El Gobierno de Canadá anunció su apoyo económico a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) con el objetivo de fortalecer la respuesta de la agencia hacia las personas refugiadas y migrantes de Venezuela en Ecuador y la región. Michael Grant, Viceministro Canadiense para las Américas y la Embajadora de Canadá en Ecuador, Sylvie Bedard, realizaron el anuncio tras conversar con un grupo de personas refugiadas en Quito, para conocer de primera mano las razones por las que se vieron obligadas a dejar sus países, sus necesidades, su experiencia en Ecuador y sus barreras para la integración local.
El viceministro Grant dijo: “Es importante apoyar a las organizaciones humanitarias como la ACNUR, que tienen la experiencia necesaria para ayudar de manera eficaz a las personas en situación de movilidad y a las poblaciones locales que contribuyen a su integración. Canadá siempre será socio de sus vecinos de las Américas en el respeto a los derechos humanos y a la dignidad”.
Canadá contribuirá USD 1,519,757 a las operaciones del ACNUR presentes en los países de América Latina más afectados por la situación de Venezuela. Parte de ese financiamiento será destinado al ACNUR en Ecuador, donde estarían viviendo más de 300,000 personas venezolanas.
“Estamos profundamente agradecidos por el apoyo de Canadá y por su compromiso con las personas refugiadas de Venezuela. La situación de Venezuela ha tenido un impacto a nivel regional y, a pesar de los esfuerzos que sigue realizando el ACNUR junto con los países de acogida como Ecuador, es cada vez más necesario el apoyo de la comunidad internacional”, estableció María Clara Martín, representante de ACNUR en Ecuador.
El financiamiento de Canadá permitirá apoyar a personas refugiadas y migrantes de Venezuela en Ecuador que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, como personas LGBTI, mujeres sobrevivientes de violencia sexual y basada en género y los niños, niñas y adolescentes.
ACNUR Ecuador ha realizado esfuerzos para atender las necesidades específicas de la población LGBTI. Con el apoyo de Canadá, será posible abrir, durante la próxima semana, un albergue exclusivamente para personas LGBTI, manejado por Fundación Equidad, socio de ACNUR. Se trata de uno de los primeros albergues de este tipo en toda la región y el primero en el país.
Asimismo, el financiamiento permitirá al ACNUR continuar desarrollando actividades comunitarias en miras a su integración local. Por ejemplo, durante los últimos meses, personas refugiadas y ecuatorianas LGBTI recibieron un taller de escritura de guion, producción de video y manejo de cámaras. El resultado de esta actividad fue un corto llamado Shaleck.
De la misma manera, el apoyo de Canadá permitirá al ACNUR seguir trabajando de la mano de socios especializados en la atención de mujeres sobrevivientes de violencia sexual y basada en género a nivel nacional. En varias ciudades, el ACNUR podrá seguir apoyando el funcionamiento de casas de acogida para estas mujeres. En Quito, solamente en 2018, la Fundación Casa de Refugio Matilde acogió a más de 50 mujeres y a sus hijos e hijas en su albergue y brindó a atención e información a más de 180 sobrevivientes de violencia sexual basada en género. Dentro de la Fundación, las mujeres tienen acceso a apoyo psicológico, charlas motivacionales y diferentes talleres que les permiten desarrollar nuevas habilidades para reconstruir sus vidas.
Asimismo, durante 2019, la Federación de Mujeres de Sucumbíos ha apoyado, más de 1,000 mujeres con diferentes servicios como albergue, orientación sobre prevención de violencia sexual y basada en género, información sobre servicios de protección para mujeres en situación de movilidad y entrenamientos a promotoras comunitarias.
Más allá de la respuesta en situaciones de emergencia, gracias al financiamiento de Canadá, el ACNUR podrá seguir impulsando la impulsando la Red Regional de Espacios Seguros, en que más de 50 instituciones nacionales, sociedad civil, ONGs y personas voluntarias trabajan en la prevención y respuesta a la violencia y basada en género, la protección de la infancia y en derechos humanos. Un Espacio Seguro puede constituir tanto un espacio físico como móvil donde grupos o personas pueden construir redes sociales, expresarse y entretenerse mientras reciben información y acceden a servicios de protección y asistencia de acuerdo con el enfoque de edad, género y diversidad. Esta red ha facilitado la identificación y prevención de incidentes de violencia basada en género, riesgos de protección de la infancia y otras violaciones graves a los derechos humanos.