“Estamos comprometidos con servir a las audiencias cada vez más diversas”, nos dice la destacada editora internacional nacida en México
Nueva York- “Nuestra misión en The New York Times es “buscar la verdad y ayudar a la gente a comprender el mundo”. Creemos que el periodismo tiene la capacidad de interrogar al poder y permitir que las personas lleven vidas más satisfactorias y plenas”.
Esta es una de las respuestas de Elda Cantú, actual editora en la sección Internacional de The New York Times. Nacida en Reynosa, Tamaulipas en México, Elda se siente profundamente afortunada de trabajar en este importante periódico estadounidense, fundado en 1851 por el periodista y político Henry Jarvis Raymond y el ex banquero George Jones, bajo el nombre de New-York Daily Times. En 1857, el periódico acortó su nombre a The New-York Times.
La extraordinaria agilidad en sus artículos difundidos en el boletín en español El Times, (una selección semanal de historias con eñes y acentos), atrae a miles de lectores que virtualmente digieren sus reflexivos y variados temas de lo que pasa en el mundo.
¿Quién es Elda Cantú?
En diciembre de 2018, Elda, se incorporó al New York Times como subdirectora en español. Es graduada en Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey y posee una maestría en Estudios Latinoamericanos y del Caribe de la Universidad de Nueva York (NYU). Antes de trabajar en el periodismo, entre 2008 y 2010, Elda, enseñó en su alma máter y fue directora del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencias Sociales en ITESM, Campus Monterrey.
Estando en Lima, Perú, de 2011 a 2014, Elda, fue editora adjunta de la premiada revista de periodismo narrativo Etiqueta Negra y editora fundadora de Etiqueta Verde, revista trimestral de crónicas y perfiles ambientales. En 2014 se incorporó al diario El Comercio en Lima, como editora jefa de la revista semanal femenina, Viù! También escribió una columna en asuntos internacionales para el mismo diario y enseñó periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y política internacional en la Universidad ESAN, ambas en Lima. En Estados Unidos, su trabajo ha sido publicado en Radio Ambulante, The New York Review of Books y en Goats and Soda de NPR. También publicó sus artículos en español en múltiples medios latinoamericanos. Actualmente vive en México.
En nuestra entrevista exclusiva, Elda Cantú nos habla de su trabajo, las barreras en el periodismo, el proceso migratorio, los hábitos de lectura de los jóvenes latinos, entre otros temas importantes.
–En nuestro trabajo con el público de habla hispana, cómo la prensa y los periodistas tenemos que superar las barreras sociales, educativas y lingüísticas para informar y educar a las familias transnacionales en un proceso migratorio de nunca acabar?
Nuestra misión en The New York Times es “Buscar la verdad y ayudar a la gente a comprender el mundo”. Creemos que el periodismo tiene la capacidad de interrogar al poder y permitir que las personas lleven vidas más satisfactorias y plenas.
Nuestro trabajo en español está dirigido a ampliar la cantidad de lectores que se benefician de un periodismo independiente. Nuestra cobertura sobre asuntos relacionados con las comunidades migrantes y sus desafíos es amplia y variada. Dedicamos esfuerzos y recursos para que las personas bilingües en Estados Unidos cuenten con lo mejor de nuestro periodismo también en español, esto incluye noticias de último momento e información científica, de política, salud, deportes, arte y cultura, verificaciones de datos, consejos financieros, guías electorales y otras informaciones que creemos son cruciales para las comunidades hispanohablantes en Estados Unidos.
– ¿Siendo muy complejo el proceso migratorio, de qué manera usted puede meterse en el zapato de los inmigrantes latinos y conceptuar los mensajes informativos válidos y útiles para miles de familias, sus hijos, y otros miembros aún no establecidos físicamente en un lugar que pueden considerar su propio hogar?
