Es claro que los trabajos de hoy en Puerto Rico necesitan una transformación. Millones de personas en el mundo entero sigue cambiando la forma de trabajar. Ya no se mide el trabajo por horas sentado en una silla frente a un escritorio. El trabajo se mide por asignaciones y soluciones de problemas completados. Ya no hay que transportarnos para una reunión. Ahora se puede hacer fácilmente usando su teléfono celular, su tableta o su computadora de forma virtual con las plataformas Zoom, Google Meet ó TEAMS.
O sea, el ser humano esta comenzando a diversificarse y en vez de un solo trabajo por treinta (30) años la persona va a tener muchos contratos pequeños de corta duración en diferentes partes del mundo con diferentes compañías locales e internacionales. Los servicios y la inteligencia humana es lo que vale para las compañías. Las ideas innovadoras de transformación digital y de soluciones para hacer el trabajo mas rápido y eficiente es lo que vale. Esto no se traduce necesariamente en un grado académico ya que muchas universidades se han negado a transformarse para ayudar al estudiante.
La tendencia mundial de los tipos de trabajo crea un nuevo modelo donde no se necesita el gasto de mantener un edificio, tener empleados en un escritorio y un teléfono. Esto se ha cambiado para que las personas trabajen desde su casa si su trabajo puede hacerse a distancia. Los negocios en el mundo ya no se hacen en persona. Todos los días aumentan las ventas digitales por lo fácil que están trabajando las plataformas de venta.
Estos nuevos modelos de trabajo no cubren a los que limpian, los que cortan la grama, los que pintan, los que manejan su auto para completar un trabajo y otros. Pero si, se están inventando una serie de robots y maquinas con inteligencia artificial que pueden limpiar piso, paredes y otros trabajos que hace una persona de mantenimiento.
En Puerto Rico hay que transformar la manera de hacer negocios pero primero hay que transformar la infraestructura de comunicaciones con un internet robusto para todos. El dinero se gasta en otras actividades que no aportan al desarrollo. Si el dinero entra digitalmente, Puerto Rico debe facilitarles a los clientes del mundo el acceso para que puedan comprar sus productos y servicios de forma digital.
Un edificio nuevo no transforma. Un estudiante con educación deficiente no transforma. Un país con procesos de papel y duplicando sus trabajos de escritorio para ofrecer servicios al ciudadano no transforma, un departamento de educación K-12 con una administración gigante e innecesaria no transforma, una Universidad de Puerto Rico con una presidencia y administración gigante no transforma.
El enfoque debe ser en transformar al ciudadano de Puerto Rico en un ciudadano digital y educado para poder enfrentar los retos del siglo 21. Todos los servicios incluyendo las votaciones debe ser por teléfono celular como el país de Estonia.
La educación es un derecho humano que se cuarta todos los días en Puerto Rico. La universidad de Puerto Rico debe enfocarse en ayudar al estudiante con becas y aumentando su eficiencia e investigaciones. La universidad de Puerto Rico debe cerrar su administración central y transformar esa operación usando inteligencia artificial para sus procesos administrativos. No debe ser un centro para gastar dinero en procesos que en nada ayudan al desarrollo del estudiante ni al profesorado. El presidente debe estar a cargo de buscar dinero nuevo, a cargo de las acreditaciones y su paga debe ser de acuerdo a lo que consiga. No debe haber Vice Presidentes, ni ayudantes especiales, ni otros nombramientos que puedan gastar dinero en vano. La nueva Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico debe ser electa cada seis (6) años con representación de un representante de cada partido. Solo debe permitirse servir seis (6) años para evitar la corrupción. Los estudiantes deben estar representados por una elección estudiantil de todos los recintos. Debe ser un estudiante por recinto para que cada institución tenga una representación justa con voz y voto. Las reuniones deben ser virtuales para evitar el gasto en exceso.
Esto es solo parte de la transformación necesaria en las instituciones educativas publicas de Puerto Rico.