Simpático, espontáneo, gran comunicador, inteligente y atrevido es como podríamos describir al venezolano Raúl González, conductor de programa matutino ¨Despierta América¨ por la Cadena Univisión. Su versatilidad unido al sentido de comunicación que imparte al público en las mañanas, es uno de los muchos elementos que los televidentes consideran atractivo y que han hecho del programa uno de los favoritos.
Raúl está celebrando sus 36 años de carrera artística pero su prioridad en la actualidad es la labor como conductor del Teletón USA a trasmitirse este fin de semana por Univisión. Y es que para el también empresario, lo más importante son los niños y más los que luchan contra el cáncer, por lo que no duda en decir presente a tan noble causa.
En una sincera y emotiva charla habló de su carrera, sus comienzos y planes futuros. Pero antes quisimos saber cómo se puede contribuir al Teletón USA.
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¿Lo más importante que has aprendido en estos 36 años de carrera?
Para mí la carrera es el arte de entretener y la respeto mucho. Comencé a los cinco años y tengo 42, lo que comenzó como pasión se convirtió en profesión y luego en mi visión. No puedo encerrarme en algo en particular de todo lo que he aprendido. Sin embargo, en esta etapa de vivir 20 años en Estados Unidos he aprendido sin lugar a dudas que esta carrera es para el que más aguanta. Eso me lo dijo Don Francisco un día, hay veces que no llega el mejor, sino el que más aguanta. Es una profesión hermosísima de resistencia, determinación, disciplina, desempeño; es mucho lo que se involucra. Poder llegar no es fácil, pero es lo que más que disfruto hoy en día.
¿Difícil retomar tu carrera en este país o más bien tuviste algo de suerte?
No…No… Fue muy difícil. Lo he contado en varias oportunidades. Cuando llegué a este país lo hice como cualquier emigrante, con visa de turista. Se me terminaron los ahorros, dormí en un carro como 18 días, fue un proceso bastante pero bastante fuerte, pero es algo que agradezco muchísimo. Porque me dio la fortaleza a seguir adelante, la perseverancia de no rendirme. Yo he hecho de todo en la vida. Pasaron siete años para entrar a la televisión en lo que fue Despierta América en la cual gracias a Dios tengo 12 años.
¿Qué te hace sentir esa seguridad que proyectas?
El respeto que le tengo a mi trabajo, te lo digo con la mayor humildad y honestidad. Yo tuve un maestro, (ya fallecido), que a los cinco años me hizo entender que esto de entretener es una arte y había que respetarlo y que ese respeto se lo debemos al público. Porque a la hora de comunicar, bailar, cantar, entretener, hay mil maneras de hacerlo, pero hay una sola que funciona, el hacerlo bien. Si el público percibe esa seguridad tiene que ver con la preparación, que es la base de la improvisación, estar seguro qué vas hacer en ese segmento, de qué se trata, el mensaje que quiero enviar, cuál es concepto, así es como yo Raúl González lo manejo.
¿Cuál ha sido tu mayor reto?
La palabra correcta universalizar, que me entiendan todos los latinos sin yo perder mi esencia de venezolano. En este país los latinos somos un grupo, no un país. Y es de esa forma como lo manejo. Esa etapa de hacerme entender, de poder llegar, de calar en el universo del televidente.
¿Cuál crees sea la principal cualidad que debe tener un presentador?
Sentir lo que dice y hablar siempre con la verdad. Para mí la pantalla de la televisión es una radiografía. Recuerdo la etapa en Venezuela, presentadores muy formales pero no demostraban la parte humana. Eso ha cambiado mucho en la televisión, sobretodo en este país y más para el púbico que yo trabajo. Para ellos es que me despierto a la 3:40 de la mañana, porque necesitan compañía, ayuda, reírse, calor en la época de frio, frio en la época de calor, añoranzas de su país. Eso es lo que realmente es mi cualidad, el tratar de hablar con la verdad buscando ese lugar de identificación entre ellos y nosotros. Y como equipo esa es la base del éxito, la esencia de Despierta América a pesar de los cambios y altibajos que ha tenido.
¿Cuál es tu personaje preferido?
Sin duda alguna por el gusto del público la señora Doña Meche. Ni yo mismo pensé que llegaría al extremo ni al nivel que ha llegado. Estuvo en Good Morning America, se ha sentado en las piernas de Will Smith, Mark Wahlberg y conversado con actores de Hollywood.
Son personajes que crecen no porque quieras sino que es tanta la receptividad del público, no creas, también la crítica. No sé explicarte el fenómeno Meche, ha ido más allá de la expectativa a nivel de identificación. Es un personaje impresionante que dice lo que siente, habla con la verdad.
Todos mis personajes son tomados de la vida real, por eso que creo que llegan a esos niveles, no me los he inventado. Doña Meche era una señora que nos servía el café hace años.
Yo disfruto mucho hacer Pulgarcito, me encanta el chófer cubano Albertico, el de la corbata verde, el Tigre del Norte, pero no es lo mismo como Doña Meche. Albertico es un chófer que trabajó muchos años para Univisión y yo lo imitaba.
Eres de esos personajes multifacéticos que Televisa gusta incorporarlos a sus filas. ¿Te ha hecho algún acercamiento Televisa?
