“El Lingüista Puertorriqueño FRANK FERNÁNDEZ ESTEVA”

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Este mes de septiembre del 2016 se han cumplido ocho años del fallecimiento del distinguido lingüista de origen puertorriqueño, el Dr. Frank Fernández Esteva (marzo 10/1931—septiembre 9/2008).

Sus padres se habían relocalizado de Puerto Rico en Nueva York, en donde Frank nació y se crió con valores religiosos presbiterianos y una apreciación por la superación educativa, así como el respeto hacia otras culturas.  Ya casado –y con hijos– mientras estudiaba en el Colegio Universitario de la Ciudad de Nueva York (CCNY), Frank sostenía trabajos para mantener a su familia y costearse sus estudios (por ej., en la carpeta nocturna de un hotel famoso).  En 1960 se graduó con una licenciatura con altos honores; entonces se fue becado a la Universidad de North Carolina, en donde obtuvo una Maestría y su doctorado, ambos en Antropología Lingüística.

El lingüista estudia los idiomas científicamente como el sistema de comunicación humano (no confundirlo con el ser políglota, o multilingüe).  La Lingüística es considerada una de las ramas principales de la Antropología –junto con la Etnología (o Antropología Socio-Cultural), Arqueología, y Antropología Física.  El concepto de la cultura humana es el “pegamento” que une las sub-disciplinas bajo la “sombrilla” de la Antropología.

Tradicionalmente, los lingüistas y los etnólogos conducen investigaciones de campo en sociedades diferentes a la suya propia, en su búsqueda por la supuesta “otra” cultura exótica.  Frank demostró ser el lingüista clásico.  Armado con una grabadora, se fue a estudiar la lengua de los Munda, un grupo étnico/tribal que habita principalmente en los valles remotos del noreste de la India.  Al regresar, escribió su disertación doctoral basada en sus experiencias entre ellos.  Su selección de la India para sus investigaciones tenía una lógica.  Su padre era un marino mercante que había viajado por todos los continentes; pero a Frank le habían fascinado particularmente sus historias sobre la India lejana.

Aun antes de completar su doctorado, Frank impartió clases en la Universidad de California-Santa Bárbara, y ya doctorado, en la Universidad de Brown (en Rhode Island).  En 1971se tomó un año de licencia para enseñar en la Universidad de Puerto Rico, con la intención de regresar después a Brown; sin embargo, nunca volvió a trabajar en los EE.UU. continental.  Decía que, a diferencia de la nostálgica letra de la famosa canción “En Mi Viejo San Juan” (del autor Noel Estrada), no esperaría a que su cabello “blanqueara…en el Norte frío.”

En 1973, ansiando un ambiente intelectual más estimulante, Frank aceptó una posición en la Universidad Inter-Americana de Puerto Rico (en Hato Rey), alcanzando el rango de catedrático, e incluso de decano.  Allí lo conocí cuando serví como profesor visitante en el verano de 1977.  Inmediatamente devine en su “protegido,” refiriéndose jocosamente a nuestro dúo temporal como “la mafia antropológica.”  Años más tarde, coincidentemente, conocí a su hermana, Estela Fernández de Longo, quien es bibliotecaria en la biblioteca de la pequeña municipalidad de West New York, en donde resido.  (Por cierto, incluso llegué a ser presidente de la junta de directores de dicha biblioteca pública en el norte de Nueva Jersey).

Hasta su retiro de la UIA poco antes de morir, Frank impartió docencia a cientos de estudiantes y, además, condujo numerosos estudios lingüístico-etnológicos en Puerto Rico que fueron publicados en revistas académicas.

Honramos aquí la memoria de este notable erudito puertorriqueño-estadounidense, el Dr. Frank Fernández Esteva, un modelo ejemplar para las generaciones nuevas.

 

===*El Profesor Alum, egresado de la Universidad de Pittsburgh, es al presente Investigador Asociado (externo) de dicha institución en Antropología Latinoamericanista [[email protected]].

 

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