Luego de 84 días de angustia e incertidumbre de sus familiares y allegados, regresaron al país los cuerpos de la pareja conformada por Óscar Villacís y Katty Velasco, secuestrada y posteriormente asesinada por el líder del Frente Oliver Sinasterra, Walter Artízala, alias el “Guacho”, en la frontera norte, sector de San Lorenzo, provincia de Esmeraldas.
La confirmación de que los cuerpos hallados en el municipio de Barbacoas, del departamento de Nariño – Colombia pertenecen a la pareja secuestrada se hizo saber el pasado 4 de julio, por parte de las autoridades forenses de Colombia.
Desde Pasto- Colombia, Carlos Valdés, director del Cuerpo de Medicina Legal de Colombia, indicó que la muerte de la pareja se debió a una anemia aguda, debido a numerosas lesiones con armas cortopunzantes y cortantes, a nivel de cuello y tórax; además puntualizó que el crimen se habría efectuado hace dos meses.
Los cadáveres llegaron a Quito el 6 de julio en un avión de la Fuerza Aérea ecuatoriana, a las 11 am. Estuvieron en el recibimiento sus familias, que con evidente muestras de dolor informaron a la prensa que el sepelio de los fallecidos se llevará a cabo en Santo Domingo de los Tsáchilas, de donde son oriundos.
ANTECEDENTES
La noticia del secuestro de la pareja se dio a conocer el 17 de abril, cuando el ex ministro del Interior, César Navas, presentó un video en el que Óscar y Katy aparecen encadenados pidiendo ayuda al gobierno para su liberación.
“ Que no nos pase lo que les pasó a los periodistas, nosotros tenemos hijos, tenemos familia que ir a ver al Ecuador.. ( ). Nosotros no tenemos nada que ver con esta guerra ( ). Simplemente somos ciudadanos del Ecuador, no tenemos nada que ver con este problema”, fueron las palabras dolidas y desesperadas que pronunciaron en cautiverio los secuestrados, en el video enviado por Gaucho a las autoridades ecuatorianas.
El hallazgo de los cuerpos de la pareja se produjo dos semanas después que los militares colombianos encontraron y recuperaron los cadáveres del equipo periodístico del diario “El Comercio”, los que fueron secuestrados el 26 de marzo y asesinados en cautiverio.
De su parte, el gobierno a través de la Secretaría Nacional de Comunicación condenó la muerte de estos ciudadanos y aseguró que está trabajando de “manera expedita” con las autoridades colombianas para repatriar los cuerpos. “No descansaremos hasta encontrar a los responsables de estos repudiables actos” indicó el comunicado.
Empero, la percepción que tiene la mayoría de ecuatorianos es que la pareja oriunda de Santo Domingo de los Tsáchilas fue abandonada por Estado ecuatoriano, toda vez que nunca se supo dónde y cuándo fue asesinada, ni se dio a conocer detalles de las acciones que se emprendieron para lograr su liberación. Tampoco se tomaron en cuenta las exigencias formuladas por el protagonista del secuestro Guacho que pedía un canje de la pareja con detenidos de su organización, en cárceles ecuatorianas.
Tanto es así, que los familiares de las víctimas asistieron a la Asamblea Nacional para dar a conocer sus testimonios respecto a los duros momentos que tuvieron que pasar y están pasando a causa de este episodio tan dramático e inédito en el país.
Insistieron en que, desde el principio, demandaron a las autoridades gubernamentales que les hablen con la verdad para saber exactamente a lo que se enfrentaban. Pero eso no fue posible ya que el hermano del fotoperiodista de El Comercio, Ricardo Rivas, reveló que hubo un sinnúmero de declaraciones contradictorias de los ministros a cargo de resolver el asunto, quienes además no conocían cómo negociar un secuestro.
Asimismo, denunció los engaños de los que fueron objeto por parte del Comité de Crisis, en razón de que les habían presentado un negociador que nunca negoció nada y simplemente era una figura. También presentó, a los asambleístas, una carta escrita con puño y letra de su hermano, Paúl Rivas, en la que pide que se presione al Gobierno ecuatoriano para lograr su liberación.
Exactamente, el 5 de julio los familiares de las víctimas pidieron al Pleno de la Asamblea analicen cómo se manejaron las negociaciones sobre el secuestro de los trabajadores de “El Comercio” y además se determinen responsabilidades de los funcionarios públicos que manejaron las investigaciones. Añadió que con la captura de Guacho no termina el problema, pues “a rey caído, rey puesto” sentenció. Por lo que demandó a la Asamblea acciones puntuales.
Mi criterio personal es que esta vez el Estado ecuatoriano no ha cumplido con su responsabilidad de precautela, proteger la seguridad y la vida de los ciudadanos ecuatorianos como manda la Constitución. Esta es una inmensa deuda que tiene el actual gobierno con la sociedad ecuatoriana. Ahora el reto es realizar una exhaustiva investigación de los hechos que rodean los crímenes de 9 ecuatorianos en manos de la delincuencia transnacional para establecer la sanción para estos delincuentes.
Es triste reconocer que con la identificación de los cuerpos de Óscar Villacís de 24 años, y Katy Velasco de 20, ya son nueve los compatriotas muertos por este grupo narco-delictivo.