Se define la palabra dictadura como un gobierno donde a los habitantes del mismo no se le permite votar por su presidente ni tampoco tienen la última palabra en cómo se deciden las cosas en el gobierno. De esta manera dictatorial comenzaron las cosas en los países en que ahora las revueltas son la orden del día. En las dictaduras se controla la prensa, los medios noticiosos y la libertad de palabra.
Es un engaño el decir que los habitantes de la isla de Puerto Rico pueden decidir su destino cuando en realidad lo que hemos hecho es tener el proceso de elecciones con un gasto millonario pero sin poder alguno de los electos a la misma. El único poder absoluto de la isla lo tienen los miembros de la Junta de Control Fiscal impuesta por el Congreso de los Estados Unidos de Norte América. La isla que ahora está bajo una dictadura, debido a su condición territorial, ha vivido transiciones de tipo dictatorial las cuales siguen vigentes y la gente se queda como si nada. Otros dicen que es mejor así porque si nos ponemos a protestar nos quitan las ayudas federales.
La desinformación y los miedos creados por la ignorancia de los que le conviene que las cosas sigan de esta manera no desean un cambio verdadero para los habitantes de la isla de Puerto Rico. Solo aquellos que hemos estudiado y hemos vivido fuera del país nos damos cuenta del discrimen sufrido por los habitantes de Puerto Rico. También podemos ver como a los otros estados de la nación se les da prioridad máxima sobre la isla.
Podemos tratar de ofrecer una información clara y precisa la cual pueden despertar aquellos que todavía creen que las cosas van a mejorar. Los pocos que se atreven a divulgar la verdad, sufren el desprecio de la gente que no se da cuenta como le siguen tomando el pelo creyendo que van a ser salvados al final del camino.
La única salvación es la de estudiar y prepararse lo mejor posible con una educación, profesión o vocación que pueda servir de ayuda para toda la familia. Las familias de la isla deben despertar y enfocarse en la superación. Hay que cambiar la manera en que estamos haciendo las cosas para ver un cambio. El hacer lo mismo siempre solo produce el mismo resultado.
Hay que cambiar todos los sistemas de gobierno ahora mismo. Hay que cambiar la manera en que estamos educando a nuestra juventud ahora mismo. El ofrecer el mismo programa producirá los mismos resultados de fracaso.
Si todos se preparan para no depender de nadie que tome las decisiones por usted, entonces tendrán un sistema de gobierno donde todos participan. No tendremos que continuar vendiendo nuestros activos, los aeropuertos y las carreteras a empresas extranjeras para que las administren por nosotros. En cambio, si la juventud en vez de irse a estudiar solo se dedica a soñar con pajaritos preñados, a beber cerveza y escuchar reguetón, entonces tendrán que soportar a la Junta de Control Fiscal por muchas décadas.
Si hemos sido irresponsables en la manera de manejar el dinero del gobierno también podemos repartir culpas a los gobiernos federales y estatales. El primero por hacerse de la vista larga a pesar que tener la data para frenar las ilegalidades prestatarias y los segundos por creer que nadie les iba a parar su práctica inmoral e ilegal de pagar sus nóminas con dinero no recurrente y retiros de empleados.
Hay que cambiar de inmediato para que haya un cambio verdadero donde todos podamos aportar al desarrollo de la Isla de Puerto Rico. Se puede si todos pensamos de forma positiva y sacamos la cabeza de la arena.
