Los Tiempos Cambian…las Navidades No

La Profesora puertorriqueña Helen Soto: “no hay tormenta que nos quite esa ilusión”

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Dentro de cada persona hay ese rayo de luz, esa esperanza que solo Cristo nos puede dar. Esa fe es la que nos ha mantenido firme y en pie porque el Espíritu Navideño está en cada ser, en cada niño, no hay tormenta que nos quite esa ilusión

Las fiestas navideñas para la profesora Helen Soto son como ¨traer el cielo a la tierra, porque acostumbro reunir siempre a la familia para orar y festejar unidos el Nacimiento del Niño Dios”.  Soto, profesora de profesión, tiene tres hijos y ocho nietos, nació en el pueblo de Hormigueros, Puerto Rico. Cuenta que cuando se trata de su familia es muy dedicada a complacerlos.

 

 

Como estamos festejando las fiestas navideñas nos dimos a la tarea de conversar con esta madre y abuela sobre sus  preparativos para las celebraciones.

Antojitos navidenos:  Tembleque      Galletas de gengibre:

Llena de entusiasmo y con una sonrisa en sus labios, explica que desde el Día de Acción de Gracias, cuando da comienzo la temporada navideña, ella se esmera con sus preparativos; el pavo, arroz con maíz o gandules, batatas glaseadas o con marshmallow, pie o flan de calabaza. Para luego iniciar con los antojitos navideños o postres como las almojábanas, arroz con dulce, bizcocho de frutas, coquito, majarete, tembleque.

“Para la Nochebuena preparo con anticipación los pasteles de yuca, yautía, guineo y de arroz. Pernil al caldero o al horno, arroz con gandules y ensalada de papa.

De un tiempo para acá en la despedida del año preparo jamón con piña y ensalada de papa. Para el día de Reyes trato de hornear un bizcocho, arroz con dulce y variedad de entremeses para que los nietos puedan disfrutarlos. Por otro lado, trato de separar un día para reunirme con todos ellos y es cuando les preparo lo que les gusta; hot dogs, compro pizza, hago sorullos, papitas y claro, no puede faltar el bizcocho.

La joven abuela indica que ella sola disfruta de confeccionar todas las comidas, aunque confiesa que es “muy agotador, pero lo hago con amor y entusiasmo porque me da mucha satisfacción ver y escuchar a mi familia cuando se saborean la comida y me dicen: ¡Ay mamá, que bueno está todo!”

-¿Se reza en la mesa? ¿Se agradece de manera simbólica? ¿Van a la Iglesia?

-Siempre oramos, mi nieto mayor es el encargado de hacer la oración. Yo siempre voy a la Iglesia con mi esposo.

-¿La diferencia de cómo se celebraba la Navidad cuando era pequeña a cómo la celebra ahora?

Cuando niña anhelaba durante todo el año que llegaran estas fechas. Comienzo a celebrar a principio de diciembre con mi cumpleaños. Me criaron mi abuela y una tía que fue mi madre. No había lujos en la casa pero esas dos personas se esmeraban en ofrecerme todo el amor y felicidad que se le puede dar a ser alguno… (Dice entre lágrimas). Como pobre nunca me faltó nada. La carta para Santa Claus y Los Reyes comenzaban pidiendo regalos para mis hermanos y vecinitos, mi lista era kilométrica. No faltaban muñecas, juegos de tazas, ropa de vaquera, muñeca que hablara, botas, tocadiscos porque siempre me ha gustado la música; fueron días que aún no puedo olvidar.

El día de Navidad, Año Nuevo y Reyes íbamos primero a la Iglesia, me vestían de ángel o de pastora para luego llegar a casa a jugar con los regalos que me obsequiaban. En mi caso, por diferencias religiosas con el papá de mis hijos, no pude disfrutar de esas actividades con ellos. Ahora mis nietos me acompañan a la Iglesia de vez en cuando y están aprendiendo de las tradiciones. Los llevo a misa de madrugada, a misa de Navidad. Antes me alegraba más la temporada, ahora siento tristeza, habían más parrandas, se compartía con más entusiasmo y sin bebidas alcohólicas. Se hacía chocolate con queso, galletitas, sándwiches y asopao.

-Luego del ciclón que azotó a Puerto Rico en septiembre; ¿hay algún cambio en la celebración de este año?

-Anoche fuimos a la plaza del Gran Almirante Cristóbal Colón en Mayagüez y no fue como en años anteriores; había muy poco público, no se sentía el entusiasmo de años anteriores. Sé que para muchas personas esta Navidad va a ser triste, que dentro de cada persona hay ese rayo de luz, esa esperanza que solo Cristo nos puede dar. Esa fe es la que nos ha mantenido firme y en pie porque el Espíritu Navideño está en cada ser, en cada niño, no hay tormenta que nos quite esa ilusión.

-¿En la familia existe alguna promesa de Navidad?

Mi hijo del medio lleva varios años haciendo una promesa a los Reyes Magos.  En la víspera, él y dos amigos se visten de reyes y en caballo van desde su casa hasta la Basílica Nuestra Señora de La Monserrate en el pueblo de Hormigueros. En el trayecto van acompañados de música alusiva a los reyes y repartiendo dulces a los niños. Se dejan crecer la barba con varios meses de anticipación, envían a preparar la ropa y se ponen la corona; es algo bien lindo que ya la gente del pueblo espera.

-¿Cuál es su mejor deseo para el 2018?

  • Mi deseo es que mis hijos puedan estar bien, que Dios sea su guía para continuar el camino del bien para poder encaminar a sus hijos. Que no exista tanto egoísmo entre las personas, que esa ayuda que se comenzó a dar a principios de haber pasado el huracán, perdure. Nos espera un año difícil; debemos desarrollar paciencia, tolerancia, mucha salud para todos, que las personas de edad avanzada tengan mejor calidad de vida. Yo tengo que agradecer a un ser querido maravilloso que Dios ha puesto en mi camino, que adoro y amo. Gracias a èl es que yo preparó la cena de Acción de Gracias, Navidad y Despedida de año. Es quien me da soporte y anima a continuar mi gran lucha, a Gabino que Dios lo siga bendiciendo y que le llegue pronto la luz. Muchas felicidades y bendiciones para todos!

 

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