El desarrollo tecnológico en el siglo XXI ha sido vertiginoso, y creo que me quedo corta con el adjetivo. Esto ha hecho que la sociedad evolucione en todos los aspectos al mismo ritmo. Uno de ellos es el laboral. Recuerdo mi infancia cuando se nos preguntaba a los niños qué queríamos ser cuando creciéramos: unos, lo más aplicaditos, querían ser médicos, ingenieros o maestros; otros, más creativos, decían que querían ser astronautas o bailarinas. Todas son profesiones muy respetables que siguen siendo necesarias hasta el día de hoy. Sin embargo, cuando le preguntas a los niños de hoy qué quieren ser al crecer, muchos responden: youtuber, blogger, desarrollador de apps, community manager… (¿Qué? ¿Y eso qué es?).
Antes de entrar en pánico, es importante tomar en cuenta lo siguiente para poder orientar bien y apoyar a los niños y a los jóvenes que están decidiendo su futuro.
Hay que dejar los prejuicios atrás y abrir la mente: Si una persona tiene el talento necesario es muy probable que pueda ganarse la vida desempeñándose en cualquiera de estas novedosas áreas. Es posible que pienses que tu hijo tiene más oportunidades siendo abogado que teniendo su propio canal de YouTube, pero la realidad es que, si tienen éxito, esas nuevas estrellas de internet son muy bien remuneradas.
Hacer hincapié en que, independientemente del área, la educación formal siempre es necesaria: Algunos pensarán que ni siquiera se necesita estudiar para dedicarse a manejar unas redes sociales. Nada más lejos de la verdad. Por ejemplo, si tu hijo quiere dedicarse al desarrollo de sitios web o aplicaciones, puede estudiar informática. Si quiere entrar en el campo de la comunicación, hay muchas carreras relacionadas que lo pueden formar y darle las herramientas que necesita para tener éxito. Esto también le abrirá más posibilidades dentro del mismo campo.
Dentro de todas las profesiones, hay una ética que acatar: Los médicos tienen el Juramento Hipocrático, los abogados, los periodistas, los maestros tienen sus respectivos códigos éticos. Como estas carreras son muy nuevas, no están muy reglamentadas. Siendo así, es importante que los niños y jóvenes sepan que su actuación laboral es un reflejo de sus valores y principios personales, para que no crucen ninguna raya que los pueda perjudicar.
Respetar su personalidad y lo que los hace felices: Sin importar lo que decidan ser o hacer, mientras esté dentro de lo legal y lo decente, lo fundamental es que lo hagan con pasión y den su mejor esfuerzo por destacarse. En última instancia, lo que quieres es que tu hijo tenga una vida feliz, que sea estable económicamente, productivo y se sienta pleno con su trabajo, entonces guíalo de la mejor manera, respetando sus inclinaciones y preferencias laborales.
@PosadaLifeCoach