Cuando se habla del cuidado de la piel, de inmediato nos vienen a la mente las cremas, los sueros, los limpiadores, o también cosas un poco más sofisticadas como los tratamientos de radiofrecuencia o las exfoliaciones. Todos ellos nos ayudan a tener una piel sedosa y juvenil, pero hay un aspecto en el que no pensamos mucho y que puede ser uno de los más importantes cuando se trata de ralentizar el envejecimiento en nuestra piel: la alimentación.
El hecho es que la piel es el órgano más grande del cuerpo y refleja mucho de lo que sucede en el interior. ¿Sabías que hay estudios que respaldan la idea de que la mayor parte de las señales de envejecimiento que mostramos a los cuarenta son debido al estilo de vida (y la alimentación es parte de ese estilo de vida) y no al paso del tiempo en sí mismo? Los siguientes alimentos tienen propiedades maravillosas para la piel, y su consumo regular puede ayudarte a lucir una piel sana y luminosa desde adentro hacia afuera.
Salmón, sardinas y anchoas: estos pescados contienen grandes cantidades de ácidos grasos omega 3 y dimetilaminoetanol (DMAE), un componente que te puede parecer conocido porque forma parte de una gran cantidad de productos cosméticos para la piel, ya que la protege del ácido araquidónico, una de las causas de las arrugas y la piel flácida.
Vegetales de hoja verde: como el brócoli y las espinacas, tienen un alto contenido de ácido alfa lipoico, uno de los agentes antioxidantes más poderoso que existen por su capacidad para neutralizar los radicales libres, unas moléculas altamente reactivas que oxidan el ADN y son culpables en parte del envejecimiento.
Nueces: son ricas en ácidos grasos Omega 3, que también se encuentran en los pescados que ya mencionamos, y ayudan a fortalecer las membranas celulares, son un gran apoyo para nutrir las células y retener la humedad de la piel.
Chocolate oscuro: una buena noticia para las que recurrimos al chocolate oscuro sin azúcar cuando tenemos un antojo de dulce. Es rico en cacao, y este contiene un tipo de flavonoides, llamado flavanol, que ayuda a mantener hidratada la piel y a protegerla del sol.
Frutas como kiwi, naranjas, toronjas, arándanos, fresas y moras: todas ricas en vitamina C, otro potente agente antioxidante que además de ser el ingrediente principal de muchos productos para la piel, ayuda a mantener el colágeno para que puedas gozar de una piel radiante y fresca por más tiempo.
Huevos: son ricos en dos nutrientes fundamentales para la piel, la colina y la luteína. El primero ayuda a regular los niveles de vitamina B, necesarios para la producción de colágeno y elastina. Y la luteína es un antioxidante que protege la elasticidad de la piel.
Ostras: son un verdadero afrodisiaco para tu piel porque contienen altas cantidades de zinc, un mineral que tu cuerpo utiliza para, entre otras cosas, reparar los tejidos dañados y construir nuevos. Necesitas zinc no solo para tu piel, sino también para tener un cabello, uñas y ojos saludables.
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