La costumbre cultural de no pagar por los servicios y productos se acabó. Hemos sido testigos de las experiencias de algunas alcaldías donde se la han cortado los cuadros telefónicos porque debían decenas de miles de dólares en cargos por servicio. Esa costumbre de los alcaldes y jefes de agencias del Gobierno de Puerto Rico de embrollar a todos los comercios y proveedores de servicios acaba de ser eliminada comenzando en julio 1, 2017.
Ahora, si no pagan a tiempo le cortan el servicio. También si no hay dinero, no se le venden los productos necesarios para luego cobrar. El ajuste viene por orden de la Junta de Supervisión Fiscal y por la nueva administración.
Parte de las nuevas métricas establecidas será la de ver como se administra todo el gobierno de forma responsable y creativa. No hay duda que la creatividad y la cooperación van a incrementar por la necesidad y la condición critica actual que tienen los municipios.
Con un gobierno gigante no puede haber un desarrollo económico. Está claro que ahora, los servicios que suplían los municipios, no se podrán continuar. Los ciudadanos de Puerto Rico tendrán que comenzar a buscar otras opciones para ayudarse entre si por medio de la comunidad, las iglesias, la UPR, los comercios privados y fundaciones que reciben exención contributiva por sus servicios.
Los trabajos transitorios quedarán eliminados debido a que de esta manera las personas se verán obligadas a buscar un trabajo más estable. El crear su propio negocio todavía está por verse debido a que el gobierno central ha flexibilizado el proceso pero los municipios han creado una súper patenta de negocios municipal para poder subsistir y pagar su nómina gigante.
Los efectos de esta movida serán catastróficos porque muchos negocios van a cerrar sus puertas y despedir empleados. O sea, el suicidio económico municipal está anticipado si continúa la práctica de exprimir a los negocios que todavía quedan con un margen de ganancia mínimo.
Hay que pensar en sistemas nuevos para la utilización, reciclaje y venta de los productos derivados de la basura. Ya hay pueblos como Fajardo, el cual junto a la UPR, ya tienen su vertedero modernizado con una generadora de energía eléctrica, donde se colectan los líquidos, el gas y el abono para la agricultura.
El proceso de la colección de la basura de forma gratuita se terminó debido a que los municipios tampoco podrán aguantar el costo millonario del servicio. La mayoría de los estados de la nación americana cobra por el recogido de la basura de forma trimestral a razón de 6 dólares mensuales lo cual es justo. También hay que educar al consumidor en cuanto a como se puede hacer composta con la basura casera para los huertos familiares.
Hay que acostumbrarse al cambio que será la orden del día por los próximos cinco años en lo que la cultura del embrollón cambia a una cultura del administrador y ciudadano responsable.
