En Puerto Rico siguen los arrestos y entrega de alcaldes a los federales por cargos de corrupción. Todo el sistema de gobierno central y municipal sigue en peligro de estar podrido con acuerdos entre personas y corporaciones que donan a un Súper PAC para no tener que identificarse por nombre al donar pero que luego de las elecciones salen de la tierra como la yerba mala buscando los contratos millonarios y dando mordidas a los alcaldes y funcionarios públicos.
El caso no es por el bipartidismo. El caso es por la falta de vergüenza y compromiso con la sociedad puertorriqueña. Es un sistema de discriminación política una vez que sube uno y baja el otro. Una vez que gana un político, comienzan a contratar personal de confianza sin control. La confianza de los hermanos, primos, sobrinos, hijos y hasta la abuela guisa en un puesto de asesora.
La corrupción existe porque no hay un sistema electrónico transparente donde aparecen todos los empleados, los contratos, las subastas en vivo, las gestiones municipales en vivo para que todos los ciudadanos sepan los acuerdos que existen y las compañías que están guisando por debajo de la mesa. A veces, para que no aparezca el mismo nombre de la compañía repetida, se cambian el nombre pero se comparten los empleados.
Lo interesante del caso de Puerto Rico es que los mismos contratistas son los que han estado negociando con los agentes federales para ser testigos del pueblo y tirar al medio a todos los políticos corruptos que han cogido mordidas en metálico y especie. La brea gratis a las carreteras de la ciudad, un dólar por cada pie cuadrado de brea, relojes rolex, motoras, carros de lujo y hasta marquesinas, son parte de los beneficios obtenidos por los políticos que ahora están acusados por corrupción.
Es muy gracioso ver ahora como algunos alcaldes se están desafiliando de sus partidos para dar la impresión que no pertenecen a la ganga de corrupción. Tampoco quieren sufrir el caso de culpabilidad por asociación. En muchas de esas reuniones de partidos han invitado a los contratistas escogidos para que hablen y presenten sus productos y servicios a los alcaldes. Muchos han ido hasta la Fortaleza a servir de asesores invitados.
En esta época se puede ver la evolución del desencanto con el gobierno actual. Ya hay legisladores que han anunciado su interés por las alcaldías. Por ejemplo, el presidente de la Cámara de Representantes, Rafael “Tatito” Hernández ya anunció que quiere ser alcalde del pueblo de Dorado para el 2024.
Se vislumbra un montón de candidatos independientes por desconfianza en los partidos PNP y PPD. Los partidos emergentes seguirán creciendo para servir de guardianes para alertar sobre los chanchullos de la mayoría.
Todavía falta una decena de alcaldes adicionales que serán arrestados por corrupción. Solo es cuestión de tiempo.
