Asistir a una gala dancística no es cuestión de todos los días. Son días especiales en los que las y los bailarines, coreógrafos y un equipo solvente de profesionales ponen a prueba su creatividad, mensaje, técnica y vitalidad para recrear historias personales y colectivas, tradiciones, danzas ancestrales, folclore, dolores y anhelos de los pueblos para deleite de un público ávido de relacionarse con esta expresión artística.
Este grato encuentro entre la danza y la ciudadanía se dio por los 39 años de creación del Ballet Nacional de Ecuador, que presentó en el Teatro de la Casa de la Cultura obras como Los Tres Mosqueteros, Chakana, La Suit de Carmen y Boletín y Elegía de las Mitas. Coreografías con diversos contenidos y formas de expresión que arrancaron el aplauso de cientos de asistentes.
El ímpetu y compromiso social de Rubén Guarderas Jijón, director del Ballet Nacional de Ecuador, permitió que estas obras entren es escena. Y es que, él es un coreógrafo bien formado y determinado, que se inició como bailarín en 1965 en el Ballet Ecuatoriano Folclórico, luego con una beca estudió en la Universidad de Chile, 1967. En esa época integró el Ballet de Cámara de la Universidad de Chile, como bailarín solista. Estuvo en escenarios de México hasta que regresó a Ecuador para en 1974 crear el Instituto Nacional de Danza.
La danza, una expresión artística cercana para unos y muy lejana para otros, se manifiesta a través de la flexibilidad del cuerpo y el ritmo. Entrega mensajes que expresan diversas emociones y sensaciones; momentos importantes; la cotidianidad; los conflictos humanos; la cosmovisión del mundo; en fin , una expresión artística que articula al arte con la sociedad.
En esta ocasión para retratar de manera precisa lo que ocurre en Ecuador, respecto a este arte, me permití entrevistar a un referente de la danza en el país, el maestro Rubén Guarderas.
1.- Contémosles a nuestros lectores un breve recorrido histórico del Ballet Nacional del Ecuador
Nosotros empezamos nuestras actividades en julio de 1980. Nos iniciamos con seis bailarines, ahora, estamos 68. Tenemos cuatro elencos: el clásico, bailes mestizos, danza contemporánea y urbana. Contamos con un colegio de artes “Metrodanza”, que otorga el título de Bachiller en Artes. También una escuela de estilos de danza que entrega un diplomado en bailes. Además, contamos con centros vocacionales de danza, donde empiezan a estudiar nuestros niños. Todo esto lo hemos logrado hacer durante estos 39 años.
Trabajamos fuertemente en lo que significa formación de público, desarrollo de vocaciones, tratando siempre de ocupar positivamente el tiempo libre de los niños y adolescentes. Incluso los adultos mayores tienen la posibilidad de ingresar a la Institución. Para ellos tenemos el Ballet del Ayer, que atiende los sábados por la mañana, de 9h00 a 12h00.
2.- En el devenir de la Institución me imagino que ha habido muchos logros pero también ciertos retrocesos o paradas.
No ha habido ni paradas ni retrocesos. Cuando nos iniciamos con seis bailarines lo hicimos de manera completamente independiente, donde nosotros mismos vendíamos las presentaciones, trabajamos mucho con niños, eso nos dio la posibilidad de ser un grupo semi profesional, con un financiamiento mínimo.
Al quinto año, ingresamos al Consejo Provincial de Pichincha, ahí pudimos hacer una actividad centrada en la provincia, muy esporádicamente a nivel nacional, estuvimos en la institución 10 años.
En 1994 pasamos a integrar la Casa de la Cultura Ecuatoriana, (CCE), como un organismo adscrito, con presupuesto del gobierno central. En la CCE adquirimos presencia nacional. Esto nos ha permitido estar en 23 provincias continentales del país. En resumen, en el 2018 hicimos 321 presentaciones con una aproximado de 213.000 espectadores en todo el país.
