Carta dirigida a la gobernadora Wanda Vázquez, que hicieron llegar varios líderes comunitarios sobre diferentes aspectos de la pandemia en sus comunidades
3 de abril de 2020
Hon. Wanda Vázquez Garced
Gobernadora de Puerto Rico
La Fortaleza
San Juan, PR
Estimada señora Gobernadora:
Estamos muy conscientes del gran reto que representa para Puerto Rico y para el mundo entero la pandemia del COVID-19. Nosotros como ciudadanos estamos haciendo nuestra parte, tomando medidas de salubridad y acatando la orden de aislamiento y el toque de queda. A la vez como líderes comunitarios estamos en el frente de batalla sirviendo de apoyo a nuestras comunidades y es en ese carácter que le hacemos esta comunicación con la esperanza de que llegue a usted. La experiencia nos ha enseñado que la estructura de gobierno limita o impide en muchas ocasiones que los gobernantes conozcan de primera mano el sentir de la gente que representan. Lamentablemente, eso se agrava en situaciones de emergencia.
Somos un grupo de personas de distintas partes de Puerto Rico que forma parte de una amplia red de líderes comunitarios. Sentimos el deber de comunicar y que se escuche de nuestra boca las situaciones que se están repitiendo en muchos lugares y las preocupaciones que tiene la gente. Nuestras palabras son las de gente sencilla que todos los días enfrenta muchos retos. Como líderes, pero también como residentes de comunidades, estamos cerca y al lado del que sufre en la escasez y ahora tiene miedo de quedarse una vez más al final de la fila. Sin acceso a pruebas, a medicinas o servicios y trágicamente muy posible, aún con la necesidad, sin acceso a un ventilador.
Nosotros somos ese pueblo de Puerto Rico al que usted menciona en sus mensajes, sin embargo no se nos incluye en ningún task force, ni se nos pregunta ni convoca. Queremos participar y estamos disponibles. Como líderes comunitarios, tenemos mucha experiencia, conocemos el perfil de nuestras comunidades y las necesidades de nuestra gente, y siempre hemos estado dispuestos a colaborar. Podemos servir de enlace con las autoridades del estado para asegurar que las ayudas llegan a donde tienen que llegar. Adjunto algunas de nuestras preocupaciones y recomendaciones:
- Preocupación por la salud mental
No se ha considerado la salud mental y otras situaciones sociales que se exacerban durante procesos como una cuarentena y el “distanciamiento social” . No ha habido una estrategia eficiente de orientación y apoya la ciudadanía. Esto sumado, a la inconsistencia de la información provista, provoca un estado de angustia y desasosiego general.
Los servicios relacionados a la salud mental y situaciones sociales ya eran limitados antes de la pandemia, y ahora se han restringido aún más.
Ej: Los trabajadores sociales que laboran en Vivienda Pública brillan por su ausencia. Ahora trabajan “remoto”. Consideramos que los servicios de trabajos sociales son servicios esenciales para muchas de las familias de nuestras comunidades.
- Poblaciones vulnerables
Hay muchos viejitos solos en sus casas. Necesitan apoyo para su comida y medicinas. Además de la población de personas sin hogar, que por las circunstancias ven restringidos los limitados servicios que estaban disponibles. En este momento sus vidas están más expuestas que nunca. Nuestra población de personas mayores también está más vulnerable en este momento.
- Brecha digital
Hay una falsa percepción de que todos tenemos acceso adecuado y eficiente a la tecnología e internet. El liderato de las comunidades ha tenido que asumir el apoyo a los niños de sus comunidades para cumplir con el proceso de educación a distancia. Atender a los niños desde su hogar o abrir centros tecnológicos y sacar copias de la materia y brindar apoyo en asignaciones, etc.
Preocupa el acceso para la solicitud de la ayuda suplementaria de alimentos (cupones) para los que han perdido su empleo o trabajan por cuenta propia y por el toque de queda no pueden generar ingresos. La plataforma es ineficiente para atender la emergencia. Esto se complica cuando el servicio de comedores escolares no está disponible para nuestros niños.
