mila, a unos pasos de la Casa Batlló es otra obra de Gaudí. Data del 1906-12, y es un edificio de varios niveles con paredes que tienen la forma de olas del mar en el exterior.
Dónde dormir: Nosotros nos hospedamos en el Hotel Majestic, en el Paseo de Gracia, desde donde se puede caminar a la Casa Batlló y La Pedrera entre otros puntos de interés. Cuenta con un spa. Informes: https://majestichotelgroup.com/en/barcelona/hotel-majestic.
Dónde comer: Para especialidades del Mediterráneo pruebe Etapes, Enric Granados 10. Su paella marinera es un platillo popular.
Mayor información sobre Barcelona: https://www.barcelonaturisme.com/wv3/es/