Para que suceda aquello, hemos logrado construir la estructura de esta sede que comprende alrededor de 5.000 metros cuadrados. Poseemos otro local construido en la CCE, donde funcionan 4 salones. En el sur de Quito, en Solanda, tenemos otro local. Además en la parroquia rural de Amaguaña.
3.- Esta política de acercarse al sector popular debe ser uno de los objetivos de la Institución
Sí, nuestra aspiración es democratizar el acceso a la danza, disfrutar de las actividades con el público, disfrutar como gestores, como participantes activos; sobre todo, lograr que la ciudadanía participe, no pensando en que puedan llegar ser profesionales de la danza sino que sean niños y adolescentes que aprendieron a bailar, que le dieron connotación diferente a su cuerpo, que valoren que el cuerpo, en este rato, tiene una presencia importante en la sociedad.
4.- ¿Cuál es la misión y la visión de la Institución?
La institución tiene varios objetivos como la democratización del acceso a la danza, la formación de nuevos bailarines, articular la difusión de nuestro accionar a nivel nacional, integrar a los sectores culturales marginados que nunca han tenido posibilidades de lo mencionado. Empero, creo que el principal fundamento es ocupar positivamente el tiempo libre de la ciudadanía. E ir motivando la práctica de otras actividades artísticas.
5.- Cuál es la nueva actitud de la gente respecto a la práctica dancística ,toda vez que alrededor de ella existen prejuicios morales y sociales.
Todavía hay prejuicios en la sociedad, todavía existe esa mirada de reojo al bailarín. Yo diría que no, precisamente, en la danza clásica. Hay muchos alumnos que ingresan a estudiar el hip hop o el jazz, es decir danza urbana. Ellos no tienen prejuicios el momento que les das la oportunidad de interpretar ballet clásico, es más, les encanta y les emociona.
También existen prejuicios entre los bailarines por una falta de conocimientos, de escuela, de técnica. Muchos se hacen bailarines ciudadanos por repetición, porque adquieren alguna destreza, una habilidad, pueden repetir el breakdance, pero cuando tienen la posibilidad de estudiar sistemáticamente en la escuela, inmediatamente quieren expresarse en los distintos estilos que ofrecemos.
Con el paso del tiempo, hemos logrado que la danza sea una política de Estado. A los diferentes gobiernos les hemos convencido que la danza es una actividad que la hacemos dirigida a la ciudadanía, a un público que en muchos casos no cuentan con recursos económicos como para pagar una entrada.
Tenemos un público cautivo que nos sigue permanentemente y que tienen sus preferencias diversificadas respecto al estilo de danza que presentamos, por ejemplo hay muchos que gusta de la danza mestiza e identitaria. También hacemos fusiones en las que están todos los estilos incorporados. Hay otros momentos en los que los cuatro elencos están en escena. Hay veces que hemos logrado que en el ballet clásico intervengan los bailarines propios y los del ballet urbano.
6.- Hablemos de la malla curricular que se maneja en el Colegio Metrodanza
El colegio tiene 9 años de estudios, los alumnos ingresan entre los 9 a 10 años. Tenemos lo que en el bachillerato común sería el básico medio, básico superior y bachillerato. En el básico medio se dictan materias como técnicas básicas de la danza clásica, desarrollo de la creatividad, anatomía aplicada a la danza, educación musical e idioma aplicado a la danza, esto en los tres primeros años. En el nivel básico superior se dicta técnicas de la danza moderna y contemporánea, técnica de la danza pluricultural, técnicas escénicas, historia del arte y de la danza. En el bachillerato superior se estudia, bases metodológicas de capacitación en danza, bases para la producción artística, técnicas escénicas, investigación cultural, historia del arte, antropología cultural, formación y orientación laboral.
El campo ocupacional está ligado con la docencia, en escuelas y colegios. Otro campo tiene que ver con la interpretación. Con las herramientas recibidas pueden ingresar a la universidad y sacar una licenciatura. No necesitan salir al exterior para estudiar, al menos que deseen especializarse en técnicas de danza contemporánea, ballet académico o clásico. Al respecto Ecuador ha abierto un sistema de becas en el campo de la danza, a través de las instituciones correspondientes.
