Forman parte de 378 islas que se encuentran en un área de 100 millas cuadradas al noroeste de Panamá mirando hacia el Mar Caribe
Las Islas San Blas de Panamá son exóticas pero se encuentran relativamente cerca: y son fáciles de visitar ya que son escalas de algunos cruceros que van al Canal de Panamá incluyendo algunos que hacen solamente un cruce parcial del Canal. Ellas forman parte de 378 islas que se encuentran en un área de 100 millas cuadradas al noroeste de Panamá mirando hacia el Mar Caribe. Muchas de las islas no están habitadas, y algunas de las mayores son hogar de los Guna o Kuna, una gente indígena y amistosa del área.
Nosotros llegamos a bordo del crucero Amsterdam de la línea Holland America que bajó ancla cerca de una villa en Carti, una islita del archipiélago –esta fue la segunda escala de nuestro viaje de 113 días alrededor del mundo – y lanchas nos llevaron a explorar la isla y conocer a sus habitantes.
He aquí cinco maneras de disfrutar de estas interesantes islitas:
Disfrutar del transporte por lancha a la isla. Algunos pasajeros se quejan de los puertos en los cuales los cruceros no pueden atracar en un muelle. ¡Yo no me quejo! Los veo como sitios donde recibo un paseo gratis por el puerto. Viajar por lancha del crucero a una isla ofrece panoramas de islitas cercanas con casas con techos de paja –en nuestro caso varias islitas cerca de Carti—al igual que vistas del mar y de varias de las canoas (a veces de 15 a 25 pies de largo) de los Gunas y del crucero. Siempre tengo mi cámara lista para sacar fotos del barco y de la isla desde el mar.
Admirando las preciosas “molas” de las Islas de San Blas. Estas son lindas telas bordadas en apliques inversos. Tienen como inspiración aves, tortugas, serpientes, peces y otros animales locales al igual que diseños abstractos. Las “molas,” cuentan con colores brillantes incluyendo rojos y naranjas, negro y otros tonos y las mujeres de las islas las exhiben colgando de sogas al frente de sus modestos hogares. Son un estupendo souvenirs de un crucero (una pasajera neoyorkina me dijo que las “molas” se venden en galerías de arte de Nueva York por $200-$300 como arte primitivo). Algunas “molas” estaban incorporadas en bolsas, blusas y vestidos –todos muy lindos. Por cierto la palabra “mola,” significa “ropa” en el idioma dulegaya de los Gunas. La mayoría de las “molas” que nosotros vimos eran rectángulos sueltos de 12 por 12 pulgadas, perfectos para encuadrar o coserlos a un vestido o bolsa. Las “molas” son obra de las mujeres de las islas –los hombres salen a pescar y a recoger los cocos, que junto al turismo son la fundación de la economía de San Blas.
Ir de compras. Las “molas,” ya sea como cuadros o como arte usable en ropa o accesorios son excelentes recuerdos de una visita a las islas. Muchas “molas” se venden por $20-$50 y se permite el regateo. Considerando que algunas “molas” pueden tomar considerable tiempo para terminarse – a veces de dos semanas a varios meses cuando se trata de diseños complejos, yo no regateo aquí. Otros buenos souvenirs para comprar incluyen las bufandas y las pulseras moldeadas que las mujeres de San Blas lucen al igual que joyas de oro que ellas se ponen.
Conocer a la gente local. Muchas de las mujeres de la villa, vestidas en atuendo tradicional, con aretes y anillos de la nariz al igual que una línea negra tatuada en la nariz, se sientan frente a sus casas y gustan de hablar sobre sus “molas,” sus colores y diseños y cuanto tiempo les tomó terminarlas. Conversamos con algunas de ellas –muchas hablan español ya que las islas son región autónoma de Panamá. Y hablamos de su manera de vida y sus islas. Algunos de los residentes de la villa trajeron sus mascotas incluyendo perritos, gatitos y aves –una buena manera de entablar conversaciones y hacer amistades.
Explorando la villa. Dando un paseo por la villa, pasamos la escuela y escuchamos a los chicos recitando sus lecciones. Vimos la pequeña tienda de víveres, un sitio que vendía cerveza fría y un lugar donde cortaban el cabello –por $5! Uno de nuestros compañeros de crucero aprovechó y se cortó el pelo. Muchas de las islas tienen lindas playas, así que pasarse un rato de sol y mar en una playa adornada con cocoteros es un pasatiempo popular antes de regresar al crucero. Si su tiempo en la isla lo permite se puede arreglar una excursión de buceo tipo snorkel por medio de la gente local.