Las empresas pueden y deben pagar iguales salarios a los hombres y a las mujeres por realizar el mismo trabajo, pero solo con eso no se va a resolver la brecha salarial.
En España, las mujeres cobran un 30% menos que los hombres; en Turquía, un 75% menos; en Japón, un 26%. A nivel global, la ONU cifra en un 23% el promedio que distancia los salarios de las mujeres con respecto a los de los hombres. La solución a esta injusticia no radica exclusivamente en igualar los sueldos, sino en liderar un profundo cambio social.
Defiendo que las empresas deben contratar a las personas que sean efectivas para cada puesto, sin pensar si son hombres o mujeres. Yo abogo por los currículos ciegos. Es injusto elegir a los miembros de un equipo en función de su sexo, su edad, su aspecto físico… Un líder empresarial tiene que saber encajar a las personas adecuadas para su corporación basándose en sus aptitudes, capacidades y valores. Además, cuando las personas están en el puesto indicado, la empresa debe liderar con la retribución justa. Valorar a nuestros empleados como se merecen no es solo un beneficio para ellos y sus familias, sino también para las corporaciones y, por tanto, para toda la sociedad.
Los buenos empresarios pagan lo mismo a sus empleados que a sus empleadas por hacer trabajos iguales, pero también tienen en cuenta que…
- Las mujeres deben acceder a los puestos directivos en la misma medida que los hombres. Mientras ellas tengan cargos de inferior categoría en las empresas seguirán cobrando menos que los hombres.
- Hay que incentivar el acceso de las mujeres a la formación continua para que puedan seguir progresando en las empresas. Incrementar los niveles de conocimiento mejorará el desempeño profesional en igualdad de condiciones.
- La conciliación laboral y familiar tiene que ser un derecho y una obligación para los trabajadores y para las trabajadoras. Las mujeres deben poder elegir trabajos a tiempo parcial si así lo desean, pero también los hombres. Solo uno de cada siete varones tiene jornada reducida, mientras que tres de cada siete mujeres trabajan a tiempo parcial para cuidar de los hijos o de las personas dependientes.
- Los buenos líderes empresariales innovan y no asumen los estereotipos. Las mujeres deben incorporarse a sectores en los que tradicionalmente no han estado presentes. Ellas pueden y deben salir de los trabajos menos cualificados y peor pagados.
Reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres es una obligación para las empresas, pero también para cada uno de nosotros. Todos debemos estar alertas, porque todo lo preconcebido son cerraduras a las puertas de la sabiduría para construir una sociedad más justa.
@EstrellaFloresC