Los eventos del 2020 nos demostraron maneras en que podemos apoyar a las pequeñas empresas de propiedad BIPOC y además de mujeres emprendedoras.
Para celebrar el Día Internacional de las Mujeres, compartimos la historia de esta mujer imparable, Sandra Manay. Para algunos emprendedores, las ideas de negocios les llegan en la ducha, al minuto que se van a dormir o en largas caminatas por la playa.
Para Manay, la primera semilla de su marca de bienestar Luna Sundara se sembró mientras asistía a un festival de luna llena en 2014. Nacida en Perú, Manay se mudó a New Jersey en el 2007 con su familia y empezó a estudiar en The New School de Parsons School of Design en Nueva York en el 2010. Durante su último año de universidad, empezó a asistir a eventos espirituales como el de luna llena, solsticios o equinoccios. Hasta ese punto, su idea era fundar su propia línea de moda con textileras peruanas, pero al poco tiempo descubrió otra oportunidad inesperada.
En uno de esos eventos de luna llena, Manay se dio cuenta de que muchas personas usaban el Palo Santo, un producto que reconoció de su infancia en Perú, pero les costaba trabajo buscar donde comprarlos en EE. UU. Conforme fue creciendo su pasión con el mundo espiritual e identificó la demanda de productos artesanales y de bienestar provenientes de Latinoamérica y de origen sostenible. En 2014, decidió registrar Luna Sundara y lo lanzó al público oficialmente en el año 2015. Hoy, Luna Sundara se dedica a productos de Palo Santo extraídos de una manera sostenible en colaboración con artesanos locales.
Su marca fue creada por el sueño de compartir la cultura y artesanía peruana, tanto con el mercado estadounidense y con el mundo a través de empresas globales como Amazon. Como propietaria de una empresa BIPOC, Manay le da prioridad a sus relaciones con los artesanos y campesinos con los que trabaja para asegurar que su marca respete las prácticas comerciales justas y éticas. También promueve y prioriza la sostenibilidad en todos los niveles de producción, desde dónde y cómo obtienen sus productos hasta cómo se envasan.
La misión de ser una marca sostenible no es un pequeño reto, pero Manay lo ha logrado. La prioridad que le da a la sustentabilidad nace del entendimiento que para disfrutar los tesoros de nuestra tierra, la tenemos que cuidar y proteger. Manay suscribe a la filosofía que nuestra relación con el mundo debe de ser como nuestras relaciones con la gente. Alguien te puede ofrecer todo lo que tengan, pero a cierto punto uno lo tiene que reciprocar; y los artesanos y campesinos con quien trabaja también viven esta filosofía.
Aunque hoy en día Luna Sundara es la marca número uno de Palo Santo en Amazon, Manay también ha luchado con tener suficiente confianza en sí misma como emprendedora latina. Como mujer, Manay ha descrito que el mayor reto que tuvo antes de decidir a lanzar Luna fue sentir la confianza de que como minoría e inmigrante, podría llegar lejos en este país. Sabía que al comienzo muchas personas iban a dudar de su proyecto, pero como confiaba en su misión y su propia voz, sabía que era cuestión de tiempo y paciencia para ver los resultados.
Cada año, Manay ha expandido a Luna para crear una marca de bienestar que ofrece productos que pueden ayudar a que uno se cuide de manera física y espiritual. Aunque ya se siente orgullosa de lo que ha creado, Manay no para de soñar en el futuro de su compañía. En unos años ve a Luna trabajando con más comunidades en diversos países de Latinoamérica. Está trabajando en construir sus propios talleres artesanales en Perú mucho más amplios para poder crear más productos y emplear a más miembros de las comunidades para contribuir al crecimiento económico de las comunidades con las que trabaja. Y con tanto éxito, la trayectoria de Luna Sundara apenas está comenzando.
- Aquí puedes ver un video que como se hace el Palo Santo de Sandra: https://drive.google.com/file/d/1UTbnQzwbOr
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