- Alimentación
Muchas de nuestras familias con niños, complementan sus recursos para alimentos con su trabajo por cuenta propia, los servicios del PAN y los servicios de comedores escolares. Al no poder generar ingresos y no contar con los servicios de comedores escolares, se está limitando el acceso a una alimentación saludable, tan necesaria en estos tiempos.
Muchos viven solos y carecen de acceso a una alimentación básica.
- Acceso a servicios y materiales de salud
Nos preguntamos ¿cuál será el protocolo en caso de surgir una cantidad de casos que excedan la capacidad de los hospitales que se han designado para atender a los afectados por el COVID-19. ¿Cómo se garantizará el derecho a la salud de nuestras familias más desventajadas? ¿Cuáles serán los criterios para que una persona tenga acceso a un ventilador sobre otra?
La mayoría de los que están en el frente de esta emergencia ahora mismo, enfermeras, paramédicos, terapistas, cajeros en colmados, farmacias, restaurantes y gasolineras, personal de mantenimiento de hospitales y lugares de servicio, policías, bomberos, etcétera, provienen de nuestras comunidades, pero no cuentan con el equipo necesario (mascarillas, desinfectante, guantes, máscaras protectoras) para protegerse ellos y evitar más contagio. No existe un protocolo o iniciativa para asegurar que se les reparte a estas personas primero.
Otra área de necesidad que requiere atención son los medicamentos de las personas mayores.
- Ausencia de participación comunitaria
Es reconocido por todos el rol del liderato y organizaciones de base en el manejo de la emergencia del huracán María y los temblores en la zona sur oeste. Sin embargo, se hace evidente la ausencia del liderato comunitario dentro de las instancias donde se evalúan estrategias y se toman las decisiones vitales para nuestro país. Reclamamos participación activa en estos espacios decisionales.
- Procedimientos a oscuras
Se sigue legislando, se toman decisiones y aprueban leyes sin debate público ni participación de la ciudadanía. Se flexibilizan los procesos de compras y subastas, no hay fiscalización ni rendición de cuentas. Los malos manejos no tienen consecuencias y paga la gente doble, porque nos cuesta y lo peor porque no recibimos el servicio o tarda mucho más.
Tan cercano como el 1 de abril el Departamento de la Vivienda publicó cambios sustanciales el plan de acción de los fondos CDBJ y políticas generales, todo esto a sabiendas que la ciudadanía se encuentra acuartelada en sus hogares, con toda su atención puesta en protegerse y sin posibilidad de movilización restando así nuestro derecho a la participación
Estas son solo parte de muchas preguntas y situaciones que no se han resuelto. Nosotros como líderes y residentes de comunidades de ingresos bajos y moderados continuaremos atendiendo a nuestra gente, como siempre lo hemos hecho, con pocos recursos pero mucho compromiso. No aceptamos seguir al margen cuando la vida de mucha gente está en juego. No buscamos dádivas ni regalos. Podemos aportar y acelerar la atención a las personas de las comunidades. Solicitamos un espacio en la mesa que represente a las comunidades de toda la isla y que nos permita salvaguardar el derecho a la vida y exigir el derecho a igualdad de acceso a los servicios y suministros que se están pagando con dinero público. Este virus lo paramos unidos.
Respetuosamente,
Omayra Ríos
Comunidad Shangai, San Juan
787-410-5599
Carlos Iván Pérez García
Comunidad Playa Húcares, Naguabo
787-438-8798
Danalis Dávila
Comunidad la 23, Loíza
787-941-6330
Miriam Matos
Comunidad Buenos Aires, Caguas
(787) 685-7918
Ivelisse Esquilín
Comunidad La Hormiga, Juncos
Comunidad [email protected]
787-527-3159
Lucia Santana
Residencial Manuel A. Pérez
787-910-7171
Ronald Fry
787-909-6303
Comunidad Playa Húcares, Naguabo
Miguel Sánchez
Comunidad Rancheras Frailes, Yauco
787-546-8709
Maricelis Rivera Santos-MPR, Lic. R-1031/ MA
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