Bueno… En estos momentos y es bien sabido que la empresa Televisa forma parte de la gerencia de Univisión. Ellos hasta ahora, (gracias a Dios), la receptividad (toco madera) ha sido muy grande, me están dando la posibilidad de participar en el teletón USA como uno de los principales conductores que se va llevar el 13 y el 14 de diciembre; he recibido invitación para participar en su programa de los sábados llamados Sabadazo y todas esas oportunidades. El futuro un misterio, yo me enfoco en el presente. Hasta ahora las cosas han sido extraordinarias; y sí se han dado invitaciones y como toda relación en la vida me están conociendo. Es y será un proceso, yo estoy netamente agradecido, primero de que todavía sigo en la empresa y que gracias a Dios me esté yendo bien.
¿Cómo es Raúl el profesional, el ser humano?
Aunque mucha gente separe una cosa de la otra, yo siempre me he decidido en una fórmula que yo llamo la fórmula de las cuatro D: Raúl el profesional y el personal todo se lo entrega a Dios; tiene el deseo constante de crecer, de salir adelante, sembrar y cosechar; la tercera D es la determinación, yo las cosas que he logrado en mi vida ha sido porque es un Raúl determinante, que toma decisiones y la última D es la ley de la disciplina tanto en lo personal como en lo profesional. Un tipo que confía en Dios en su primera vez, con muchos deseos, determinación y disciplina.
¿Cuando estás en la sección de ritmo dieta en Sábado Gigante que esperas de estos participantes?
Cuando has estado en los zapatos de la situación, has vivido esa experiencia, sientes que tienes el privilegio de poder comentar acerca de tu propia experiencia. Es un proceso muy duro por lo que me tengo que identificar con los participantes, (yo perdí 122 libras) además yo me sumerjo mucho en el proceso, le pregunto a los productores, a la academia, como van con el proceso total. Quizás me voy más con la parte afectiva aunque tenga que criticar la parte del baile o la presentación, pero tengo que tocar esa fibra con la que me identifico. No puedo poner una pared de frialdad y limitarme, creo que al haber vivido esa gordura puedo aconsejarlos, pasarle la mano, ofrecerle una palabra de aliento, de fuerza.
¿De qué se siente orgulloso Raúl?
Estoy orgulloso de haber llegado hace 20 años a este país y de la nada, a pesar de las dificultades, salí adelante, orgulloso de mi día a día, mis raíces, de muchas cosas en la vida que tienen que ver con quien soy, con lo que hago y lo que tengo. Orgulloso de mi humildad, que a pesar que viva las cosas que viva, siempre intento darle un golpe al ego. Kabala, una filosofía que leo, dice que las fibras del ego significan el gran oponente, porque es el enemigo más grande que tiene el ser humano. Yo le pido a Dios todos los días de mantener mis pies sobre la tierra.
La pregunta que todos se hacen: ¿Te están considerando como reemplazo de don Francisco?
Esa pregunta es bastante delicada, hay muchos que lo comentan o preguntan. Es un orgullo, una bendición que se esté comentado, pero no está pautado. No he tenido ese tipo de conversación con la empresa ni tan siquiera con el mismo Don Mario, tengo una visión muy particular de esto.
Siempre he dicho que hay figuras que no tienen sucesión ni reemplazo, como por ejemplo Celia Cruz, es difícil llenar ese par de zapatos y como Chespirito, que podrán salir muchos pero ninguno llenar sus zapatos. Lo mimo pienso de Don Francisco.
Si en algún momento la empresa me da la posibilidad de traer mi propio par de zapatos, de aprender de Don Mario, encaminar un proyecto de variedad, de entretenimiento y con audiencia, soy feliz.
Mentiría si dijera que no me interesa hacer un programa de variedades o de formato Sábado Gigante. Si algún día se me da la oportunidad seria excelente, pero llenar los zapatos de Mario Kreutzberger, un hombre que tuvo la visión hace 50 años y que se ha mantenido durante todo ese tiempo sería un reto bastante difícil y una responsabilidad demasiado grande.
¿Proyectos inmediatos?
Hay una filosofía de la vida que comparto con la gente, el pasado es historia, el futuro un misterio y el hoy es un regalo, por eso lo llaman presente. Lo más cerca que tenemos el Teletón USA donde me están dando una gran oportunidad al estar en el marco de los presentadores principales. Tengo muchos sueños, ilusiones, como Broadway, el crossover. Tengo una compañía productora con la que hacemos teatro en español y varios proyectos futuros.
¿Cómo combinas tantos proyectos diferentes en un día?
Yo soy un refranero, porque los agarro de los demás y trato de ponerlos en movimiento. Un escritor brasilero dice en su libro que el que tiene el control del tiempo tiene el control de su vida, me quedé con esa frase y me la aprendí.
Mañana me pueden robar dinero, estafar, cualquier cosa material y se puede recuperar. Lo único que no se puede recuperar en la vida es el tiempo y si no se puede recuperar para que perderlo. Yo trato de dividirme. Lo que marca una diferencia es la constancia.
Hay gente que dice que he tenido suerte, y eso es algo que me llega al corazón porque yo no llamo suerte a la constancia. La única manera de lograr las cosas es haciéndolas, es intentar hacer una diferencia.