Incluso las personas que aman su trabajo pueden verse afectadas por el boreout. Combatir el aburrimiento y motivar a los equipos debe ser un objetivo prioritario para todo líder empresarial, si no quiere que la productividad de su corporación se vea afectada.
El aburrimiento en el trabajo tiene consecuencias graves para quien lo padece, y muy perjudiciales para la empresa. El boreout puede afectar a todo el mundo, tanto a quienes tienen claro que trabajan solo por el sueldo —y no se esfuerzan lo más mínimo— como a quienes adoran su profesión —y luchan a diario por desempeñarla lo mejor posible—. Nadie está libre de sus efectos devastadores.
Las consecuencias para quienes padecen boreout son diversas. Pueden empezar por esa tristeza típica de los domingos por la tarde, con cierta desesperación ante la semana que empieza; es posible que sufran problemas de concentración, agresividad con las personas más queridas, trastornos físicos, insomnio… y hasta depresión profunda.
Las empresas que tienen trabajadores aburridos se exponen a un alto grado de conflictividad laboral, bajas por enfermedad, absentismo y una productividad mermada.
Los líderes saben que el aburrimiento es un mal frecuente y que deben aplicar estrategias de planificación que lo eviten, establecer nuevos retos, cohesionar a los equipos en la búsqueda del éxito y renovar las políticas empresariales a menudo para que los trabajadores no se instalen en una peligrosa zona de confort y desmotivación.
Para ello harán bien en ocuparse de…
- Establecer un tipo de liderazgo participativo que permita escuchar a todos para conocer sus preferencias y saber en qué creen que podrían ser mejores.
- Ser activos en las políticas de promoción dentro de la empresa y formar a los empleados mediante cursos de capacitación.
- Ofrecer seguridad. El trabajador tiene que saber que, si se esfuerza, podrá ser parte del equipo sin temor a perder su empleo.
- Dar autonomía a los equipos para que gestionen su área de responsabilidad sin excesiva supervisión ni rígido control, haciéndolos partícipes del éxito.
- Facilitar la conciliación personal y profesional con medidas de bienestar, flexibilidad horaria, teletrabajo, etcétera.
- Evitar la sobrecualificación en los puestos de trabajo, con un departamento de recursos humanos activo, dinámico y competente.
- Dotar de contenido cada puesto de trabajo y delimitar claramente las funciones de cada uno y de cada departamento.
- Promover el trabajo en equipo como la mejor forma de lograr la motivación, mejorar el ambiente laboral e involucrar a todos en logro de objetivos comunes.
- No intentar retener a trabajadores valiosos solo por el sueldo, sino con adecuados incentivos de ascenso y satisfacción personal y profesional. Todos trabajamos por dinero, pero trabajar solo por dinero es uno de los principales motivos de aburrimiento.
- Establecer programas de educación de las emociones y resolución de conflictos, con el fin de que los empleados adquieran recursos para expresar sus necesidades, hacer frente a las dificultades y neutralizar las actitudes contrarias al objetivo empresarial.