De otra parte, nuestra Escuela es más libre, es un lugar donde se aprende estilos de danza, los alumnos pueden ingresar desde los 13 a 14 años y permanecen hasta los 21. Tienen 4 años de estudios.
7- Respecto al elenco de danzas mestizas, no hay el peligro de perder la pureza cuando se traslada al escenario las danzas indígenas.
No. El mestizaje nos da otras formas de interpretar, de expresar, de recrear. Insisto se mantiene el contenido con un fuerte de basamento teórico, de identidad, la raíz de ninguna manera se pierde. Tenemos música de fusión, música elaborada, una proyección de lo que pudo haber pasado al inicio de la vida en América, de la presencia de siglos de nuestra identidad primigenia. Luego aterrizamos en el mestizaje donde fuimos incorporando una forma de bailar el pasillo, en cuadrilla que vino de Europa. Esas formas de bailes vinieron porque muchos jóvenes se fueron a Europa en las décadas de los 40 y 50 del siglo anterior y las trajeron, por ejemplo el vals, los minuetos, las pasacallas, etc. que fueron formas preclásicas o los bailes de salón, estilizados en Europa. Esos ritmos musicales dieron origen a estos bailes mestizos.
Estos estilos no se habían desarrollado en el país, porque no había investigación al respecto. Los músicos habían investigado y decían que hay la contradanza y otros ritmos, pero nunca hubo una investigación de cómo se bailaba.
Ahora, estamos en ese proceso de investigación que es muy amplio. En la Costa Retrovador está investigando lo que significan las polcas, los pasillos montubios y todo lo que es la identidad montubia. Nuestro baile no es el típico paso autóctono que está hecho tan medido, tan repetitivo. Nosotros para romper con esa monotonía armamos coreografías, recreamos esos ritmos, esas formas de moverse, lo ponemos en el escenario, y la gente lo recibe con alegría y dice esa es mi cultura.
8.- ¿Entonces la institución sí está coadyuvando para mantener, preservar y difundir la identidad nacional?
Claro, somos parte del Sistema Nacional de Cultura. La Ley de Cultura ordena potenciar, desarrollar, robustecer las identidades culturales, por nuestra condición de pluriculturales y multiétnicos.
9.- En este trabajo me imagino que necesitaron “refuerzos” internacionales.
Claro que sí, sin éstos no podemos desarrollarnos. Hay que tomar en cuenta que la danza es universal. A diario constatamos cuántos bailarines orientales están bailando en Europa en grandes elencos que tienen 200 y 300 años de existencia. Asimismo numerosos bailarines latinoamericanos están bailando en New York City Band, en el Miami City Band, etc. Esto es permanente.
Yo traigo bailarines que están en plena ejecución, de esa forma tienen un contacto directo con los bailarines y maestros ecuatorianos quienes retratan nuestra realidad. A su vez ellos nos transmiten de primera mano sus conocimientos. Aquí debo destacar el apoyo del Ballet de Cuba “Alicia Alonso” con maestros y coreógrafos y del coreógrafo chileno Jaime Pinto.
10.- En estos momentos, vísperas a los 40 años, puede decir con convicción, que está satisfecho por el deber cumplido
Si logro un hito, ese hito se potencia y lleva a lograr otro y otro más grande y así sucesivamente, esa ha sido mi vida. Soy una persona que nací con muchas utopías, quiero cumplirlas todas, se despiertan una tras otra y nunca paran. En el caso de la danza ésta no es repetitiva. Todos los días estamos innovando las coreografías, nunca se repiten exactamente igual. Siempre hay una evolución, una evaluación de la obra y siempre existe el crear. No hay monotonía, no hay un círculo sino una espiral, esa es la danza.
Nosotros vemos como se bailaba hace 20, 40 0 50 años y no es igual cómo se baila hoy en día. Los bailarines han logrado más habilidad, técnica, brillantez, más virtuosismo, realizan movimientos que antes eran imposibles. Es decir hay un cambio continuo.