Tener un negocio propio es de valientes. Según, la Oficina del Censo, hay más de 331,000 latinos ‘valientes’ en los Estados Unidos y las empresas de propiedad hispana representan el 6% del total del país
Luego de ganar tres premios EMMYs nacionales, convertirme en autora de un bestseller y viajar por todo el continente como conferencista motivacional me enfrenté a un dilema que literalmente me ponía los pelos de punta. Ni bien aterrizaba en cada ciudad durante la promoción del libro necesitaba arreglar mi cabello de manera que se viera impecable en pocos minutos. Me tocaba alistarme en los baños de los aeropuertos. De ese dilema nació Welcome All Beauty, la primera colección de extensiones, postizos y pelucas diseñada para crear peinados camera-ready en instantes y sin la necesidad de ninguna herramienta.
Y del mismo modo en que transformé esa necesidad en un emprendimiento, miles de latinos trabajan duro para convertir sus ideas en realidad. Emprender un negocio es un camino de altas y bajas donde a todos nos hubiera gustado contar con alguien que nos aconsejara antes de tropezarnos con varias piedras. Por eso, comparto algunos de los aprendizajes (y aciertos) durante mi travesía como emprendedora para ayudar a quienes están comenzando este interesante recorrido del empresarismo:
- Piérdele el miedo a la palabra dinero. Recuerda que ‘dinero’ no es una mala palabra. Hemos podido pensar que si lo es porque hablar de este tema es un tabú en nuestra cultura. Si alguien hace público que ha prosperado financieramente se lo tacha de presumido. Por el contrario, si una familia está apremiada por deudas y problemas financieros es muy probable que lo escondan por vergüenza. Las finanzas son un tema importante para tu bienestar, el de tu negocio y el de tu familia. Familiarízate.
- Conoce el valor de obtener crédito para tu negocio: la historia de mi primera solicitud de crédito.En 2007, cuando comencé mi primer negocio, necesitaba dinero para comprar equipo y solicité un préstamo. Fue rechazado por ¡CUATRO! bancos. No entendía qué estaba haciendo mal. Siempre fui muy ordenada con mi dinero. Tanto, que no tenía deudas. Y esa era la razón por la que nadie me aprobaba un crédito: no tenía historia crediticia. Por suerte, el Small Business Administration (SBA, por sus siglas en inglés) me asesoró y pude establecer mi historial crediticio. Finalmente, una institución financiera sin fines de lucro me aprobó el crédito inicial que necesitaba para comenzar operaciones.
Se que no soy la única que ha tenido dificultades para acceder al crédito. Un estudio reciente realizado por QuickBooks confirmó esto. Según la encuesta, para 61% de los dueños de negocios latinos es un desafío obtener formas de financiar su negocio haciendo que el 95% de los pequeños empresarios hispanos, nos veamos obligados a ahorrar para empezar un negocio con nuestro dinero.
- Usa lo que te hace diferente como ventaja. Tanto en los negocios como en la vida, siempre he estado convencida de que aquello que nos hace únicos no es un defecto sino un don. Nuestras cualidades personales son nuestro regalo al mundo. Y a la hora de hacer negocios ese diferenciador puede convertirse fácilmente en tu ventaja competitiva.
El mismo estudio reveló que el 77% de los dueños de empresas hispanas enfrentan desafíos para conseguir más clientes. Usa tus particularidades para diferenciarte y descubrir cuál es el segmento del mercado en el que puedes lanzarte teniendo una ventaja inicial. Esto te ayudará a ganar nuevos clientes. Pregúntate ¿cuáles son las comunidades que nadie conoce mejor que yo? ¿De qué manera mi negocio puede ofrecer servicios que otros competidores no podrían?
- Ten tu contabilidad al día y de manera ordenada.A través de los años, el tener mis finanzas claras y al día me permitió tener la claridad necesaria para definir prioridades y presupuestos. También fue una herramienta invaluable durante la pandemia ya que tener la documentación financiera actualizada fue vital para la aprobación de los créditos bajo el Programa de Protección de Pago (PPP, por sus siglas en inglés) que apoyan a pequeñas empresas durante el COVID-19.
Es verdad que la contabilidad no se nos da a todos. Para el 74% de los negocios hispanos las tareas contables son un reto. Aprovecha las herramientas tecnológicas que existen y organiza tus números. Yo lo hice y esto me ha permitido concentrarme en lo que más me apasiona de mi negocio.
- El progreso no es lineal: perdónate cuando las cosas no salgan como planeaste. Recuerdo eldía que tuve que poner como pérdida total un proyecto que me había costado un tercio de los ahorros de toda mi vida. Era una aplicación móvil que no resultó viable para salir al mercado. El día en que se decidió dar de baja el proyecto sentimos una gran sensación de derrota. Pero también aprendimos una gran lección: el progreso no es lineal. Es normal que en los negocios haya subidas y bajadas. Por ello, es clave conocer la salud financiera de nuestro negocio, cuánto entra y cuánto sale, para tomar decisiones estratégicas y sortear imprevistos.