Cuando la diabetes ataque, muévase para reducir el riesgo de los ojos

Un estudio encuentra una asociación entre la inactividad y unas mayores probabilidades de retinopatía diabética

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Las personas diabéticas que permanecen inactivas podrían tener unas mayores probabilidades de una afección que acaba con la vista, sugiere una nueva investigación.

Aunque el estudio no pudo probar una relación causal, los investigadores dijeron que un estilo de vida sedentario parece aumentar el riesgo de retinopatía diabética.

Según el Instituto Nacional del Ojo de EE. UU., la afección «conlleva cambios en los vasos sanguíneos de la retina, que hacen que sangren o derramen fluidos, distorsionando la vista». La retinopatía diabética es la causa más común de pérdida de la vista en las personas con diabetes.

¿Podría el ejercicio, o la falta del mismo, afectar el riesgo de la enfermedad? Para averiguarlo, un equipo dirigido por Paul Loprinzi de la Universidad de Mississippi siguió los resultados de 282 pacientes de diabetes de EE. UU.

La edad promedio de los pacientes era de 62 años. Casi un tercio (un 29 por ciento) tenían una retinopatía diabética leve o más grave.

Usando un acelerómetro para medir la actividad, el estudio encontró que los participantes eran físicamente inactivos un promedio de 8.7 horas del tiempo que estaban despiertos cada día.

Por cada aumento de 60 minutos en la inactividad física, el riesgo de retinopatía diabética leve o más grave aumentó en un 16 por ciento, dijo Loprinzi, profesor asistente de salud, ciencias del ejercicio y recreación de la universidad.

Loprinzi considera que el vínculo entre un estilo de vida sedentario y la retinopatía podría deberse al aumento en las probabilidades de enfermedad cardíaca, «que a su vez podría aumentar el riesgo de retinopatía diabética».

Un experto en los ojos no se sorprendió ante los hallazgos, pero planteó que se necesita más investigación.

Se necesitan más estudios «para determinar hasta dónde el estilo de vida tiene un rol en el desarrollo de la enfermedad ocular diabética», comentó el Dr. Mark Fromer, oftalmólogo del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

El estudio aparece en la edición en línea del 4 de agosto de la revista JA – Las personas diabéticas que permanecen inactivas podrían tener unas mayores probabilidades de una afección que acaba con la vista, sugiere una nueva investigación.

Aunque el estudio no pudo probar una relación causal, los investigadores dijeron que un estilo de vida sedentario parece aumentar el riesgo de retinopatía diabética.

Según el Instituto Nacional del Ojo de EE. UU., la afección «conlleva cambios en los vasos sanguíneos de la retina, que hacen que sangren o derramen fluidos, distorsionando la vista». La retinopatía diabética es la causa más común de pérdida de la vista en las personas con diabetes.

¿Podría el ejercicio, o la falta del mismo, afectar el riesgo de la enfermedad? Para averiguarlo, un equipo dirigido por Paul Loprinzi de la Universidad de Mississippi siguió los resultados de 282 pacientes de diabetes de EE. UU.

La edad promedio de los pacientes era de 62 años. Casi un tercio (un 29 por ciento) tenían una retinopatía diabética leve o más grave.

Usando un acelerómetro para medir la actividad, el estudio encontró que los participantes eran físicamente inactivos un promedio de 8.7 horas del tiempo que estaban despiertos cada día.

Por cada aumento de 60 minutos en la inactividad física, el riesgo de retinopatía diabética leve o más grave aumentó en un 16 por ciento, dijo Loprinzi, profesor asistente de salud, ciencias del ejercicio y recreación de la universidad.

Loprinzi considera que el vínculo entre un estilo de vida sedentario y la retinopatía podría deberse al aumento en las probabilidades de enfermedad cardíaca, «que a su vez podría aumentar el riesgo de retinopatía diabética».

Un experto en los ojos no se sorprendió ante los hallazgos, pero planteó que se necesita más investigación.

Se necesitan más estudios «para determinar hasta dónde el estilo de vida tiene un rol en el desarrollo de la enfermedad ocular diabética», comentó el Dr. Mark Fromer, oftalmólogo del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

El estudio aparece en la edición en línea del 4 de agosto de la revista JA

– Las personas diabéticas que permanecen inactivas podrían tener unas mayores probabilidades de una afección que acaba con la vista, sugiere una nueva investigación.

Aunque el estudio no pudo probar una relación causal, los investigadores dijeron que un estilo de vida sedentario parece aumentar el riesgo de retinopatía diabética.

Según el Instituto Nacional del Ojo de EE. UU., la afección «conlleva cambios en los vasos sanguíneos de la retina, que hacen que sangren o derramen fluidos, distorsionando la vista». La retinopatía diabética es la causa más común de pérdida de la vista en las personas con diabetes.

¿Podría el ejercicio, o la falta del mismo, afectar el riesgo de la enfermedad? Para averiguarlo, un equipo dirigido por Paul Loprinzi de la Universidad de Mississippi siguió los resultados de 282 pacientes de diabetes de EE. UU.

La edad promedio de los pacientes era de 62 años. Casi un tercio (un 29 por ciento) tenían una retinopatía diabética leve o más grave.

Usando un acelerómetro para medir la actividad, el estudio encontró que los participantes eran físicamente inactivos un promedio de 8.7 horas del tiempo que estaban despiertos cada día.

Por cada aumento de 60 minutos en la inactividad física, el riesgo de retinopatía diabética leve o más grave aumentó en un 16 por ciento, dijo Loprinzi, profesor asistente de salud, ciencias del ejercicio y recreación de la universidad.

Loprinzi considera que el vínculo entre un estilo de vida sedentario y la retinopatía podría deberse al aumento en las probabilidades de enfermedad cardíaca, «que a su vez podría aumentar el riesgo de retinopatía diabética».

Un experto en los ojos no se sorprendió ante los hallazgos, pero planteó que se necesita más investigación.

Se necesitan más estudios «para determinar hasta dónde el estilo de vida tiene un rol en el desarrollo de la enfermedad ocular diabética», comentó el Dr. Mark Fromer, oftalmólogo del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

 

 

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