Nemonte Nenquino es el nombre de esta aguerrida lideresa de nacionalidad Waorani, etnia asentada, entre otras, en la provincia de Pastaza de la Amazonía ecuatoriana, quien fue declarada por la revista estadounidense Times como una de las 100 personas más influyentes del planeta, por su indeclinable y noble lucha en defensa de su territorio natal que sufre constantemente el asedio y explotación de empresas transnacionales dedicadas al extractivismo petrolero, minero y maderero.
El actor y ambientalista, Leonardo DiCaprio, fue el encargado de escribir una reseña sobre esta lideresa para la revista Times. Nenquimo es presidenta del Consejo de Coordinación de la Nacionalidad Waorani de la provincia de Pastaza. Y como tal presentó una demanda legal en contra el Estado ecuatoriano por permitir depredar y contaminar su entorno ambiental.
Nemonte creció en la comunidad Nemonpare. En 2015 cofundó Alianza Ceibo, organización indígena sin fines de lucro, cuyo principal objetivo es proteger los medios de vida de los indígenas. En 2018, Nemonte como dirigente de su organización Alianza Ceibo y Amazon Frontlines, de forma conjunta, alcanzaron una histórica victoria legal en contra del Estado ecuatoriano al lograr la protección de medio millón de acres de selva tropical, hábitat de varias etnias y una fauna- flora exuberante y únicas.
Al destacar la lucha de Nemonte, el actor DiCaprio sostuvo que “Ella ha cumplido su palabra y continúa siendo una voz y defensora de su comunidad. La causa de Nemonte es la causa de todos. Ella inspira a aquellos con quienes habla, lo que lleva a brindarle un hombro y caminar con ella junto a su movimiento. Tengo la suerte de haberle conocido, y aún tengo más suerte de haber aprendido de ella”, remarcó DiCaprio.
El actor y ambientalista, en sus visitas al país, conoció a Nemonte y recorrió con ella territorios amazónicos. Al evocar esas caminatas el actor aseguró: “Recuerdo que una vez me dijo que no se rendiría, que iba a seguir luchando y que continuará en la defensa de la selva ante las compañías petroleras e industriales que quieren devorarla”.
Los miembros de la etnia Waorani, por su parte, destacaron el reconocimiento internacional a Nenquimo, y relievaron el hecho de que una voz ancestral ha sido escuchada a nivel mundial en su denuncia contra “las industrias extractivas e invasoras”.
LOS WAORANÍ O HUARONÍ
La relación de respeto casi sagrado del pueblo hacia la naturaleza es la base de la cosmovisión y tradiciones ancestrales de los Waorani. Ellos se consideran parte del bosque, de los animales y de las plantas. No hay separación entre la naturaleza y la cultura, afirman los estudiosos de esta etnia.
Asimismo, sostienen que en esta etnia “es notable su detallado conocimiento de la geografía y la ecología. Las plantas, especialmente los árboles, tienen un interés complejo e importante para los Huaroni. Su almacén de conocimientos botánicos es extenso e incluye venenos, alucinógenos y las medicinas”.
El waoraní cree que los animales de su bosque tienen espíritu. La caza es parte importante de su dieta, la cual tiene una significación cultural. La caza con dardos cubiertos de curare (veneno) no se considera matar, sino cosecha de los árboles. Tradicionalmente, limitaron la caza de ciertas especies como monos, aves, venados, serpientes, jaguares o pecarís Se supone que los huaoranís descienden de la unión de un jaguar y el águila y que las serpientes son un presagio muy malo y la matanza de ellas es un tabú de gran alcance.
No cabe duda que el reconocimiento a Nemonte Nenquimo nos llena a los ecuatorianos de orgullo y de esperanza. La juventud que es mayoritariamente ambientalista tiene en ella un referente a seguir en la protección ambiental de la Amazonía. Sus habitantes sueñan en legar a las nuevas generaciones un ecosistema sano, libre de residuos tóxicos que emanan las industrias extractivistas que están arrasando la Amazonía, región reconocida por ser una de las más grandes reservas de biodiversidad en el mundo. Además, aspiran que su descendencia reconozca lo generosa que es la naturaleza con la humanidad.
