Rozaduras, hinchazón, sequedad… No es un panorama muy halagüeño, pero lo cierto es que muchas personas padecen esos síntomas en sus pies en los meses de verano. Y, si los pies están mal, la persona no puede sentirse bien. Los problemas que padecen en verano son variados, pero todos pueden tener una solución inmediata que los alivie en la medida de lo posible. Te damos las claves.
· ¡Me arden! Debes disfrutar de un pediluvio que alivie la congestión y refresque los pies, aplicando después una crema con algún agente refrescante como el mentol.
· ¡Qué sequedad! Debes ser constante en tres pasos diarios: limar, exfoliar e hidratar. Usa una lima específica para las zonas más gruesas, una exfoliante para todo el conjunto del pie y una crema que, a ser posible, debes aplicar tanto por la mañana como por la noche.
· ¿Y las durezas? No intentes eliminarlas de la noche a la mañana. Es conveniente acudir a un podólogo que elimine la piel muerta sin dañar el tejido sano. Posteriormente, es importante mantener un cuidado continuo de estas zonas hiperqueratósicas para evitar que se vuelvan a formar.
· Muy hinchados. Sumérgelos en un baño de agua fría con sal o, aún mejor, alterna baños de agua fría y caliente para reactivar la circulación. Extiende un producto refrescante y pon los pies en alto (a una altura superior a la del corazón) para mejorar el riego sanguíneo.