En los últimos meses se notan movimientos de colombianos hacia Estados Unidos y Europa. Algunos creen que hay que aprovechar estos tiempos para iniciar trámites migratorios y tomar las previsiones necesarias, antes de que se compliquen eventuales escenarios políticos y sociales. Esto ya lo hemos visto en otros países con la llegada de tendencias históricamente desastrosas para las economías y la estabilidad de las familias emprendedoras.
Estados Unidos tiene diversas políticas migratorias, dependiendo de cada país o región. En el caso colombiano, si bien existen algunas limitaciones, como, por ejemplo, el acceso a la visa de diversidad, también conocida como lotería de visas, hay ventajas con respecto al resto de Latinoamérica. Dentro de estas destacan las visas de inversión por tratado, conocidas como E1 y E2.
De igual forma, en Colombia hay un alto número de profesionales muy especializados y altamente cotizados en todo el mundo, así como personas que se han dedicado a oficios o han desarrollado habilidades excepcionales o extraordinarias que le permiten acceder a otro tipo de visas para obtener, de manera directa, residencias legales permanentes.
Por último, desde el punto de vista laboral también tienen acceso a todos los tipos de visa que impliquen el patrocinio o petición de un sponsor, como las conocidas “H1B” por trabajo, “O” por habilidades extraordinarias, “H3” para realizar un entrenamiento que no se pueda recibir en el país de origen, “L1” por transferencia de ejecutivos o gerentes multinacionales, entre otras.
Cada una tiene ventajas comparativas, de acuerdo con las necesidades de cada solicitante. Por ejemplo, si bien las visas E1 o E2 son categóricamente no-inmigrantes, por lo que no conllevan a la residencia permanente, sí le otorgan al inversionista un período de estatus legal —usualmente muy prolongado— que en la práctica se traduce en estadías de cinco años. Puede ser renovada sin ningún tipo de limitación. Ampara a todo el grupo familiar, incluyendo a los hijos hasta los 21 años, a quienes se les pueden ofrecer visas de estudiantes para que continúen su estadía legal mientras fijan sus propios rumbos con certificaciones laborales o peticiones familiares, de surgir relaciones de buena fe.
Las visas por habilidades extraordinarias o excepcionales EB1 y EB2 por Interés Nacional, dentro de las que destacan en tiempos de COVID-19 el personal médico y de salud, tienen como ventaja comparativa no solamente la obtención de la residencia legal permanente, sino también que los beneficiarios puedan hacerlo sin la necesidad de un patrocinador. Es decir, se pueden pedir a sí mismos, evitando una de las principales limitaciones que es contar con la voluntad de alguna empresa o persona que desde Estados Unidos formule la petición en su favor.
Algunas de estas visas se pueden plantear desde EEUU y durante su pendencia se obtienen en paralelo permisos de trabajo, de viaje e incluso el social security.
Profesionales y/o personas con habilidades excepcionales o incluso aquellos que tengan la intención de iniciar algún tipo de proyecto o inversión, no necesitan esperar a que alguien inicie un trámite en su favor.
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* Héctor Benítez Cañas es abogado de inmigración en Miami. Su firma de abogados Benme Legal se dedica a la práctica exclusiva de la Ley de Inmigración en el trámite de visas para inversionistas, profesionales, deportistas, artistas, entre otros; así como a procesos de naturalización y defensivos ante los Tribunales de Inmigración de Estados Unidos, entre los que destaca el Asilo Defensivo y la Cancelación de la Remoción.