Se ha hipotecado la economía de la isla por los próximos 40 años
En esta nota ofrecemos unos factores para comprobar que la deuda de los 70 mil millones que tiene Puerto Rico con los bonistas no es responsabilidad de los ciudadanos de la isla. Esto es debido a que la deuda fue contraída por las corporaciones públicas del gobierno, los gobernadores y legislaturas, las cuales en ningún momento le solicitaron de forma democrática al pueblo pedir prestado ese dinero.
Este tipo de acción irresponsable de contraer deudas para pagar las nóminas del gobierno y para dar una idea ficticia de la economía de Puerto Rico, es lo que al final provocó la llegada de una Junta de Control Fiscal enviada por el Congreso de los Estados Unidos de Norte América.
Lo mas injusto de todo es que ahora la gente pobre que no dio el permiso para incurrir en esta deuda tan gigante tiene que pagarla por medio de un recorte al retiro, al Seguro mèdico, despidos, recortes en la Universidad de Puerto Rico, a los servicios esenciales de todos los ciudadanos, y quien sabe que mas hay en planes. Se ha hipotecado la economía de la isla por los próximos 40 años si es que comienzan a renegociar las deudas con la corte federal.
Los que deben pagar la deuda son los irresponsables del gobierno que dieron el permiso y firmaron esos préstamos.
El racismo y clasismo del gobierno de los Estados Unidos y su presidente no solo se nota con la negativa de nunca hacer a Puerto Rico un estado, pero también con lo lento e ineficiente que se ha trabajado con FEMA y la reconstrucción de las casas y estructuras que se llevó el huracán María.
En el nuevo congreso electo podrán escribir resoluciones y presentar proyectos junto a los comisionados residentes, pero eso de nada sirve si no hay el respaldo de la mayoría del congreso.
Aun siendo estado, no se va a perdonar la deuda que tiene Puerto Rico de 70 mil millones. Todavía la economía, la falta de médicos, el pago por los artículos con arbitrios bien caros, el usar las flotas americanas para traer la comida a Puerto Rico seguirá estrangulando la economía.
La salud de los habitantes de Puerto Rico está cada día más a riesgo debido a los planes médicos que toman el dinero para sus administradores y le dan lo mínimo a los proveedores y médicos. Ahora mismo con el Plan Vital, muchos pacientes van a pedir servicios médicos y le son negados porque no han firmado contratos con sus médicos y proveedores.
No se le debe prometer a Puerto Rico lo que sabemos que no va a suceder. La costumbre de hablar en los medios prometiendo que Puerto Rico se encamina a la estadidad ha sido una constante mentira y solo engaña a los pobres seguidores fieles de un partido político.
Para que Puerto Rico sea estado hay que seguir unos pasos que toman décadas. Lo primero es pagar la deuda a los americanos que se les tomó 7 mil millones de dólares prestados. Esos bonistas o prestamistas tienen muy buena amistad con los miembros del congreso. El congreso debe aprobar el añadir a Puerto Rico como parte de la nación. Hasta que no se pague la deuda, los bonistas tendrán a los congresistas agarrados por el rabo. Puerto Rico entonces debe redactar una nueva constitución como un estado donde se define cuantos congresistas tendremos. Ese berenjenal es algo que toma décadas y ni sus nietos van a verlo.
Lo que podemos predecir es que Puerto Rico va a ser un país de viejitos pobres, sin retiro, sin medicinas y usando Vicks como remedio casero con guarapos de Yerba Buena, con el Seguro Social que apenas le dará para comer, y enfermos porque los hospitales tendrán que cerrar por falta de fondos.
La gente de Puerto Rico debe poner el esfuerzo en la productividad y la educación de la isla. Si quiere ver un cambio en la dirección debe hacer algo diferente el día de las elecciones.
Hay que salir de la caja partidaria para promover negocios nuevos que traigan dinero a la isla. Todos debemos escribir y comunicarle al mundo los problemas que están ocurriendo para de esta manera encontrar soluciones viables y rápidas.
Puerto Rico debe conectarse con el mundo entero. Debe atraer compañías extranjeras de China, Canadá, Europa y Sur América para poder diversificar los ingresos y traer un progreso a la isla.
