Panoramas variados; múltiples puertos que susurran sobre la cultura y los sabores de una región; aguas protegidas (que son ideales para pasajeros que nunca han navegado y no saben si se van a marear con el movimiento del barco); y la certeza que aunque se está viajando por rutas marítimas, nunca se encuentra uno demasiado lejos de la tierra. ¡Los placeres de un crucero costero son tan claros como las costas que exploran!
En el pasado hemos disfrutado de este tipo de viaje costero en Alaska y por la costa sudeste de los Estados Unidos. Uno de estos itinerarios favoritos nuestros es una travesía de 11 días por Nueva Inglaterra y el Canadá que zarpa convenientemente de Nueva York y termina en Montreal en el crucero tipo yate de Silversea Cruises, Silver Whisper, un barco íntimo de 28,258 toneladas de desplazamiento, y capacidad para 382 pasajeros con alojamiento todo en suites. Nos encantó esta nave para el itinerario que hace nueve escalas en sus 11 días ya que es un barco que ofrece múltiples oportunidades de disfrutar de las vistas de un crucero costero y de gozar de tiempo al aire libre en sus siete cubiertas para pasajeros.
Además de abundantes espacios al aire libre en cubiertas superiores del barco donde nos pasábamos grandes ratos con binoculares en mano en pos de ballenas y disfrutando de los paisajes de las costas, el barco cuenta con dos restaurantes con mesas al fresco, La Terrazza (mesas al aire libre y en el interior del restaurante) y el Hot Rocks Grill (mesas al fresco con vistas del mar, los puertos y la piscina del barco), al igual que otros restaurantes y salones con paredes de ventanales y más de un 80 por ciento de las suites con balcones.
Entre los muchos y bellos puntos de interés del itinerario en el Canadá y la Costa Este de los Estados Unidos se encontraron los siguientes:
- La vista de la Estatua de la Libertad al zarpar el barco del Puerto de Nueva York y los impresionantes rascacielos de la Gran Manzana.
- El paseo costero por el trecho Cliff Walk y una visita a la mansión del magnate Cornelius Vanderbilt II, The Breakers, ahora un museo, fueron visitas obligadas en la bella ciudad de Newport, Rhode Island. En un lado del trecho se encuentra la costa rocosa de Nueva Inglaterra con buen oleaje, y el otro las mansiones veraniegas de los ricos y poderosos.
Nuestro paseo guiado por el interior de The Breakers, una mansión de 70 habitaciones en 13 acres de terreno, nos mostró un opulento palacio en estilo Renacimiento Italiano del Siglo XVI.
- El Trecho de la Libertad (“Freedom Trail”) en Boston fue como abrir una ventana al pasado colonial y revolucionario de los Estados Unidos. Este es un trecho de 2.5-millas marcado con una línea roja por las calles de la ciudad, y lleva a iglesias históricas, casas de reuniones, cementerios, parques, una nave histórica, el USS Constitution, y más. Entre puntos notables se encuentra la casa del patriota Paul Revere que data del 1680, ahora un museo y la estructura más antigua que queda en el centro de Boston. Revere vivía aquí cuando realizó su cabalgata a Lexington para avisar de la llegada de los ingleses durante la guerra revolucionaria en 1775.
- Una caminata por el Casco Viejo de Quebec City, la única ciudad amurallada en la América del Norte y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO nos llevó por sus pintorescas calles de adoquines. Nuestra primera parada fue en la Plaza Real (“Place Royale”) con sus edificios de piedra en el corazón de la ciudad y la más antigua iglesia católica en Norteamérica, Nuestra Señora de las Victorias (“Notre-Dame-des-Victoires.”) Otros puntos de interés incluyeron Le Quartier Petit Champlain, un área para peatones con callejuelas de adoquines y llena de cafés al aire libre, boutiques y entretenimiento callejero. Un paseo en funicular nos llevó a la Ciudad Superior (“Upper Town”) para explorar y disfrutar de vistas del Río St. Lawrence.
El Silver Whisper resultó ser la base ideal para explorar. Es un barco elegante con decorado contemporáneo y ambiente relajado. En sus restaurantes el servicio es impecable. Además de los dos restaurantes ya mencionados, La Terrazza y Hot Rocks Grill, el barco cuenta con un restaurante formal, The Restaurant, con cocina internacional y Le Champagne, con platillos inspirados en Relais & Chateaux y por supuesto, servicio a las suites 24 horas al día. Las bebidas, incluyendo vinos, cervezas, refrescos y agua mineral son gratis.
Las 194 suites del Silver Whisper van de una dimensión de 187 pies cuadrados a 1,435 pies cuadrados. Más del 80 por ciento cuenta con balcón privado. Cada suite incluye servicio de mayordomo, bebidas gratis al gusto del pasajero, sábanas de Pratesi, baño de mármol italiano, lociones de Bvlgari, Ferragamo o anti-alérgicas, y otras comodidades. Nuestra suite, de categoría Silver Suite, tenia, entre otros lujos una máquina de café exprés (¡delicioso!). Los salones públicos incluyen el Observation Lounge, un espacio relajante con vistas panorámicas y libros; el salón de espectáculos, Viennese Lounge, con entretenimiento variado cada noche; el Panorama Lounge, con bellas vistas y música en vivo; un spa; casino; bar; biblioteca y salón para juegos de cartas.
Informes: El Silver Whisper se pasea por todo el mundo. Este otoño e invierno, explora el Canadá y Nueva Inglaterra, la América del Sur, el Caribe, Canal de Panamá, Hawai y la Polinesia Francesa entre otros destinos. Informes: www.silversea.com.