Jamás había estado más de acuerdo con un autor en mi vida. Me identifico 100% con el libro del Dr. León, Revolución Educativa. Es una descripción bien explicita del sistema de educación de Puerto Rico, algo así como “Amazon, from A to the Z”. “El mejor programa para prevenir la violencia de un pueblo es educar al pueblo y sus habitantes” , me identifico totalmente con ese pensamiento. El libro Revolución Educativa me recordó una de mis frases favoritas del gran Nelson Mandela y George Washington Carver cuando en un momento dado dijeron, “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Aunque no solo Mandela o Washington Carver han coincidido con esta forma de pensar sino también otras mentes brillantes como Einstein y Aristóteles a lo largo de la historia de la humanidad. Todos tenemos la responsabilidad de educar a los estudiantes de Puerto Rico y coincido con el Dr. León, ¡hay que implosionar todo el sistema educativo de Puerto Rico! Y esto lo pensé con la música de la película de “Star Wars” de fondo.
Siempre digo que en nuestro país hace falta una verdadera reforma educativa y no me refiero a sacar de una gaveta un modelo educativo del 1980 lleno de polvo, comején y telarañas. Las “reformas educativas” tienen la peculiaridad de ser un dulce viejo, pero con una nueva envoltura. La educación tradicional no funciona, como bien expone el libro, el sistema público de Puerto Rico que existe en la actualidad hay que eliminarlo junto con sus modelos educativos que sirven más que para crear trabajos para los que hicieron campaña al gobierno de turno. Da pena como en este país despilfarran billones de fondos federales que están dirigidos a la educación pública de Puerto Rico. Según el libro y cito: “el 95% del dinero federal y estatal debe ser para los niños y enviado directamente a las escuelas sin intermediarios”. Me llena de frustración testificar con mis propios ojos como la educación en Puerto Rico es solo una plataforma política para “treparse” al poder. Con tantos fondos federales que recibe educación, es para tener al día todas las escuelas públicas del país, disminuir la deserción escolar, aumentar el sueldo a los maestros, que todos los salones estén equipados con equipo tecnológico sofisticado, con aire acondicionado, que cada escuela tenga su propio gimnasio con cancha de baloncesto, tenis, volleyball, alberca, etc., ah y bajo techo. La prioridad de los fondos de educación deben ser los estudiantes y para educar los padres y abuelos(as) sacrificados pero que no saben de letras, pero ayudan a sus hijos con lo poco que saben.
¿Y dónde están los fondos para educación especial? La dejadez del sistema público con los estudiantes de educación especial a quienes todavía el sistema educativo discrimina contra ellos y sus familias da vergüenza. Hacen leyes que favorecen la población con impedimentos con panfletos enormes de derechos y acomodos en un ambiente menos restrictivo y asistencia tecnológica y cuando un estudiante necesita de los servicios de un T.1, terapias o equipo “rush” , ese estudiante con su padre tiene que pasar literalmente por un vía crucis en lo que el programa de educación especial se moviliza para poder brindar los servicios que el estudiante necesita. Parece que el Departamento de Educación prefiere pagar multas todos los días. Y en mi opinión, los padres de niños(as) y jóvenes con impedimento, es mejor viajar a E.U. para tener mayores beneficios que aquí tardaran una eternidad en llegar. La migración a la Florida parece ser el último destino para los puertorriqueños que buscan una mejor intervención y más derechos para los niños(as) con impedimentos.
Y en este país se ha vuelto algo cultural comportarse de manera violenta. ¿El ser humano es violento por naturaleza? Creo que el de las cavernas si tenía que ser violento o agresivo para sobrevivir a su entorno. Nuestro país auspicia la violencia en el baile, la música, la programación local, los hogares, los parques y en las escuelas porque parece que lo tenemos en nuestro ADN. Según el libro, la violencia en las escuelas sigue presente y se identifica con gangas y grupos que vienen organizados de afuera del plantel; y opino que es una triste realidad que todavía nos afecta directa e indirectamente.
Soy de las que pienso que no necesariamente tenemos que ser violentos para vivir en una barriada o un residencial público y para recibir ayuda para comprar alimentos. Entiendo que es matar o dejar que te maten, en muchos casos. Pero trato de ver la situación desde otra perspectiva y el gobierno en lugar de seguir empujando a la población más frágil a vivir del “mantengo” por toda la vida, creo que la mentalidad sería mejor brindar ayuda económica por un tiempo límite.
Esto sería mientras el núcleo familiar se establece, dar un tiempo límite de vivienda pública, alimentos, sección 8, y otras ayudas suplementarias, pero con la condición de que en un tiempo razonable estas familias se educaran con iniciativas del gobierno en áreas de su interés y desarrollen las destrezas necesarias para el mundo laboral. Es cambiar la perspectiva o la mentalidad. Preparar las personas con las herramientas necesarias para que luego de cierto tiempo puedan sustentar su familia por ellos mismos(as) sin necesidad de desperdiciar toda la juventud viviendo del “mantengo”, heredando el mismo apartamento por generaciones y tras de eso “montar” un negocio de venta de substancias controladas.
La vivienda pública y la ayuda del PAN deben de ser por cierto tiempo para no acostumbrar a las personas a esta “cultura” de que el gobierno es un “papá” y tiene que mantenerlos por siempre fomentando la violencia, la deserción escolar, venta de substancias, analfabetismo y el desempleo. Una cultura estancada no cambiara de la noche a la mañana su mentalidad; pero parece que el gobierno no tiene planes de mejorar esta “cultura” de violencia. ¿Será porque no serán necesarios tantos fondos federales para vivienda pública y PAN? ¿y se le acabaría el “chanchullo” al gobierno?
Pero, cada persona individualmente puede hacer una gran diferencia si se lo propone y si el gobierno se propone a ayudar verdaderamente. Se puede mejorar nuestra situación y la calidad de vida de las personas que vivimos en P.R. si cada uno de nosotros nos lo proponemos. Pero hay que borrar del gobierno a los administradores de turno ineficientes. Si ya después de 20, 25 o 30 años no han hecho nada, ¡pues no sirven! ¿porque siguen votando por los mismos? Lo que han hecho por décadas no es más que incrementar la deuda del país, pedir prestado y que pague el próximo, legislar a su favor, darse la vida de “Divas” y mantener el pueblo rico en ignorancia y pobre en educación; la solución es simple. Como el libro Revolución Educativa, hay que implosionarlos a todos, ¡literalmente!