Nuestros reporteros pasan largas temporadas cubriendo a las comunidades hispanas a profundidad. Me gustaría destacar por ejemplo el trabajo de Annie Correal en Queens durante la pandemia, la cobertura del colapso en Surfside, Florida sobre un condominio de vecinos y su impacto entre los vecinos, o el trabajo galardonado de Édgar Sandoval al cubrir el impacto del coronavirus en su ciudad e incluso en su propia familia en el valle del Río Grande en Texas. En Latinoamérica nuestros corresponsales escriben sobre las familias que se quedan del otro lado de la frontera; ahí están los informes desde Honduras de mi colega Natalie Kitroeff, o los de Julie Turkewitz acompañando el laborioso andar de los migrantes venezolanos entre Colombia y Venezuela. Y, aunado a todo esto, reportamos sobre el éxito de los latinos en Estados Unidos en el arte, los deportes, la gastronomía y el entretenimiento, por dar algunos ejemplos. Creemos que la representación de distintas voces latinas –con sus particularidades y acentos– ayuda a estrechar los lazos en el continente y proyecta una imagen más rica y compleja de la latinidad.
– Va decayendo el hábito de lectura entre los lectores latinos, especialmente en sus hijos. Recientes informes revelan que los jóvenes abandonan los hábitos de lectoría dañando su nivel educativo y prefieren los videojuegos, celulares y la pantalla de TV. ¿Cómo piensa enfrentar estas barreras?
Creemos en el poder que tiene la palabra escrita y tenemos un compromiso con la innovación para hacer más rica la experiencia de nuestros lectores. Por ello constantemente proponemos historias de alto impacto en formatos multimedia, interactivos y con gráficos que apelen a más sentidos. Aquí algunos ejemplos recientes en español: la investigación sobre la tragedia de la Línea 12 del metro en México, un especial sobre los mejores libros de los últimos 125 años (en opinión de nuestros lectores), una serie de gráficos que explican simplemente el comportamiento de la variante ómicron, un llamativo reportaje sobre el ambiente de los autos kitipó en Nueva York, o la cobertura en tiempo real de las elecciones en Honduras y los Grammy Latino.
-. ¿Hay peligro del respeto a la libertad de prensa y expresión en los países latinoamericanos y del caribe?
Es preocupante la situación de la prensa tanto en Latinoamérica y el Caribe como en el resto del mundo. Solo este año hemos reportado sobre los asesinatos de periodistas en México, el espionaje a reporteros en El Salvador, el uso del poder judicial en Perú para censurar el ejercicio periodístico, por dar algunos ejemplos.
– ¿Corre peligro que otra vez el NY Times pueda cerrar los valiosos servicios de sus operaciones en idioma español como sucedió en 2019?
The New York Times ha seguido publicando traducciones al español de lo mejor de su periodismo: noticias, columnas, reportajes, análisis y ensayos de opinión. Asimismo, ha rediseñado el boletín de noticias El Times, que forma parte de la oferta de newsletters del diario y que se envía tres veces por semana a una amplia audiencia hispanohablante tanto en Estados Unidos como fuera del país. Estamos comprometidos con servir a audiencias cada vez más diversas y eso implica llegar a ellas en su propio idioma de manera estratégica.
– Finalmente, cuál es la mejor recomendación a nuestros jóvenes latinos y latinas que aspiran trabajar en el periodismo moderno?
Que lean tanto como puedan en inglés y en español, que se preparen, que volteen a ver a su comunidad en busca de historias y referentes y que se sientan orgullosos de su procedencia, de su lenguaje y de su herencia. También me gustaría invitarlos a que estén atentos al programa de Fellowships del Times y que postulen, que participen en las organizaciones que nos representan y que no tengan miedo de enviar un correo electrónico o un mensaje directo a algún colega que les inspira (tal vez incluso puedan conseguir que converse con ustedes unos minutos). ¡Me encanta ver cómo triunfan y van a seguir triunfando los jóvenes latinos!