DE LUTO CULTURA MUSICAL ECUATORIANA FALLECE JESÚS FICHAMBA A LOS 74 AÑOS

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FALLECE JESÚS FICHAMBA A LOS 74 AÑOS 

La voz potente, intensa e histriónica del cantante indígena, Jesús Humberto Fichamba Vásquez, se apagó el pasado 26 de abril, a causa del Covid-19. Tras luchar 11 días contra este monstruo invisible, se dio por vencido y la muerte ganó la partida. El deceso del artista ocurrió en Guayaquil, en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo, en medio de la congoja del pueblo ecuatoriano.

Jesús Fichamba adquirió fama en 1985, a partir de su participación en el Festival Internacional de la Canción OTI, celebrado en España, donde obtuvo el segundo lugar, dejando el nombre del país en un gran sitial, con la canción La Pinta, la Niña y la Santa María, texto escrito por Luis Padilla y compuesta por Gustavo Pacheco.

En la memoria de los ecuatorianos deambula el hecho de que Fichamba subió al escenario con su típica  vestimenta indígena, cuando la mayoría de participantes lucieron smoking o traje largo. Fichamba se negó a ocultar su identidad vistiéndose con ropa ajena a su cultura y participó con el traje de su comunidad, Peguche- provincia de Imbabura, es decir con poncho, trenza y alpargatas. Tras este acontecimiento recorrió muchos países interpretando la música ecuatoriana.

El artista nació en Peguche,  parroquia de Otavalo, provincia de Imbabura, el 7 de febrero de 1947, inició su trayectoria musical en 1969. Fue padre de tres  hijos. La mayor parte de su vida vivió en la Costa ecuatoriana. Su vida artística no fue fácil ya que tuvo que luchar contra el racismo muy arraigado en la sociedad ecuatoriana.

Jesús Fichamba salió de su pueblo natal a los 18 años. Vivió en Quito, Ambato y Guayaquil, ciudad donde se estableció desde 1969 y se le “pegó” el dialecto de esa región. En su juventud apostó por el boxeo, pero un accidente de tránsito le dejó incapacitado de seguir su vocación pugilística. Entonces, conocedor de que posee una voz privilegiada ingresó al mundo artístico, grabó dos discos que no tuvieron la acogida que él hubiera querido.

Siempre que subía a un escenario lo hacía con su poncho y alpargatas, distintivos de su etnia kichwa. Lo que evidenciaba que se sentía orgulloso de su raza y sus raíces. Soñaba cantar con el cantante español Rafael o con el chileno Alex Ubiergo. Lamentablemente, estos sueños nunca se hicieron realidad. Contrariamente durante algún  tiempo no tuvo contratos musicales.

No obstante, en 2007 fue contratado por el consulado ecuatoriano en Barcelona para cantar con una orquesta de Cámara para el Gobierno de Cataluña, donde cosechó triunfos. De ahí su suerte cambió y tuvo exitosas presentaciones en Francia, Bélgica,  Italia y otros escenarios internacionales.

El fallecimiento de Fichamba enluta a la cultura musical del país. Cientos de sus colegas, amigos y admiradores  le hicieron llegar a su familia sus notas de pesar por este triste acontecimiento, los mismos que fueron  publicados en redes y medios de comunicación, por el confinamiento que vive el país.

REACCIONES

Marisol Bowen, artista ecuatoriana, en un trino señaló  “¡Apaguen los micrófonos, se fue Jesús Fichamba!. Se fue difundiendo una cuenta bancaria mientras la Ley de Reconocimiento Público, aprobada en el gobierno de Rafael Correa y por la que luché para los artistas, ¡duerme sobre sus tumbas!. ¡Se fue en un estado que no valora lo suyo!.»

Esteban Ávila, manifestó “Jesús Fichamba fue una cachetada al país que en 1985 era tan racista como en el 2021. Voz telúrica, piel cobriza surcada, poncho, pantalón de bayeta y trenza que nos recuerdan que, fuera de la burbuja de nuestros prejuicios y taras, hay un Ecuador diferente que grita”.

De su parte, Pamela Aguirre sostuvo “ ¡Hasta siempre Jesús Fichamba!. Qué tristeza tan grande sentimos por tu partida. Me quedo con una de tus últimas presentaciones en Otavalo, con esa voz maravillosa y ese amor profundo en cada interpretación. Gracias por dejar en alto a Otavalo, Imbabura y Ecuador”.

Sebastián Pérez dijo “Adios querido maestro Jesús Fichamba, ahora podrá deslumbrar con su voz en el cielo. Un pesar, porque el destino natural o las situaciones adversas nos arrebatan a grandes seres que dejaron huellas en nuestra historia y en alto nuestra cultura nacional.

Nunca debemos olvidar cuando un teatro completo y miles de almas ecuatorianas se pusieron de pie ante la interpretación de un indígena Otavaleño, con su voz y enalteciendo al país con su poncho colorido, nos encantó con la Pinta, la Niña y la Santa María, OTI 1985”.

¡Paz en su tumba, mi respetado maestro Jesús, buen viaje!.

 

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periodista profesional ecuatoriana graduada en la Universidad Central de Ecuador. Tiene una amplia experiencia en Comunicación Institucional. Ahora ha incursionado en el periodismo con la misma vocación y empeño que lo hizo como Relacionadora Pública de importantes instituciones y personajes de nuestro país. Muy interesada en los acontecimientos políticos, culturales, sociales e históricos que se suceden en el día a día en Ecuador, se permite trasladar a ustedes el pensamiento, sentir y hechos de nuestro país Ecuador, para que los hermanos latinoamericanos estén oportunamente informados y motivados a para seguir adelante en la construcción de la Patria Grande.