Hace unos días pude visitar una oficina de servicios al cliente de un municipio de Puerto Rico. Lo primero que puedo informar a todos es que todavía hay sistemas que dependen de procesos de papel que contienen de tres o cuatro pasos que hay que hacer en diferentes oficinas antes de completar un servicio. O sea, buscas un papel en una oficina, vas a la otra oficina lejos de la original para pagar por el servicio y luego regresas a la primera oficina para entregar el comprobante el cual le hacen una copia para luego dártela. Ese proceso me tomó por lo menos dos horas.
En la oficina de pago pude notar que en los techos de la misma tenían cientos de cajas llenas de records que se han almacenado por décadas y todavía están ahí almacenándose de manera continua. Ni pensar el buscar un record de papel lo cual tomaría meses encontrarlo y el trabajo de varias personas que manualmente buscarían dentro de las cajas disponibles.
Los cambios a los sistemas modernos donde los records se digitalizan, donde el servicio se ofrece a través de una plataforma fácil en la internet disponible las 24 horas del día todavía esta ausente en Puerto Rico. Según podemos ver en las noticias, cada municipio es una tribu aparte que no esta interconectada con nadie y que fija los salarios de cientos de miles de sus empleados como le viene en gana. Tampoco hay conexión ni intercambio interdepartamental de los municipios.
El hacer las cosas a mano y con papel tarda mucho y le cuesta a Puerto Rico millones de dólares en maquinas de fotocopias, papel, renta de edificios, salarios y beneficios. Este método de papel puede ser el culpable de tantos chanchullos y trampas en los contratos debido a que es difícil de detectar.
Otro ejemplo que se puede dar es el de la Junta de Inscripción Permanente que tiene sobre 80 oficinas alrededor de la isla con muchas personas aburridas en las oficinas sin hacer nada al menos que de San Juan llegue alguien a velarlos a ver si trabajan. Se supone que trabajen durante las elecciones y luego no hay nada que hacer a menos que se muera alguien. Cuando se le pregunta a los directivos de estas oficinas que porque seguimos gastando estos millones de dólares en oficinas que nada hacen nos dicen que como es parte de una ley, hay que seguir haciendo lo mismo aunque cueste mucho. O sea, nos negamos a cambiar porque una ley arcaica que lo dice. Debemos comenzar a revisar y cambiar todas las leyes arcaicas para que faciliten el cambio inmediato a unos procesos económicos, modernos, con fácil acceso y digitales.
Aquellos de nosotros que sugerimos cambios somos vistos como una amenaza la cual quiere ver a la gente desempleada. Realmente, lo que debemos hacer es comenzar a pensar en el futuro de la isla y estar consiente de la realidad de Puerto Rico. Esta es una isla pequeña que se ha acostumbrado a gastar en exceso sin producir mucho.
Llegó el momento del ajuste y a la realidad global, digital y económica a la cual todos los países del mundo se están preparando para competir de forma exitosa.