Por siglos Puerto Rico ha preservado sus costumbres y tradiciones a pesar de los devastadores huracanes que han azotado a la isla del encanto por su natural ubicación geográfica. Llega el año 2020 dónde nuevamente es azotado por varios terremotos que dejó a una gran parte de la ciudadanía con daños irreparables y, todavía sin haberse levantado completamente llega a la isla uno de los Coronavirus más resistentes: el Covid-19. Para la misma clase médica, causa sorpresa con la rapidez con que se propagó desde el otro lado del mundo.
Para los más jóvenes, este evento sin precedentes ha marcado la historia del país con el antes y el después. A partir de este evento, Puerto Rico vive la crisis económica más grande de la historia ya que han tenido que tomar medidas extremas cerrando el comercio, activar la ley de los pares y los nones y un toque de queda que permitan el aislamiento social para poder controlar el virus.
Las medidas tomadas por el gobierno de Puerto Rico y la gobernadora del país honorable Wanda Vázquez Garced ha extendido el toque de queda y con èl se han suspendido todas las actividades artísticas, religiosas, escolares y sociales del país. Tras de un mes en que las iglesias no se congregan, llega la Semana Santa y sus actividades se encuentran suspendidas y por el bien de la salud pública tambièn toda clase de agrupaciones de personas.
Este año será extraño para todos los católicos acostumbrados a la Procesión de la Iglesia ya que para ellos la Semana Mayor es conmemorativa donde se recrea desde el Domingo de Ramos, la traición de Judas, los azotes a Jesús hasta su crucifixión y muerte. La mayoría de las iglesias han dado sus misas y cultos a través de las redes sociales con iglesias vacías pero llenas de La Palabra de Dios en momentos cuando más se necesita. Hasta el Papa en Roma ha hecho la misa sin público.
El Sr. Cristóbal Ortiz de 64 años del pueblo de Añasco manifestó:-“Vivimos un momento histórico que nos permite seguir reglas para cuidarnos unos a otros y agradecerle a Dios ser parte de la historia que nos ha permitido vivir a pesar de la tristeza que embarga a tantas familias alrededor del mundo. Veré los programas religiosos desde mi casa.“
La Sra. Margarita Asencio de 44 años, del pueblo de Aguadilla nos dijo:-“Hay personas que se piensan que el mundo se va a acabar o que la comida va a escasear y se ponen nerviosos al hacer una fila en un supermercado. La gente aún no han aprendido a vivir con poco y muchos no se conforman pero tienen que aprender. Esta es la oportunidad de apoyar a los negocios pequeños y así salen del revolû de las largas filas. Este momento nos va a marcar pero llegó la hora de aprender: a ahorrar, a tener calma, paz en nuestro corazón en Semana Santa, a ocuparnos de nuestra familia y a pensar en los demás. Esta semana no iré a la iglesia pero estaré en comunicación con Dios como debe ser. Hacer las cosas bien, no cuesta; no es algo fácil pero es por nuestro bien.”
En tanto Christian Díaz de 25 años del pueblo de Arecibo expresa: -“Jamás pensé que viviría esto; estoy estudiando “On Line” pero no hay vida social. El internet nos ayuda a permanecer en el hogar. Nunca he sido religioso pero, mi familia y yo sentimos un deseo muy grande de congregarnos y agradecerle a Dios por la salud y por darnos una oportunidad de vida. En verdad, voy a complacer a mi mamá y cuando todo esto pase, iré a la iglesia con ella.”
La Sra. Mayra Vélez de Aguada y quien cuenta con 33 años de edad, opina:-“Esta es la verdadera cuaresma del Señor. Es momento de practicar la obediencia con las leyes y ser sumisos ante Dios. Dios nos ofrece otra oportunidad cuando su Palabra dice:-“Si Mi Pueblo se humillare,” debemos ser agradecidos y estar más unidos que nunca en nuestra fe.”
Las opiniones del pueblo demuestran que la iglesia no se detuvo, sino, que se multiplicó porque en cada casa hay una iglesia, más firme, más fuerte y más unida que nunca.