Se acaban de validar todas las predicciones hechas hace varios meses en los artículos publicados por este servidor. La isla de Puerto Rico está en un estado crítico de infraestructura el cual es sumamente peligroso para todos los habitantes. IRMA solamente fue un toque de vientos, ráfagas y lluvias para ver como los postes de energía eléctrica, las inundaciones, el apagón completo de energía eléctrica y la suspensión de agua potable para todos.
Por fin se han dado cuenta que todo servicio gubernamental debe estar interconectado y coordinado. O sea, la distribución de agua depende de la energía eléctrica para activar las bombas de distribución. Las represas de agua también dependen de la electricidad.
La falta de mantenimiento y un sistema coordinado de utilidades por fin salieron a flote con este evento que acaba de pasar sin hacer estragos.
Se perdieron muchos días de trabajo, de producción y desarrollo económico. Los arboles tumbaron líneas eléctricas y postes viejos causando explosiones y líneas eléctricas brincando en la calle exponiendo a los ciudadanos.
La transportación aérea quedó paralizada suspendiendo los vuelos de entrada y de salida por causa del huracán.
Las comunicaciones se interrumpieron totalmente, los teléfonos celulares y de la telefónica dejaron de funcionar debido a que también dependen de energía eléctrica para su funcionamiento óptimo. Se les olvido usar los servicios de los 2,000 radioaficionados de Puerto Rico para que cada alcalde tuviera un sistema de comunicaciones de emergencia que sugerí en otro artículo.
En fin, todo quedó en una parálisis nunca antes vista en la cual los ciudadanos se vieron obligados a trabajar para un fin común de sobrevivencia.
¿Pero qué lección nos ha dado esta experiencia?
Nos ha enseñado que tenemos que unirnos para levantar a una isla que está en su peor estado de infraestructura. Hay que dejarnos de usar el tiempo en peleas chiquitas para volcarnos a educar a todos los habitantes de la isla.
Lo único que va a causar un desarrollo económico es la educación. Todo el dinero y esfuerzo hay que ponerlo en educar a un pueblo para que se ponga al día y adquiera todos los conocimientos disponibles para resolver los problemas de infraestructura de una manera moderna y efectiva.
Solo así podremos comenzar a reconstruir a una sociedad dependiente que hemos tenido por las últimas cuatro décadas.