La Universidad de Puerto Rico fue creada con un propósito hace más de cien años. Como ya podemos palpar en los eventos recientes de tornado político y protestas, esta claro que hay un choque de ideas en cuanto al propósito de la institución educativa como sistema.
El nuevo presidente de la UPR, Dr. Darrel Hillman “Rambo” como el mismo se denomina en las entrevistas periodísticas, se ha encargado de tumbar las paredes de resistencia y de sacar a las personas de puestos administrativos y decanatos que tienen pensamientos retrógrados que impiden el cambio en la institución. “Rambo” está listo para consolidar los recintos enanos y que no son autosuficientes con el propósito de otorgarle la responsabilidad de cambio rápido y ajuste en sus funciones académicas y administrativas. Esto se ve reflejado en los recortes de presupuesto ya ordenados en este mes por la junta de gobierno.
Está claro que el gasto en exceso se acabó. También los nuevos miembros administrativos de la UPR que queden, tendrán que ser parte de un equipo con una dirección y visión hacia el futuro desarrollo económico de la institución educativa.
Hay que comenzar a promover el ejercicio de intercambio de ideas entre las personas innovadoras de la institución, entre recintos y entre departamentos en vez verlas como fincas separadas. Las ideas de Facebook, Amazon y AIRBNB son criaturas creadas en las universidades que promueven la investigación y el desarrollo entre los departamentos académicos y su relación con la nación y el mundo.
Hay que conectar a la Universidad de Puerto Rico con el mundo para que todos sepan que la isla tiene un caudal de talento entre sus profesores y estudiantes. Hay que comenzar a levantar a la Universidad de Puerto Rico con nuevos proyectos de todo tipo que puedan crear ingresos e intercambios a largo plazo. Falta usar todos los miles de terrenos de extensión agrícola para investigación, rentarlos o venderlos. Falta vender todas las propiedades de la UPR que no se están usando hace décadas.
La UPR debe dejar de ser una institución donde se crea burocracia y gastos en exceso a una institución de creación ideas para economizar, resolver problemas con tecnología moderna y promover el ingreso de capital nuevo.
Los cambios hay que hacerlos ahora. La tecnología y los robots hay que meterlos a la universidad y a las escuelas públicas ahora. Tenemos que fomentar la autosuficiencia en todos los niveles. Hay que eliminar el pensamiento del mantengo que por dedicadas se ha promovido como una cosa cultural de Puerto Rico.
Hay que facilitar los cursos en línea durante las horas de la tarde y la noche para que los ciudadanos de Puerto Rico y el mundo que están trabajando puedan completar sus grados y aprender nuevas destrezas necesarias para el futuro.
Es el momento de creer en los habitantes de Puerto Rico y en su nueva universidad publica como un sistema único, valioso y que puede salvarnos de la crisis fiscal a corto plazo.