María cambió el país físico y emocionalmente, destruyó líneas eléctricas y de comunicación, pero fortaleció las líneas de humanidad y sentimientos entre hermanos puertorriqueños. ¿Acaso no es eso el real significado de la Navidad?
¡Llegaron las Navidades a Puerto Rico! A pesar que este año serán un poco diferente debido al estrago que causó el huracán María, quien tiene aún parte de Puerto Rico a oscuras, lo que significa problemas de seguridad, transportación y muchos otros. Sin embargo, todo esto no ha afectado el espíritu del boricua, porque el puertorriqueño posee una alegría natural, creatividad, entusiasmo que contagia y no se deja vencer.
Sabemos que oficialmente llegaron las fiestas navideñas porque de inmediato reaparecen en todos los canales de televisión y radio, personajes o músicos que solo se escuchan durante la época, tales como José Nogueras, seguidos por la Tuna de Cayey, que dicho sea de paso creí ya no existía. Conociendo el humor y la creatividad boricua me imagino que los temas de este año de Navidad hablarán de la luz, las plantas eléctricas, FEMA, Trump, ignorando por completo a María. De hecho, en días pasados vi un Nacimiento con todo menos la Virgen María.
Por otro lado, también aparece otro personaje de la época, Andrés Jiménez, “El Jíbaro”, quien estamos casi seguros que será el último en su especie porque el jibaro de Puerto Rico ha sido reemplazado por otras personas que ya no sienten la misma pasión por su tierra, pero eso es ya política y no hablaremos de eso…bueno por ahora.
Las fiestas navideñas en Puerto Rico se caracterizan por ser pura música, alegría contagiosa, fiestas interminables, jolgorios y si hablábamos de comida no pueden faltar el lechón, los pasteles, el arroz con gandules y el arroz con dulce, pero a pesar del huracán María, la alegría, aunque trastocada, no ha sido eliminada del pueblo, éste se mantiene vivo y a los acordes de la música canta e improvisa, sacándose la frustración de los problemas.
Las parrandas eran clásicas, digo eran porque en los últimos años, la falta de seguridad, las urbanizaciones cerradas y la emigración han disminuído esta práctica. En la actualidad son avisadas de antemano y con el problema de energía existente hay que acortarlas. Cómo se extraña el estar dormido a las 3 de la madrugada y que llegaran un sinnúmeros de amigos y vecinos con música, entonando villancicos y gritando ¡Parranda! con una lata de galletas… (sin comentarios), a esa hora se les habría la puerta, comenzando a cantar y a cocinar hasta que decidieran despedirse y hacer los mismo a otras amistades, uniéndose esta última familia con la felicidad de las navidades y el afán de desquitarse
Los artistas en algún momento deciden escribir un tema para navidad, aunque nada que tenga que ver con la misma, como el caso de Joseph Fonseca quien escribió una cnción sobre las Plantas Eléctricas. ¿Muy adecuado para la época, no? Pero como recalqué antes, al puertorriqueño nada le quita la alegría.
Anteriormente en todos los municipios había Encendido Navideño, después de María hay que tener cuidado ya que puedes causarle un infarto a alguien o que te agredan si haces un encendido navideño con 20,000 luces y los vecinos del otro bloque no tienen luz, o peor aun como el Sistema está tan frágil, le tumbas la luz al resto del País.
Al parecer el lechón, los pasteles, el arroz con gandules y las otras golosinas que degustamos durante esta época, no faltarán, quizás un poco más caras por la demanda y la oferta, pero accesible y estoy seguro que el que no tenga, recibirá del vecino o de un amigo.
María cambió el país físico y emocionalmente, destruyó líneas eléctricas y de comunicación, pero fortaleció las líneas de humanidad y sentimientos entre hermanos puertorriqueños. ¿Acaso no es eso el real significado de la Navidad? A pesar de que desbastó la Isla, también dejó una marca de cosas buenas entre las personas, empezaron a creer en ellos mismos, ayudar y preocuparse por otros, compartir, trabajar en equipo, retomar humildad, trabajar para un fin común, estar claro que no todo está dado, a entender que hay ocasiones que lo más simple ofrece más felicidad y no lo sabes hasta que lo pierdes.
La Navidad en Puerto Rico sigue siendo igual, quizás mas fuerte porque muchos necesitaron esa experiencia para entender el significado, seguiremos cantando, el cuatro repicando, los lechones asados, las luces, los árboles, el Nacimiento y las canciones, sean de navidad o no, porque la razón de ser es compartir y aliviar el dolor de aquellas personas que aún no han podido salir Adelante.
Mucha gente pensará que esto de celebrar no tiene razón de ser, que llevan muchos meses sin luz o comunicación, que nadie ha hecho nada, la Navidad se lleva en el Corazón y cada quien la celebra a su manera, cantando, rezando o lamentando.
El bolsillo del Boricua sigue sufriendo por los que los regalos serán mas modestos, quizás no haya Ipads, ni televisores, ni Xboxes en el horizonte.
El espíritu festivo es tan grande que muchos apresuran que el Viejo San Juan tenga la electricidad restablecida por completo, porque hay que celebrar las Fiestas de la Calle San Sebastián, Fiestas con las que culmina la época Navideña en Puerto Rico.
En conclusión, aunque La Isla está dividida en lo de la celebración, al final, por más molesto que esté o frustrado, al escuchar el cuatro, el tiple y el güiro hará una reacción en el corazón de cada uno de los boricuas, porque ser Boricua no es ciudadanía es una Actitud y un Estilo de Vida.