Ciudad de México.- Con el legado del Año Internacional de las Lenguas Indígenas y en seguimiento a una decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la UNESCO y el Gobierno de México, realizaron el Diálogo de Alto Nivel ‘Construyendo un Decenio de Acciones para las Lenguas Indígenas’ que se realiza en México.
En este espacio se realizó una revisión exhaustiva de los resultados y lecciones aprendidas durante el ‘Año Internacional de las Lenguas Indígenas’ y se proporcionará recomendaciones concretas para el proceso preparatorio y de transición hacia el ‘Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas’.
La cita internacional contó con la presencia de Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, Yalitza Aparicio, embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO, Ernesto Ottone, subdirector de Cultura de la UNESCO, entre otros invitados nacionales, regionales e internacionales, representantes de gobiernos y sectores involucrados en cada uno de los países invitados.
La diversidad lingüística y cultural es una de las mayores riquezas de la humanidad. Cada una de las cerca de 7 mil lenguas del planeta representa una forma única de entender y conocer el mundo y uno de los principales referentes identitarios y epistemológicos de los pueblos que las hablan.
El Ministro de Cultura y Patrimonio, Juan Fernando Velasco, presentó una ponencia en el Diálogo de Alto Nivel: Visión Estratégica para construir un Decenio de Acciones para las Lenguas Indígenas, en cuya intervención destacó que “Si la lengua es motor y vehículo de la cultura, lo que está en riesgo es la memoria, el conocimiento y la diversidad del mundo. Es bajo ese enfoque que en el Ecuador proponemos trabajar juntos, construir un camino fértil para el fomento del conocimiento y la sabiduría indígenas, luchar para vencer la desigualdad desde la educación y la cultura como vías naturales para el trabajo colectivo, comunitario y popular.«
En este contexto, el Ministro Velasco hizo referencia a que esta Cartera de Estado trabaja en la construcción de una política pública específica, desde el enfoque patrimonial, para la generación del ‘Plan de Salvaguardia de las Lenguas Indígenas del Ecuador’, el cual implica el diseño de estrategias para la protección con las comunidades, pueblos y nacionalidades de manera colectiva y participativa.
«Hace unos años nos enfrentamos al desafío de contribuir para que la lengua Sapara no desapareciera. Para ello le pedimos a uno de sus últimos hablantes que tradujera la canción “Yo nací aquí”. Cuando llegamos a la palabra ‘país’, Ushabi, uno de los líderes de la comunidad, no pudo traducirla, porque en su lengua ese concepto se traduce en los ríos, los mares, las comunidades. Ahí entendimos el poder de la lengua y cómo, dentro de ese concepto, somos uno solo junto a la naturaleza”.
Para cerrar su intervención se refirió a la importancia de establecer que el desarrollo es un proceso que se conduce desde la diversidad, un ejercicio de democracia e inclusión. En ese sentido señaló “las lenguas indígenas son caminos anchos y vastos para conocernos, reconocernos, compartir conocimiento, y juntos alcanzar el mundo en el que queremos vivir”.
Con esta exposición Ecuador hizo conocer al mundo el trabajo que realiza enfocado en tres ejes: protección de los idiomas ancestrales, reconocimiento de las lenguas como parte del patrimonio cultural intangible, y el desarrollo de políticas públicas para promover el conocimiento, uso, valoración y revitalización de las lenguas ancestrales de los pueblos y nacionalidades del país.